Las
montañas que están cerca, a las de Perú, las de Colombia, las de Chile, todos
los glaciares te dirían lo mismo. Estamos en agonía.
FRANCISCO
¡Hermanas y hermanos, los saludo con la bendición y la paz del buen Dios! Soy
Francisco de Asís… Ah, por fin llegué... Durante un buen rato a lomo de burro y
otro buen rato trepa que trepa, estoy casi en la cumbre del Huayna Potosí, en
Bolivia… ¡Qué vista tan hermosa desde esta altura! ¡Y qué frío tan
espantoso!... Te saludo, hermana Nieve.
NIEVE
Una muy calurosa bienvenida a nuestra fría casa, Hermano Francisco. Te
esperaba.
FRANCISCO
¿Cómo? ¿Sabías que vendría?
NIEVE
Mi primo el Hielo me dijo que andas recorriendo el mundo… Y como es tan famoso
lo que dijiste de mí, de la nieve, pensé que…
FRANCISCO
Me falla la memoria. Recuérdame qué dije.
NIEVE
Le dijiste a Fray León que “la perfecta alegría” era que te despreciaran y
después te empujaran y te revolcaran en la nieve. Tú querías sufrir por Dios.
FRANCISCO
¿Eso dije?... Pues fui muy vehemente y exaltado… Ahora ya entendí que Dios no
quiere el sufrimiento y que la “perfecta alegría” consiste en luchar por un
mundo justo donde a nadie le sobre para que a nadie le falte…
NIEVE ¡Como has cambiado, Francisco!
FRANCISCO Olvídalo, ya no vengo a revolcarme
en la nieve, vengo a escucharte. ¿Cómo te va? Cuéntame…
NIEVE
Me va muy mal, Francisco. Estoy agonizando.
FRANCISCO
No puede ser, te veo tan radiante…
NIEVE
Si subieras a todas las montañas que están cerca, a las de Perú, las de
Colombia, las de Chile, todos los glaciares te dirían lo mismo. Estamos en
agonía.
FRANCISCO
¿Cómo es eso, hermana Nieve?
NIEVE
Mira, Francisco, las nieves podemos vivir millones de años tranquilas,
alimentando en silencio los manantiales y llenando el mundo de agua cristalina
cuando la temperatura se entibia…
FRANCISCO
Así era en Asís. Llegaba la primavera y los ríos y los arroyos rebosaban con el
agua que nos regalabas, hermana Nieve.
NIEVE
Así fue siempre, Francisco. Las cumbres nevadas somos generosas, somos la
cabeza de la anciana madre Tierra, su cabeza canosa y sabia…
FRANCISCO
¿Y ahora?
NIEVE Ahora vamos a morir. Pero no por
viejas, no de muerte de años, sino de muerte matada.
FRANCISCO
Te creo, pero te veo tan abundante todavía…
NIEVE
Se nota que nunca habías subido tan alto. Hace muy poco mi blancura llegaba
hasta más allá… Se perdían tus ojos contemplándola. Y ahora, mira en lo que he
quedado. Me estoy derritiendo, Francisco, poco a poco me acabo. En unos años ya
no me verás. Dime, Francisco, ¿tú tienes hijos?
FRANCISCO No, yo no tuve…
NIEVE Pues tal vez los hijos de las hijas
de quienes nos están oyendo, nunca verán nieve en las montañas… Mira, fíjate en
aquellos que suben por ahí...
ANDINISTA
1 Ey, padrecito, ¿qué hace usted ahí tan solitario y temblando? Venga con
nosotros, tenemos chocolate caliente.
FRANCISCO
Después, después… ahora estoy conversando.
ANDINISTA
1 ¿Con quién está conversando si está más solo que un huérfano?
FRANCISCO
Con Dios, converso con Dios.
ANDINISTA
2 Déjalo, está loco. Al menos, no morirá de frío, parece bien abrigado con esa
túnica oscura que lleva encima… ¡Adiós!
NIEVE Son escaladores que siempre vienen a
visitarme. Cada vez llegan más pronto a la cumbre porque cada vez hay menos
nieve en las laderas.
