Historias bíblicas de ayer que se repiten hoy
LAS PUERTAS
AYER:
La primera puerta que se le cerró al ser humano,
cuenta la biblia en su lenguaje
simbólico, fue la del Paraíso según dice
el génesis (3, 23-24):
Y el Señor
Dios los expulsó del Edén, para que trabajara la tierra de donde lo había
sacado. Echó al hombre, y al
oriente del jardín del Edén colocó a querubines y una espada de fuego
zigzagueante para cerrar el camino del árbol de la vida.
Ya ven. Aquel Jardín tuvo como puerta que cerraba el
paso una espada de fuego y unos
querubines.
Hoy
en el lenguaje popular querubín
es un signo de belleza, sobre todo infantil.
“Este niño es un querubín” – se dice.
Pues…
Para las culturas de las tierras donde se escribió la biblia se trataba de criaturas con cuerpo de toro, alas de águila y cabeza humana. De ahí pasa al hebreo, al griego y
latín. Para estas culturas el querubín era un genio alado, guardián sagrado de
las puertas, en forma de animal, especialmente bajo el aspecto de un toro alado con
cabeza humana, como se ve en estas ruinas de Persépolis, Persia… lo que hoy es
Irán. (Al llegar aquí me quedo
preocupado. Algunas personas me responderán
con la clásica pregunta : “¿entonces no es verdad lo que dice la biblia
de la serpiente,
la fruta prohibida, el árbol del
bien y del mal y los querubines?. Algunos
tendrán resuelta esa duda, pero al
final de este artículo añado una pequeña “aclaración” para los que no
conocen cómo leer la biblia) Seguimos:
Estábamos hablando de esa “puerta del
jardín”, donde una espada de fuego les cerró el
paso a Adán y Eva. Conforme la humanidad fue
construyendo sus viviendas, necesitaron
defenderse de las fieras y de los
enemigos, abriendo y cerrando puertas,
no sólo las familias sino los
pueblos.
Las murallas
eran un signo de civilización avanzada como
señal de defensa y de acogida. Las puertas se abrían y cerraban según los momentos y la
necesidad de quien intentaba refugiarse en su recinto.
Las puertas
no sólo eran refugio y encierro, sino
también acogida y como brazos abiertos a
quien llegaba a la ciudad o a cualquier casa.
Y ya, sin querer, con esta enfermedad, hemos saltado al
Hoy
Porque el ayer y hoy se funden en nuestra historia.
Vamos encontrando puertas cerradas y abiertas en todas las
épocas y lugares.
Aquel Jesús dijo:
Aquel Jesús dijo:
“Yo
soy la puerta de las ovejas Todos los
que vinieron antes de mí son ladrones y salteadores, pero las ovejas no les
hicieron caso. Yo
soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará
pasto. El ladrón sólo viene para robar y
matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la
tengan en abundancia”.…
Como un veneno entre los hombres que decían ser sus seguidores, se ha
mezclado un extraño invento llamado capitalismo,
consumo, diferencia de clases… La mezcla ha dominado el mundo y ha envenenado a los mismos seguidores del
profeta, mintiendo al decir que todas las
puertas cerradas eran así
“por voluntad de Dios”.
Y se cerraron las puertas de muchos templos, y los candados
estrangularon su acogida.
Pero los que
creían que Jesús es la Puerta, los que
sabían que no
era de madera, ni de bronce sino
de carne, , empezaron animosos a abrir muchas puertas por el mundo
entero.
Entonces Francisco inspirado, se acercó a unas puertas que llamaban santas
y las hizo santas de verdad, porque las abrió de par en par y las puso por nombre:
Misericordia
Y todas quedaron
Abiertas.
Aclaración:
Al principio del artículo este, al hablar de Adán y
Eva y el paraíso les dije que cuando se lee hay que entender lo que quiere decir. Les prometí una
aclaración, Aquí está :
(“Aclaración” para los que no conocen cómo leer la biblia)
La enseñanza de la Biblia no es sólo entender todo
lo que dice, al pie de la letra. La biblia tiene historias, fábulas,
poesías, cuentos, leyendas. Todo es
importante, pero bien entendido. Hay un
folleto en este mismo blog que se llama
“Tener religión o tener fe”, Allí se cuenta este ejemplo que les puede servir:
La mentira era muy atractiva, se
vestía con lujoso s trajes, collares,
pendientes…
La
verdad andaba desnuda por la vida
y todos la rechazaban, la insultaban, la echaban fuera
de sus ciudades.
Cuando la mentira encontró a la verdad triste,
tirada al borde del camino, sintió
piedad por ella (hay mentiras piadosas)
y le dijo: “Si quieres , pobre
verdad, te doy un consejo para que no te rechacen. Tienes que arreglarte un poco mejor, ponerte
elegante, no andar así por el mundo… Te voy a
ayudar”.
La mentira buscó alguno de sus vestidos bonitos, sombreros,
pendientes, collares y fue vistiendo a la verdad.
La verdad se miró al espejo y sonrió. Así estoy mejor.
La verdad se miró al espejo y sonrió. Así estoy mejor.
Dio las gracias a la mentira y se dirigió a la ciudad con esperanza de que la aceptarían…
Pero cuando se alejaba escucho la voz de la mentira:
- “ ¡Eh verdad! Un último consejo. Cuando te pregunten quién eres no les digas que eres la verdad”
-
“Entonces qué les digo?”
-
Diles que eres… la fábula.
(Cuento de Ana García Castellano)
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¿Entienden? : la fábula, la parábola, el cuento, la poesía… no
son mentira. Son la verdad bellamente adornada.
Así presentaba la verdad Jesús. Así se presenta muchas veces la verdad en la
biblia. Algunos dicen: “la biblia no dice la verdad”. Les respondemos: “sí dice
la verdad pero vestida de fábula, de
leyenda, de poesía, cuento…”. Esto sucede
por ejemplo con lo que contamos
al principio de este artículo. Que ustedes lo piensen bien.