Listos
para recordar a quienes dieron la Vida por el Reino
Luis
Miguel Modino
Van a ser
recordados aquellos que con su vida y su palabra mostraron que hacer realidad
el Reino desde la profecía debe ser una prioridad.
Cada
cinco años, en una pequeña ciudad del interior del estado de Mato Grosso, tiene
lugar uno de los momentos más esperados por la Iglesia de Base brasileña. Es la
Romería de los Mártires de la "Caminhada". Esta es la tierra en que
ha vivido Pedro Casaldáliga, uno de aquellos a los que José Comblin llamaba
Santos Padres de América Latina, uno de los que siguiendo los pasos de Medellín
quisieron hacer realidad esa nueva forma de ser Iglesia nacida del Vaticano II,
una Iglesia pobre y para los pobres, profética, samaritana.
Quien
apostó por esta forma de concretizar el Evangelio en América Latina pagó las
consecuencias, muchos con el martirio, otros con la persecución abierta. Fueron
muchas las vidas entregadas por el Reino, por lo que hacer memoria de estos
mártires es un deber para quien vive su fe como discípulo de Jesús de Nazaret.
Por eso este fin de semana, 16 y 17 de julio, va a celebrarse una nueva
Romería, en la que teniendo como lema "Profetas del Reino" van a ser
recordados aquellos que con su vida y su palabra mostraron que hacer realidad
el Reino desde la profecía debe ser una prioridad en la vida de quien se dice
cristiano.
El
encuentro tiene lugar en torno al Santuario de los Mártires de la
"Caminhada", construido en el entorno del lugar donde el 11 de
octubre de 1976, en plena Dictadura Militar, un policía disparó mortalmente contra
el jesuita João Bosco Burnier, que en compañía de Pedro Casaldáliga había
acudido a la comisaría local para defender a dos mujeres presas que estaban
siendo torturadas.
Entrar en
el Santuario es hacerlo en un lugar donde multitud de fotos ponen cara a
quienes han regado con su sangre el suelo latinoamericano. Ellacuría y sus
compañeros mártires de la UCA, los obispos Óscar Romero y Angelelli, la
religiosa norteamericana Dorothy Stang y Chico Mendes, asesinados por defender
la Amazonía brasileña, Ezequiel Ramin, Padre Josimo Tavares y Margarida Alves,
mártires de la Reforma Agraria en Brasil, Carlos Múgica, Vicente Cañas, son
sólo ejemplos de los miles y miles que no dudaron en dar la Vida por el Reino.
Se espera
la llegada de miles de personas procedentes de todos los rincones de Brasil,
que no dudan en recorrer miles de kilómetros en autobús para hacerse presentes
en este momento singular. Pero si todos son esperados, la mejor presencia es la
del propio Pedro Casaldáliga, que como han confirmado los organizadores, a
pesar de sus limitaciones físicas, y si no ocurre ningún contratiempo de última
hora, estará una vez más presente en la Romería, convirtiéndose así en un
estímulo para quienes hoy continúan creyendo que vale la pena ser profetas y
dar la vida para hacer realidad un mundo mejor para todos.
El
viernes y el sábado será momento para acoger a quien está llegando y realizar
algunas celebraciones y debates que ayuden a los presentes a entrar en el clima
de la Romería, que será abierta oficialmente en la noche del sábado con la
"Caminhada Martirial", para después disfrutar de un show y esperar la
celebración eucarística que tendrá lugar el domingo por la mañana en la
explanada del Santuario, en la que se hará memoria de todos los Mártires de la
Caminhada.
Oración de los Mártires de la Caminhada
Dios de
la Vida y del Amor, Trinidad Santa:
En
hermandad con los mártires da la caminhada
De
Nuestra América,
Os
alabamos y agradecemos
Por la
fuerza que derramaste en nuestros corazones
Para
derramar la vida y la muerte
Por la
Vida, en el Amor.
Como
Jesús, fueron fieles hasta el fin
Y dieron
la prueba mayor.
Por Él y
con Él,
Vencieron
el pecado, la esclavitud y la muerte
Y viven
gloriosos, siendo pascua en la pascua.
Derramad
también en nosotros vuestro Espíritu
De unión,
de fortaleza y de alegría,
Para que
demos totalmente nuestras vidas
Por la
causa de vuestro Reino.
Por esos
muchos hermanos y hermanas,
Testigos
pascuales.
Por
María, la madre del testigo Fiel.
Y por el
mismo Jesucristo, el Crucificado-Resucitado,
Primogénito
vencedor de la muerte.
¡Amén,
Azé, Awere, Aleluya!
- Pedro
Casaldáliga
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