Aquí ¿ven?
Hay una bota, sólo una.
Es bota de peregrino, en el final, que dicen,
de la tierra
Los que van
a Compostela paso a paso
Cuando llegan a Santiago, a la sombra de sus torres,
aun no acaba su sendero.
Más allá del santuario…
Más allá se
encuentra el cabo al que llaman
Finisterre
fin del
mundo, que decían los marinos,
cuando aún nadie sabía que -plus ultra- más
allá del océano
seguía otra tierra .
Se llamaba Abya yala antes de que el nombre
la robaran.
Los pacientes peregrinos que cruzaban
bosques montes y camino
Al
salir del santo templo, no se quedan satisfechos
continúan caminado hasta las rocas a encontrarse
con el mar.
Y se quedan contemplando el horizonte y
soñando con lo que hay allí detrás
Como ya no hay más camino, se despojan de
sus botas
Y las queman o las dejan como símbolo de
haber llegado hasta el final.
Allí queda pues la bota entre las rocas, junto al mar.
…….
Sólo
tiene el peregrino que volver a la ciudad de que salió
y buscar otros caminos, a seguir ganando el
pan de cada día
y marchar por otras sendas
recordando que allá quedó la bota
como signo de que todo es un sendero
aunque sabe que
algún día
habrá un final,
un finisterre
donde pueda
Descasar
de todos
los caminos.