Historias bíblicas de ayer que se repiten hoy
Mirar + repetir +
actividades
o…
Ver + juzgar +
actuar
Este título es lo que se llama un dilema entre 3 pasos u otros 3 pasos distintos que tendremos que resolver en nuestras opciones de vida.
Ayer
Cuando hablamos de ayer, en esta ocasión nos referimos sobre todo a un
modo de vivir en este mundo, con sus
acontecimientos, cambios físicos
o sociales… pero abordar todo
dando tres pasos tímidos que podemos llamar:
Mirar + repetir + actividades.
VER:
Me explico: Una cosa es mirar y otra ver.
Para ver hay que mirar, sí, pero se puede mirar sin
ver
Recuerden
la conocida frase “cuando al tonto le señalan algo con el dedo… él se queda mirando al dedo; no se entera de
lo que le están señalando.
También puede suceder que a alguien le señalen una realidad, y la mire,
pero no ve lo que le señalan sino
algo que distrae su atención…
¿Qué pensarían ustedes de quien, al contemplar esta foto comentase:
“¡qué tejido más bonito! ¿De qué país es típico?” Pero no se fijase en
el rostro y las costillas que resaltan
en el cuerpecito del niño.
Entre el mirar y el ver, tenemos como enlace el “fijarse”. Naturalmente cada uno se fija en lo que le interesa.
Entre el mirar y el ver, tenemos como enlace el “fijarse”. Naturalmente cada uno se fija en lo que le interesa.
Ese es precisamente
uno de los trucos de la publicidad: Ante una realidad nos seleccionan aquello en lo que nos debemos
fijar. Ninguna foto es neutral. Cuando enfocamos algo con el objetivo
de nuestra cámara, ese objetivo ya es “subjetivo”.
Por algo dicen los técnicos en sociología de la información que lo que no aparece en la prensa, la televisión… no existe.
Por algo dicen los técnicos en sociología de la información que lo que no aparece en la prensa, la televisión… no existe.
Pero no queremos hablar ahora de los medios de comunicación sino de nuestra visión de la realidad. De aquello en que nos fijamos, lo que vemos… También, hablando del oído: lo importante no es lo que oímos sino lo que escuchamos. “No hay mayor sordo – decimos – que el que no quiere escuchar”. Pues ahora dejamos el ver y damos otro paso:
REPETIR.
Ante lo que hemos
visto, si es algo que nos llama la atención, nos surgen pensamientos… pero
esos pensamientos no nacen de la nada, porque según vamos avanzando en la vida, vamos
teniendo en nuestra memoria una serie de conocimientos, de sentimientos,
de ideas “prefabricadas” y según esas
ideas analizamos lo que vemos.
Volviendo a la imagen anterior: quien desde su infancia, en una sociedad racista ha aprendido a mirar a los que son distintos por raza, clase social… como despreciables, ese al ver la foto, no hará mucho caso de la situación del pequeño. Dirá que está así por culpa de sus padres que no trabajan, por mala suerte… y sólo fijará su interés en dónde podría comprar una tela típica como esa de la foto para ponerla en la mesa del comedor como mantel (porque él come sobre manteles todos los días).
Por eso más que reflexionar sobre lo que ve, sus causas y consecuencias, automáticamente su cerebro repite los conocimientos que ha adquirido gracias a su ambiente social y a la educación que ha recibido. Procura no hacerse muchas preguntas.
Su comentario a la foto le puede llevar a decidirse por alguna…:
ACTIVIDAD en consecuencia de lo que vio, que podría ser: “voy a enterarme dónde se pueden comprar unas telas de esas tan bonitas. Dentro de una semana es el cumpleaños de mi prima. A ella le gustan los objetos típicos”…
Tal vez sea esto una caricatura, pero en nuestra vida podemos convertir situaciones más o menos dramáticas o trágicas en caricaturas de una realidad que nos trae sin cuidado, tanto a nivel individual como colectivo.
