Miles y miles de lombrices viven sin ser
vistas bajo nuestros pies. El científico Charles Darwin calculó unas 150 mil
lombrices por hectárea en un buen suelo británico moviendo y removiendo sin
cesar toneladas de tierra.
FRANCISCO ¡Paz y bendiciones para todas
mis hermanas y hermanos! Soy Francisco de Asís y hoy visito un lugar que lleva
el nombre de mi señor Jesús… El Salvador… Me han dicho que también lo llaman el
Pulgarcito, porque es el país más pequeño de esta región. Tal vez… pero el
bosque en el que ahora me encuentro es espléndido, lleno de árboles que se
alzan hasta las nubes. ¿Oyen el trinar de los pájaros?... Veo volar mariposas
de muchos colores. ¡Ah, alabado seas, mi Dios, por tanta vida que me dejas
contemplar!
LOMBRIZ ¡Es mucha más la vida que no
contemplas, Panchito!
FRANCISCO ¿Panchito?... Y tú, ¿quién
eres?
LOMBRIZ Del fondo de la tierra vengo.
Allí vivo. Soy una lombriz.
FRANCISCO ¡Una lombriz!... Espera, mejor
me siento junto a este árbol para hablar contigo… Te pondré en la palma de mi
mano… Así... Hablemos ahora. Cuéntame de tu vida, hermana Lombriz.
LOMBRIZ Mi
familia y yo vivimos en estos bosques. Y como somos tan chiquitas, nadie nos ve
ni nos toma en cuenta.
FRANCISCO Una vez mi maestro Jesús habló
de la más mínima de las semillas, la de mostaza y la comparó con el Reino de
Dios.
LOMBRIZ Pues hoy, Panchito, vengo en
representación de miles de millones de “mínimos” que vivimos en el reino de la
tierra. Y queremos conversar contigo.
FRANCISCO Conversemos. Pero antes, una
pregunta. ¿Por qué eso de llamarme siempre Panchito, como hacía mi madre doña
Pica?
LOMBRIZ Porque
nos han dicho que a ti te llamaban así: “el mínimo Francisco de Asís”.
FRANCISCO Sí… Un poeta de estas tierras
me puso ese apodo.
LOMBRIZ Y
te cae bien, porque eres chiquito y simpático. Es decir, Panchito. ¿Te molesta?
FRANCISCO Al contrario, hermana lombriz.
Me hace reír. Y la risa es lo que más nos acerca a Dios.
LOMBRIZ Panchito
o Mínimo Francisco, como quieras. Tu tocayo, Francisco de Roma, que no es tan
chiquito, el que te ha enviado a hacer estos viajes, está preocupado por
nosotras.
FRANCISCO ¿Y de dónde le viene la
preocupación? Explícame.
LOMBRIZ Por lo importantes que somos y
porque no nos dan importancia. ¿Sabías, Francisco-Panchito, que si no fuera por
nosotras, las lombrices, la tierra no produciría nada, no sería fértil?
FRANCISCO Pues no, no lo sabía, hermana
Lombriz…
LOMBRIZ Nunca descansamos en ese
trabajo. Nos comemos la tierra con todos sus minerales,... y después…
discúlpame la palabra… cagamos esa tierra ya transformada en abono.
FRANCISCO Todos las criaturas hacemos lo
mismo, así que no hay nada que disculpar.
LOMBRIZ Pues con ese come y caga… una
vez y otra vez, toda una vida, millones de veces, millones de nosotras hemos
hecho fecundas todas las tierras del mundo.
LOCUTOR Miles
y miles de lombrices viven sin ser vistas bajo nuestros pies. El científico
Charles Darwin calculó unas 150 mil lombrices por hectárea en un buen suelo
británico moviendo y removiendo sin cesar toneladas de tierra.
LOCUTORA Estimó
también que las lombrices son capaces de renovar la capa vegetal cada diez
años.
FRANCISCO Lo que escucho me asombra…
LOMBRIZ Has de saber,
Francisco-Panchito, que el suelo respira. El suelo, la tierra del suelo, está
viva. Nosotras las lombrices, junto a las termitas y las hormigas, la hacemos
respirar. ¿Sabes cómo nos llaman? Las “ingenieras del suelo”.