FRANCISCO
Hermana Nieve, ¿también tú me dirás que el responsable de tu agonía es el
cambio climático?
NIEVE
Sí, Francisco, lo tengo que repetir. Es el calentamiento del mundo el que
enloquece al clima.
FRANCISCO
El mar me dijo que con el calor subía de nivel, la lluvia me dijo que con el
calor andaba descontrolada, el aire que lo estaban envenenando…
NIEVE
Y ese calor, además de derretirnos, nos ensucia. Desde las montañas nevadas del
Himalaya hasta el Illimani, que es más alto que este Huayna Potosí, desde los
glaciares del norte hasta los del sur, verás nieve oscura.
NIEVE
Sí, cuando el clima no está enfermo, nosotras, las nieves, somos blancas
blanquísimas, pero con estos cambios nos estamos opacando, y así ya no podemos
cumplir con la tarea que le debemos a la Madre Tierra.
FRANCISCO
¿Y cuál es esa tarea, hermana Nieve?
NIEVE
Refrescarla. Ya sabes, la ropa oscura, como esa que llevas encima, calienta,
absorbe los rayos del Sol. La ropa blanca refresca, rebota esos rayos.
FRANCISCO
¿Y de dónde viene la cochinada que te cae encima?
NIEVE Del hollín de los incendios, del
polvo negro que botan los motores… Estoy quedando como un espejo sucio,
empañado. Ya no logro reflejar bien la luz del Sol. Y entonces, me derrito
antes. Calor que llama a más calor.
CIENTÍFICO En los últimos 40 años, los glaciares andinos
se han reducido a la mitad. En pocos años más los de Bolivia habrán
desaparecido y el lago Titicaca se quedará sin agua. En el Perú, los glaciares
por debajo de los cinco mil metros ya desaparecieron. Ecuador, Perú y Bolivia
dependen de esas fuentes de agua. Hasta el río Amazonas, el mayor del mundo,
nace en esos glaciares.
FRANCISCO
Era fiero y cruel aquel lobo que logré detener en Gubbio… ¿Quién podrá detener
esta calamidad?
NIEVE
Para detenerla, Francisco de Asís, tienes que pregonar que el mundo no se ha
recalentado así porque sí.
FRANCISCO
Ni tampoco porque Dios quiere castigarnos.
NIEVE Hay responsables, Francisco.
FRANCISCO
Y ya los conozco. Son los empresarios del petróleo, los políticos que lo
permiten y los banqueros que lo financian.
FRANCISCO
Pero, dime, hermana Nieve, ¿qué mundo querrán ellos dejarles a quienes vienen
detrás, a tantos jóvenes que están creciendo?
Dice
el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si, Alabado Seas:
Los
glaciares son pulmones del planeta repletos de biodiversidad… El ambiente
natural está lleno de heridas producidas por nuestro comportamiento
irresponsable. También el ambiente social tiene sus heridas… El deterioro del
ambiente y el de la sociedad afectan de un modo especial a los más débiles del
planeta. Tanto la experiencia común de la vida ordinaria como la investigación
científica demuestran que los más graves efectos de todas las agresiones
ambientales los sufre la gente más pobre. (Laudato Si 38, 6, 48)
Y dijo el Papa
Francisco en el Encuentro con los Movimientos Populares en Bolivia:
La casa común de
todos nosotros está siendo saqueada, devastada, vejada impunemente. La cobardía
en su defensa es un pecado grave. Vemos con decepción creciente cómo se suceden
una tras otra cumbres internacionales sin ningún resultado importante. Los
Pueblos y sus movimientos están llamados a clamar, a movilizarse, a exigir
–pacífica pero tenazmente– la adopción urgente de medidas apropiadas. Yo les
pido, en nombre de Dios, que defiendan a la Madre Tierra.
PREGUNTAS PARA
EL DEBATE
1-
¿En tu país hay problemas con el derretimiento de los glaciares? ¿Qué
consecuencias provoca?
2-
¿Cómo explicarías a otra persona el grave problema de la nieve oscura?
3-
¿A Dios le agradan los sacrificios, los ayunos y las penitencias? ¿Qué nos pide
Dios a los seres humanos?