Conozco asambleas donde, ante problemas serios o angustiosos la reacción no es poner remedio, sino realizar “actividades”, más o menos interesantes o folklóricas - eventos se suelen llamar - donde, como dice el refrán, todo queda en “mucho ruido y pocas nueces”. Actividades tal vez muy movidas, pero que no tienen consecuencias en el fondo de la cuestión, porque miraron sin ver, repitieron tópicos sin pensar con espíritu crítico y luego lo único que hicieron fueron ACTIVIDADES sin consecuencia.
Y con eso saltamos al
Hoy
Como decía al principio, aquí el ayer, es mirar atrás, a lo que “siempre se ha hecho así” y el hoy es mirar- más que al futuro,- mirar al frente, al presente que podríamos transformar.
Volviendo a la imagen anterior: quien desde su infancia, en una sociedad racista ha aprendido a mirar a los que son distintos por raza, clase social… como despreciables, ese al ver la foto, no hará mucho caso de la situación del pequeño. Dirá que está así por culpa de sus padres que no trabajan, por mala suerte… y sólo fijará su interés en dónde podría comprar una tela típica como esa de la foto para ponerla en la mesa del comedor como mantel (porque él come sobre manteles todos los días).
Por eso más que reflexionar sobre lo que ve, sus causas y consecuencias, automáticamente su cerebro repite los conocimientos que ha adquirido gracias a su ambiente social y a la educación que ha recibido. Procura no hacerse muchas preguntas.
Su comentario a la foto le puede llevar a decidirse por alguna…:
ACTIVIDAD en consecuencia de lo que vio, que podría ser: “voy a enterarme dónde se pueden comprar unas telas de esas tan bonitas. Dentro de una semana es el cumpleaños de mi prima. A ella le gustan los objetos típicos”…
Tal vez sea esto una caricatura, pero en nuestra vida podemos convertir situaciones más o menos dramáticas o trágicas en caricaturas de una realidad que nos trae sin cuidado, tanto a nivel individual como colectivo.
Conozco asambleas donde, ante problemas serios o angustiosos la reacción no es poner remedio, sino realizar “actividades”, más o menos interesantes o folklóricas - eventos se suelen llamar - donde, como dice el refrán, todo queda en “mucho ruido y pocas nueces”. Actividades tal vez muy movidas, pero que no tienen consecuencias en el fondo de la cuestión, porque miraron sin ver, repitieron tópicos sin pensar con espíritu crítico y luego lo único que hicieron fueron ACTIVIDADES sin consecuencia.
Y con eso saltamos al
Hoy
Como decía al principio, aquí el ayer, es mirar atrás, a lo que “siempre se ha hecho así” y el hoy es mirar- más que al futuro,- mirar al frente, al presente que podríamos transformar.
De ese modo, el hoy
presente nos pide tres pasos distintos:
VER + JUZGAR + ACTUAR
VER.- No tratamos de ver fotografías o películas,( lo que también puede ayudarnos,) sino tener los ojos abiertos a la realidad viva.
No podemos ver toda esa realidad, pero sí hacer un esfuerzo por enterarnos de lo que sucede a nuestro alrededor., o en alguna situación que estamos pasando.
La realidad con todos sus matices, elementos positivos y negativos… no vamos a encontrarla nunca. Nuestros ojos y oídos no van a poder abarcar todo lo que sucede cerca o lejos de nosotros, pero no estemos pasivos, sin hacer un esfuerzo por ver, para ser conscientes de lo que está sucediendo. Ese es el primer paso. Por eso es bueno que el diálogo, la discusión amistosa, no agresiva, nos ayude a acercarnos humildemente a la realidad. Pues así demos un paso más.
JUZGAR Esa palabra suena peligrosa, agresiva. “No juzguen y no serán juzgados” dijo Jesús. Pero aquí no se trata de juzgar al prójimo, sino juzgar la realidad que hemos visto y tal vez juzgarnos a nosotros mismos. En vez de juzgar podríamos decir: pensar, analizar, reflexionar, … Pero elijo juzgar en homenaje al hombre que fue de los primeros en proponer este modo de discernir nuestra misión en la vida Muchos sabrán a quien me refiero:
Joseph Cardijn sacerdote
belga que entregó su vida por la liberación
de los jóvenes obreros. Fundó la JOC, : juventud obrera
cristiana, que hoy se ha extendido por
gran parte del mundo. Su método “la revisión de vida”, se apoyaba en estas mismas
palabras, ver + juzgar + actuar.
