En un lugar desconocido del
mundo existía una
maravillosa isla desierta.
Campos fértiles, bosques
espesos, ríos y lagunas, aves y
animales de esos que
llamamos domésticos (aunque
allí no había nadie todavía
para domesticarlos)
La isla estaba perdida en
la inmensidad del océano.
Los barcos que pasaban
lejos no le prestaban
atención. Había muchas
más islas en aquel
archipiélago.
Además las costas rocosas y
los terrenos áridos de las
orillas no dejaban descubrir
la belleza y fecundidad que
se encontraba en su interior.
Así era la isla.
Hasta que…
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