DEJAR LOS COMBUSTIBLES BAJO LA TIERRA UNA
DECLARACIÓN POR LA SALUD DE LA MADRE TIERRA
Esta declaración será publicada en el marco de la COP21
para llamar la atención sobre la necesidad de mantener los combustibles fósiles
bajo tierra, sin quemarlo, mientras respaldamos una transición justa hacía un
futuro de energía limpia.
Esta declaración fue elaborada durante la Sesión
Estratégica sobre Equidad Climática realizada en abril de 2015 en San
Francisco, convocado por Amazon Watch y Sierra Club.
DECLARACIÓN
Nos juntamos reconociendo los derechos de la naturaleza y
nuestra relación interdependiente y espiritual con la Madre Tierra.
Honramos el conocimiento espiritual y sagrado que los
Pueblos Indígenas tienen con la Madre Tierra y su relación con ella. Respetamos
su liderazgo en la restauración de una relación sagrada y saludable con el
mundo natural.
Reconocemos que la extracción, transporte y consumo de
combustibles fósiles ha causado un daño severo a la tierra, aire, agua,
atmósfera y a todas las formas de vida, y es el mayor contribuyente al cambio
climático y la extinción masiva. Estos daños son desproporcionadamente asumidos
por gente que no se beneficia de los sistemas económicos y políticos que los ha
causado; por gente que no tiene responsabilidad por la crisis y carece de
recursos adecuados para adaptarse a un clima cambiante. Esto incluye
comunidades directamente afectadas por la extracción y uso de combustibles
fósiles y a comunidades al frente de la lucha al cambio climático.
Reconocemos que para evitar la exacerbación de la crisis
climática y volver a tener una relación saludable con la Madre Tierra, la vasta
mayoría de combustible fósiles del mundo tienen que mantenerse debajo de la
tierra. Los gobiernos tienen que priorizar las necesidades de la gente y las
comunidades por encima de las ganancias corporativas a través de acciones contundentes
e inmediatas para acabar con la extracción de combustibles fósiles ya que el
mundo natural no puede esperar más. Foros internacionales como la 21ra
Conferencia de Partidos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático en Paris brindan importantes oportunidades para que líderes
mundiales fortalezcan la energía común por ambiciosos avances hacía dejar los
combustibles fósiles debajo de la tierra.
Nos esforzamos por un mundo en cual todas las personas y
nuestros gobiernos e instituciones:
●
Respeten los derechos de la naturaleza, de los pueblos indígenas,
de las comunidades inmigrantes y comunidades forzadas a emigrar, de las
mujeres, de las comunidades al frente de la lucha al cambio climático,
y de las futuras generaciones, incluso el derecho internacionalmente reconocido
de los pueblos indígenas al consentimiento previo, libre e informado, y su
derecho a decir “no” a actividades extractivas en sus territorios
tradicionales;
●
Reparen los daños causados por siglos de colonialismo, racismo, genocidio
ambiental y economías extractivas;
●
Promuevan una economía basada en la interdependencia con y responsabilidad hacia la
Madre Tierra que se mantenga dentro de los límites ecológicos; y que se redefina la riqueza fuera de la
acumulación financiera hacia la suficiencia y el bienestar; y
●
Hacer una transición hacia energía democratizada, equitativa, limpia y
100% renovable.
Para lograr esta visión, exigimos:
●
El reconocimiento y apoyo pleno, incluyendo financiamiento adecuado y directo,
de los derechos de los pueblos indígenas, comunidades impactadas y al frente de
la lucha al cambio climático, y su liderazgo y participación informado y eficaz
en el desarrollo e implementación de esta visión;
●
Que se mantengan los combustibles fósiles debajo de la tierra poniendo fin a
la nueva exploración y explotación para la protección de la Madre Tierra,
manteniéndose en línea con el conocimiento indígena y los límites climáticos
establecidos por la ciencia;
●
Poner fin inmediatamente al financiamiento público y todo tipo de subsidio de
la exploración, explotación e infraestructura petrolera, y realizar la
inversión de recursos necesarios para poner en marcha una transición justa a
una economía limpia y renovable para todos, priorizando a las comunidades al
frente de la lucha al cambio climático;
●
Poner fin al monopolio que tiene la industria petrolera con nuestros sistemas
políticos
y de gobernanza en todos los niveles para asegurar que las políticas
energéticas
sigan políticas climáticas basadas en la equidad y la ciencia
para que los intereses reales de todos sean protegidos. Para empezar, se tiene
que terminar la influencia indebida de la industria petrolera en el desarrollo
de políticas internacionales y nacionales y no podemos permitir que la
industria participe en las negociaciones climáticas internacionales;
●
Rechazo a las ‘soluciones falsas’ que perpetúan y justifican la extracción
y el uso del combustible fósiles, o que mantienen y crean nuevas
amenazas a nuestro aire, agua, tierras, comunidades y clima;
●
Rechazo a todos los mecanismos basados en el mercado que aumentan la inequidad,
violan derechos humanos, agilizan la destrucción de ecosistemas o permiten que los que
contaminan eviten la eliminación de la contaminación
en su fuente;
●
Provisión de suficiente apoyo financiero y de otro para asegurar que
los individuos y comunidades más vulnerables al cambio climático
de nuestra Madre Tierra puedan adaptarse;
●
Desinversión de actividades que apoyen la extracción continua de
combustibles fósiles y la opresión de pueblos indígenas y comunidades al frente
de la lucha al cambio climático, y fomentar la inversión en actividades que
empoderen a las comunidades para tomar el control de su futuro energético; y
●
Una transición inmediata a un futuro energético descentralizado y
democratizado, iluminado por fuentes energéticas 100% renovables y sostenibles.
Noviembre 12, 2015
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Artículo compartido por radialistas apasionad@s