Esto ha influido en muchas personas y grupos de reflexión para trabajar por la verdad y la justicia con los pies en la tierra. En el último concilio los obispos trabajaron siguiendo este sistema y es un instrumento importante para buscar el camino de vida y acción.
Esto ha influido en muchas personas y grupos de reflexión para trabajar por la verdad y la justicia con los pies en la tierra. En el último concilio los obispos trabajaron siguiendo este sistema y es un instrumento importante para buscar el camino de vida y acción.
Estábamos, después de ver, abordando el juzgar. Después de haber visto lo que sucede en algún caso de nuestra situación personal o comunitaria y de preguntarnos: ¿y esto qué causas tiene?, ¿qué consecuencias puede tener?... Vamos al fondo de la situación vista y pensamos qué hace falta para que sea algo positivo en la vida, no sólo nuestra, sino de la sociedad.
Si somos seguidores de aquel Campesino Galileo, de su acción y su palabra: ¿Cómo se refleja en Él esta situación nuestra y qué respuesta podemos darle?. O sea: juzgamos esa realidad iluminándola con el espíritu, palabra y acción de Jesús .Si estas reflexiones se hacen en grupo se trata de buscar juntos esa luz para saber que tenemos que hacer. Así nos preparamos para dar el tercer paso.
ACTUAR. No podemos quedarnos solamente en analizar la realidad y reflexionar que respuesta puede tener en nuestra vida. Hace falta que ahora se responda con acciones concretas para que nuestra realdad y el ambiente donde estamos vaya cambiando. Es preciso ser decididos y no quedarnos en palabras, sino de verdad actuar sobre esa situación que habíamos planteado. Este paso es el más delicado.
Podíamos limitarnos a: ver, reflexionar… y ahí termina
todo sin acción. No se trata de actividades superficiales que no produzcan
ningún cambio personal ni social. Es
cuestión de ir poco a poco transformando
este mundo en que vivimos según lo que hemos visto y reflexionado en los pasos
anteriores.
También es posible que demos el tercer paso pero nos equivoquemos en la acción o nos acusen de que es errónea nuestra toma de compromiso, Puede que tengan razón. También es posible que nuestras acciones sean fieles a la justicia a la paz, al evangelio, pero por eso han molestado a quienes se limitaban a “mirar sin ver”, a “repetir normas pasadas” sin conciencia crítica, a hablar, hablar… “sin hacer nada”.
En todo caso si nos acusan de cometer errores en la acción, es bueno responder a quienes se empeñan en que todo siga igual, a los que critican toda iniciativa que inquiete su tranquilidad… es bueno responderles:
También es posible que demos el tercer paso pero nos equivoquemos en la acción o nos acusen de que es errónea nuestra toma de compromiso, Puede que tengan razón. También es posible que nuestras acciones sean fieles a la justicia a la paz, al evangelio, pero por eso han molestado a quienes se limitaban a “mirar sin ver”, a “repetir normas pasadas” sin conciencia crítica, a hablar, hablar… “sin hacer nada”.
En todo caso si nos acusan de cometer errores en la acción, es bueno responder a quienes se empeñan en que todo siga igual, a los que critican toda iniciativa que inquiete su tranquilidad… es bueno responderles:
Ustedes llevan mucho
tiempo equivocándose a favor de los
privilegiados. Permitan que alguna vez nos equivoquemos cuando intentamos un mundo nuevo donde quepan todos.
Este sistema de “revisión de vida” que hemos presentado puede servir para quienes revisan en soledad su camino personal y sus actos, o para quienes en grupos, pequeñas comunidades, equipos de trabajo y reflexión no quieren quedarse en palabrerías y ponen su vida en la tierra al servicio de este mundo que somos todos.
Este sistema de “revisión de vida” que hemos presentado puede servir para quienes revisan en soledad su camino personal y sus actos, o para quienes en grupos, pequeñas comunidades, equipos de trabajo y reflexión no quieren quedarse en palabrerías y ponen su vida en la tierra al servicio de este mundo que somos todos.