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4 de abril de 2016

Laudato Si: 4 HERMANO HIELO

Adaptación radiofónica de la encíclica Laudato Si  producida por la Red Eclesial Panamazónica, REPAM, y Radialistas .  La ficción es que San Francisco de Asís, que conversaba con los hermanos pájaros y con el hermano lobo, conversa ahora con el maíz transgénico, con el petróleo, con el oro de las minas a cielo abierto, con la Madre Tierra. Ver la serie completa



La Tierra tiene fiebre por esos gases. Fiebre alta, tiembla, suda… ¿Y qué hacen los humanos? Queman más petróleo, más carbón, producen más calor. Es como si a la Tierra enferma le pusieran encima un manto de lana gruesa. Cada vez se recalienta más.




FRANCISCO La paz con ustedes. Bendiciones para quienes me escuchan. Soy Francisco, el de Asís, el enamorado de la creación y de las criaturas. No van a creer dónde estoy. En el Polo Norte. Sí, en la tierra de los osos polares… aunque todavía no he visto ninguno. En el Polo Norte por los lados de Siberia. ¿Que cómo llegué hasta aquí? Bueno, como ustedes dicen que soy santo, los santos tenemos nuestros trucos… El Polo Norte, la tierra más fría del mundo. Un paisaje de paz, blanco, sin horizontes, cubierto de nieve. No sé por qué mi tocayo, el Papa Francisco ha dicho que estos lugares están al borde de una catástrofe. ¿No estará exagerando un poco? Como es argentino… Voy a hablar con mi hermano el Hielo. Él debe saber… Hermano Hielo!... ¡Hermano Hielo!... Tal vez esté dormido… ¡Hermano Hielo!

HIELO           Dormido no, Francisco. Mareado. Ahogado. Tú, ¿no sientes que te falta el aire?

FRANCISCO Sí, también me estoy sintiendo un poco mal, hermano Hielo. Pero, dime una cosa, tú hablas como mujer…

HIELO           No olvides, Francisco, que soy agua. Agua congelada.

FRANCISCO            Es cierto. En fin, hermana agua helada, explícame por qué a ti y a mí nos está faltando el aire. ¿Qué pasa?

HIELO           ¿Ves esa columna de humo que sube, que sale de las entrañas de la tierra, por debajo de mi manto blanco? ¿La ves?

FRANCISCO La veo, sí. Y me recuerda la columna de nube con la que Dios guiaba a su pueblo en el desierto.

HIELO           Te equivocas. Esa no es una columna de Dios. Es el aliento del diablo.

FRANCISCO            ¿Por qué dices eso, hermano Hielo?

HIELO           Y no hay una. Mira hacia atrás, mira a tus costados… Decenas de columnas de humo por todas partes. Ésas son las culpables de que nos falte el aire, a ti y a mí, Francisco.

FRANCISCO Nos falta aire y nos sobra frío. ¿Qué tal si llamamos al hermano Fuego para que nos eche una mano y nos caliente un poco?

HIELO           Ni se te ocurra, Francisco. Prender fuego junto a estas columnas de humo… Se formaría una llamarada azul… Todo explotaría… Y yo me derretiría rápidamente.

FRANCISCO            Tranquilo, hermano Hielo. Aclárame las cosas. ¿Qué maldición es este humo?

HIELO           Es un gas venenoso, es una ponzoña, Francisco, un gas llamado metano.

CIENTÍFICO No me lo explico… Cuando vinimos el verano pasado eran escapes de gas de unos pocos metros… Ahora han aumentado de tamaño, son enormes… Y no son cien ni doscientos, son miles de columnas de metano…

RUSO Doctor Smiletov… ¿y qué consecuencias tendrá esto?

CIENTÍFICO El metano es un gas de efecto invernadero veinte veces más potente que el dióxido de carbono. Si la capa de hielo sigue derritiéndose… se avecina una catástrofe, una contaminación planetaria.

FRANCISCO            ¿Y de dónde sale ese “metano”?

HIELO Aquí, en esta parte alta del mundo, hace miles de años, había bosques, vegetación abundante, animales… Todo murió y quedó guardado bajo mi manto de nieve blanca.

FRANCISCO            ¿Y después?

HIELO           Con el tiempo, toda esa materia se pudrió y se convirtió en gas, en bolsones gigantes de gas, de este gas, ¡de metano! Si mi capa dura de hielo se derrite, ese gas escapará a los aires.

