Les compartimos un artículo de Radios Libres llamado
¿Por qué los alumnos no usan Software Libre?
Algunas pistas para que los docentes capaciten en
tecnologías.
El mes pasado tuve la suerte de compartir un taller en
Mendoza, Argentina con el Colectivo de Medios Comunitarios de Cuyo. ¡Qué
grandes radialistas y qué proyectos tan lindos los de estas radios Cuyum, Sin
Dueño, Lechuza, Tierra Campesina, Leñera o La Mosquitera, entre otras!
Además de hablar mucho de radio y software libre, entre
mate y mate, mientras instalábamos GET en las pequeñas computadoras de Conectar
Igualdad, nos preguntábamos por qué los alumnos se resistían a usar Software
Libre.
Para quienes no conocen este proyecto, en Argentina el
Gobierno inició en 2010, como en otros muchos países de la región, un proyecto
para dar pequeñas computadoras (netbooks) a los alumnos de las escuelas del
país.
Las computadoras vienen con “doble booteo”, es decir,
tienen dos sistemas operativos. Uno es Windows y el otro uno libre basado en
GNU/Linux. De hecho, desde 2013 se viene desarrollando una distribución propia
para estas computadoras llamado Huayra.
En estas reflexiones en torno al por qué no se usaba casi
Huayra y los otros sistemas libres, nos preguntábamos si la culpa era del
sistema educativo, de las maestras y profesores, de las estudiantes, de las
computadoras o del lobby de las compañías de software. Pero fue imposible
llegar a una conclusión que nos convenciera.
Lo que si es un hecho comprobado es que a muchos
profesores les da “miedo” abrir las computadoras en otro programa que no sea el
que ya conocen desde hace años. Sobre todo porque es posible que alguna alumna
lo deje en evidencia si le pregunta algo que no sabe responder.
El problema es que algunos de estos profesores fueron
formados y siguen educando en el antiguo paradigma de la educación bancaria,
tal como la bautizó Paulo Freire. Son los iluminados que con su sabiduría
llenan las cabezas vacías de los alumnos. Y el sistema educativo en muchos
países sigue, desgraciadamente, reforzando este paradigma.
Por eso, cuando se imparten capacitaciones a los
profesores para que enseñen estas nuevas herramientas tecnológicas les dan
algunas pautas sobre el software en cuestión y los lanzan a la arena del aula
para que enseñen lo que aprendieron. Y eso es un gran error.
Son otros tiempos. Un docente no puede saber de todo, es
imposible. Y es verdad también que los alumnos, que nacieron con un smartphone
en la mano, manejan las computadoras mucho mejor que sus profes que son
“migrantes digitales”. Incluso, esos jóvenes, tienen una capacidad más
acentuada para aprender nuevas aplicaciones y software.
Por eso, hay que reformular las actuales escuelas “que
matan la creatividad” como bien propone Ken Robinson en este espectacular
video.
Y en esa renovación también es conveniente revisar los
programas de formación a los docentes, sobre todo a los que enseñan
tecnologías. Van algunas ideas:
Metodologías más que conocimientos
Las capacitaciones a docentes debería ir dirigidas a
enseñar metodologías más que explicarles cómo funciona un determinado software.
Ideas sobre cómo guiar en el aula el aprendizaje porque el reto es…
Construir colectivamente el conocimiento
Debemos olvidar, de una vez por todas, que el profesor es
el único que enseña algo en el aula, eso le quitará mucha presión al docente.
Es ridículo imaginar que en el siglo de Internet uno enseña a muchos. Ahora son
much@s enseñando a much@s. Para eso debemos comenzar por…
Cultivar la curiosidad
Convertir a las y los estudiantes en hackers[1], en
ávidos investigadores que quieren saber cómo funcionan las cosas, que no se
quedan con el producto terminado, si no que se preguntan por el proceso y
averiguan cómo se construyó. Un grupo investigando provoca que el aprendizaje
fluya en el aula pasando de ser un espacio de aprendizaje a un…
Laboratorio de experimentación
En eso debemos convertir los salones de clases. Lugares
donde nos fijamos metas conjuntas, donde guiamos a los alumnos en su
investigación y práctica. Y luego, poner en común todo lo aprendido. Para ello
el docente debe…
Evaluar el proceso, no un producto
Quizás la alumna no consiguió poner un blog online o
aprender un determinado software, pero sí aprendió en profundidad cómo
configurar el blog, porque era lo que más le interesaba aprender. O quizás una
alumna no fue a lo funcional del programa sino que se centró en ver el código
fuente del software porque lo que quiere es programar. La meta es el desarrollo
del trabajo, no una tarea concreta que lleva a un producto en particular. Para
eso lo mejor es…
Distribuir responsabilidades
No todo los jóvenes tienen las mismas capacidades y los
mismos intereses. Por eso crea grupos, fomenta el proceso colectivo no el
trabajo individual. Y que el mismo grupo se divida las diferentes tareas. Esto
ayudará a que logren…
¡Divertirse mucho!
Muchos estudiantes asocian la escuela al aburrimiento. El
proceso de aprendizaje, sobre todo de las tecnologías, debe ser divertido,
motivante y que deje a todos, profesoras y alumnos, con ganas de más.
¿Estás de acuerdo con estas sugerencias, tienes alguna
otra que quieras compartir?
Gracias a Juan Pablo Gayá de Radio Cucyum por las ideas y
la revisión del artículo. Gracias también a Fernando López, locutor argentino.
Una entrevista que me hizo sobre podcast en las escuelas provocó muchas
reflexiones para concluir este artículo.
[1] La voz inglesa hacker se refiere a aquellos que se
interesan por abrir los aparatos para saber cómo funciona, el que no se
conforma que con que algo funcione si no que quiere saber cómo funciona. Se
mete dentro de los sistemas para aprender y mejorar. El “hacker malo” es un
cracker.