FRANCISCO Qué maravilla… En ustedes se
cumple aquello de que por boca de los pequeños Dios sacó alabanza.
LOMBRIZ Gracias,
Panchito-Francisco. Y te diré que también nos apodan “recicladoras” porque
cuando no hay tierra comemos papel, cartón, todos los desperdicios de tus
hermanos humanos… Nosotras, obreras pequeñitas, sabemos cómo limpiar la basura
del planeta.
FRANCISCO Ustedes son como los millones
de hermanas y hermanos míos que trabajan en los talleres, albañiles, cocineras,
carpinteros, campesinas, artesanos, mujeres y hombres que trabajan invisibles,
y son quienes crean la riqueza de la familia humana… Sin ustedes, los pequeños,
el mundo no funcionaría.
LOMBRIZ Sí,
pero nos están acabando, Panchito. Nos eliminan.
FRANCISCO ¿Cómo? Aunque trabajan tan
escondidas en la tierra, ¿también están en peligro?
LOMBRIZ Si, Panchito, también nosotras
vivimos con miedo.
FRANCISCO ¿De qué, de quiénes, de los
mismos?
LOMBRIZ Sí,
de esos mismos, de quienes aman al dinero más que a la vida. Abusan de venenos
y eso nos va matando, le va quitando vida al suelo. Arrasan los bosques, la
tierra se vuelve desierto. Y sin agua no podemos vivir. Cuando la tierra se
seca, nos secamos nosotras.
FRANCISCO Tantos pequeños como ustedes
en peligro bajo la tierra. Y tantos pequeños sobre la tierra, descartables,
excluidas…
LOMBRIZ ¿Y qué podemos hacer, Panchito,
nosotras tan mínimas, ante estos poderosos tan grandes?
FRANCISCO Eso mismo se preguntaba mi
tocayo el Papa Francisco… ¿qué pueden hacer ustedes, los pulgarcitos del mundo?
HOMBRE ¿Qué puedo hacer yo, un
cartonero, si apenas gano para comer?
JOVEN ¿Y yo que tanto estudié y ahora no encuentro trabajo?
JOVEN ¿Y yo que tanto estudié y ahora no encuentro trabajo?
VIEJO ¡Llegar a viejo pá que te escondan
en un rincón de la casa!
CAMPESINA ¿Qué puedo hacer yo,
campesina, sin tierra propia y con un hombre que me maltrata?
INDÍGENA ¿Y yo, indígena, siempre
discriminada?
VECINO En
mi barrio, que ni agua ni luz tenemos, ¿qué podemos hacer?
MUCHACHA Sólo de prostituta encontré
trabajo, ¿cómo voy a darle de comer a mis hijos?
Dijo
el Papa Francisco en el Encuentro con los Movimientos Populares en Bolivia:
Ustedes,
los más humildes, los explotados, los pobres y excluidos, pueden y hacen mucho.
Me atrevo a decirles que el futuro de la humanidad está, en gran medida, en sus
manos, en su capacidad de organizarse y promover alternativas creativas… ¡No se
achiquen! ... ¡Pueden hacer mucho! ¡Pueden hacer mucho!
Y
dice el Papa Francisco dice en su encíclica Laudato Si, Alabado Seas:
Posiblemente
nos inquieta saber de la extinción de un mamífero o de un ave, por su mayor
visibilidad. Pero para el buen funcionamiento de los ecosistemas también son
necesarios los hongos, las algas, los gusanos, los insectos, los reptiles y la
innumerable variedad de microorganismos… Dios nos ha unido tan estrechamente al
mundo que nos rodea, que la desertificación del suelo es como una enfermedad
para cada uno, y podemos lamentar la extinción de una especie como si fuera una
mutilación. (Laudato Si 34, 98)
PREGUNTAS
PARA EL DEBATE
1- Remueve un poco la tierra y observa
las vidas que hay dentro de ella. ¿Podrías reconocerlas?
2- ¿A quiénes se consideran mínimos o
descartables en tu país o en tu comunidad?