Lo que va de ayer a hoy
Historias bíblicas
de ayer
que se repiten
hoy
sOMOS UN PUEBLO QUE
cAMINA
cAMINA
Caminar,
palabra muy repetida en las canciones de iglesia…
(Somos un
pueblo que camina… caminamos hacia el sol…etc)
Caminar,
palabra clave en la vida, tanto
hoy como…
AYER
Un ángel se quedó a la entrada del paraíso y cerró la puerta A Adán y Eva.
Según los
estudiosos de la prehistoria una de las
primeras necesidades que el hombre tuvo
fue la de emigrar buscando tierra y comida.
Tribus, manadas, o parejas fueron rastreando
campos y bosques buscando un lugar donde vivir.
Así los territorios
fueron objeto de enfrentamientos
y guerras…
Volvieron a existir muchos paraísos de donde los más fuertes expulsaban a los más débiles
que debían partir en busca de nuevos
paraísos o al menos suelos donde poner los pies, refugiarse y comer.
Los caminos de las
tribus fueron argumento de gran
parte de los libros sagrados. Ya
estarán ustedes pensando en Abraham
saliendo de Ur, buscando pastos para su ganado junto a los ríos, y en Moisés con su
gente saliendo de Egipto, cruzando el
mar Rojo y el desierto. Y las
caminadas de los esclavos hebreos acarreados al destierro en Babilonia o volviendo a su tierra de Israel para reconstruir el templo,
señal de que allí se pensaban quedar.
Eso sucedía ayer pero
HoY
Los caminos por montañas, desiertos, bosques, tierras pantanosas se han ido convirtiendo en carreteras
asfaltadas, autopistas, pistas de
despegue y aterrizaje senderos por bellos parajes donde peregrinos no buscan comida
sino que buscan… el camino
mismo, porque lo más importante no es
llegar sino caminar. Siempre el camino.
Yo soy el camino dijo Yeshua de Nazaret.
Soy el camino
y echó al camino a sus
seguidores: “Vayan por todo el mundo”...
Los que le siguieron antes de llamarse cristianos, según
dicen los Hechos de los apóstoles se llamaban los “nazarenos” o “los del
camino” (Hechos,9,2) El camino de
Jesús, que iba de un lado para otro anunciando el reino de Dios.
Mucho tuvieron que caminar sus seguidores, especialmente San Pablo y
quienes lo acompañaban en ese anuncio
del nuevo camino.
Salir, caminar, llegar y… ¡establecerse!. Ese es el peligro.
Los que eligieron un camino pensaron
en muchas ocasiones que ya habían llegado. Cuando se ha llegado al final se construye una casa, o un templo.
Así pues,
salgamos con El fuera del campamento,
llevando su oprobio. Porque no tenemos
aquí una ciudad permanente, sino que buscamos la que está por venir. (Hebreos
13 ,14)
El apóstol Juan dice al principio de su evangelio
(1,14) que “La Palabra de Dios plantó su
tienda entre nosotros” vino a
acampar con nosotros caminantes, no a construirse una casa y menos un
palacio. Pero ya ven: La iglesia
peregrina se ha ido estableciendo. Parece que no le van los camping, la vida scout, la peregrinación.
Es un detalle importante que el papa Francisco ha dejado
la vivienda oficial y se ha ido a vivir
a un hotel, como de paso.
Otras jerarquías han preferido muchas veces eso que llaman palacio de donde es difícil
salir para caminar. No sólo salir con sus pies y su cuerpo encima, sino
salir con el pensamiento y el deseo hacia una vida nueva. Para caminar
hay que salir.
Pero no es lo
mismo salir con la ilusión de buscar
nuevos horizontes que salir
a toda prisa con un nudo en el
vientre y un cuchillo o un misil amenazando su espalda.
(Pincha para ver video)
En los momentos actuales existen en el mundo demasiados
caminos de fugitivos. Ya no son las tribus
de Abraham o Moisés que iban en busca de una tierra de promisión.
Son pobres personas
que cargan a la espalda sus hijos
. una mochila con lo que tienen más a mano,
una cobija y salen corriendo
antes de que a su casa la hundan las
bombas con todo lo que tiene.
Salen corriendo. Unos se montan en unas barcas
a punto de hundirse y llegan a donde pueden. Si llegan.
Según caminan, según se les mueren en la ruta niños o
ancianos, van descubriendo que esas ilusiones
son falsas.
Van descubriendo
que en ese mundo soñado hay
bellas ciudades con todos los adelantos
que se les cierran y con barriadas miserables donde también se muere la
gente antes de tiempo.
Grupos de europeos
conscientes y solidarios claman por el fin de las alambradas. Los políticos de
lenguaje abstracto y economicista siguen
defendiendo a “su” Europa, caiga quien caiga.