FRANCISCO            Pero ese señor dice que ya te estás derritiendo…

HIELO Sí, porque estoy entre dos gases… Ese que él llamó dióxido de carbono sale de las fábricas, de los motores, de las chimeneas… Ese calienta el aire del mundo. Y el calor me derrite. Y por debajo de mí sale otro gas, el metano… Dime una cosa, Francisco. ¿Qué hacía tu madre cuando te enfermabas, cuando tenías fiebre?

MADRE         ¡Cuánta fiebre tienes, Panchito!... Tráiganme unos paños con agua fría… Rápido… Así, así... con esto te bajará la calentura…

HIELO           Pues los humanos lo hacen al revés. La Tierra tiene fiebre por esos gases. Fiebre alta, tiembla, suda… ¿Y qué hacen los humanos? Queman más petróleo, más carbón, producen más calor. Es como si a la Tierra enferma le pusieran encima un manto de lana gruesa. Cada vez se recalienta más.

FRANCISCO            Ya voy entendiendo, hermano Hielo…

HIELO Con tanto calor me derrito yo. Entonces, suben los mares, se inundan las ciudades costeras, desaparecen las islas pequeñas, se ahogan las criaturas, el Sol quema más y más…

FRANCISCO            ... y el mundo se achicharra.

HIELO           En los últimos cuarenta años ya se ha derretido la mitad del hielo del Polo Norte… ¡la mitad de mí se ha fundido en menos de medio siglo!

FRANCISCO            Ahora comprendo por qué no he visto todavía un solo oso polar…

HIELO           No son sólo los osos, Francisco. Son los hijos y las hijas de Dios. Los inuits, los yupik, que los conocen como esquimales… En estos hielos eternos viven más de cuatro millones de hermanos y hermanas tuyas… que van a desaparecer junto conmigo. Y si viajas al Polo Sur, a la otra punta del planeta, es igual o peor…

FRANCISCO Es terrible lo que me cuentas. Pero dime, ¿qué mundo le piensan dejar estos necios, perdón, estos congéneres míos, a sus nietos, a sus nietas, a quienes vienen detrás de ellos?

HIELO           Me derrito, Francisco, y cuando todo el hielo del planeta se haya derretido, la Tierra quedará inundada.

FRANCISCO ¿El fin del mundo?

HIELO A esos científicos que por aquí pasaron les escuché decir un día…

CIENTÍFICO Dios perdona siempre. Los hombres, a veces. La Naturaleza, nunca.

HIELO           Antes te dije que esas columnas de humo, de metano, eran las culpables. No, Francisco, los culpables son los seres humanos que tanto daño le han hecho a la Naturaleza. Ellos son los responsables del desastre.

FRANCISCO Hermano Hielo, ¿y esto que me cuentas tiene alguna solución?

HIELO           Si ellos quisieran, si escucharan la voz de tu tocayo… Tendrían que dejar de usar petróleo y carbón. Del agua, del viento, del Sol, hasta de los volcanes sacarían toda la energía que necesitan para sus trabajos. ¡Todavía están a tiempo!

Dice el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si, Alabado Seas:

El derretimiento de los hielos polares y de planicies de altura amenaza con una liberación de alto riesgo de gas metano, y la descomposición de la materia orgánica congelada podría acentuar todavía más la emanación de anhídrido carbónico… Si la actual tendencia continúa, este siglo podría ser testigo de cambios climáticos inauditos y de una destrucción sin precedentes de los ecosistemas, con graves consecuencias para todos nosotros… Hay regiones que ya están especialmente en riesgo y, más allá de cualquier predicción catastrófica, lo cierto es que el actual sistema mundial es insostenible. (Laudato Si 24, 61)

Y dijo el Papa Francisco en el Encuentro con los Movimientos Populares en Bolivia:

Queremos un cambio, un cambio real, un cambio de estructuras. Este sistema ya no se aguanta, no lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades, no lo aguantan los pueblos. Y tampoco lo aguanta la Tierra, la hermana Madre Tierra, como decía San Francisco.


PREGUNTAS PARA EL DEBATE

1- Imagina que tienes que explicarle a alguien en qué consiste el cambio climático. ¿Qué le dirías?

2- ¿Conocías del peligro del gas metano en Siberia? ¿Qué tiene que ver eso con las hamburguesas que comes?

3- ¿Por qué ha habido tanta resistencia a aceptar que el planeta enfrenta un cambio climático? ¿Quiénes se han opuesto a esta evidencia durante años y por qué?