Hace millones de años yo fui bosque.
Cuando mi vida terminó, volví a la tierra. Me descompuse… Y con el tiempo me
fui convirtiendo en esta pasta negra y apestosa. Ahora soy petróleo.
FRANCISCO ¡La
paz esté con ustedes, hermanas y hermanos! ¡Paz y felicidad y bendiciones de
Dios, que es padre y madre nuestra! Soy Francisco de Asís, amante de la
Naturaleza y amante de sus criaturas…
BARQUERO ¡Agárrese bien, padrecito, que
hay olas!
FRANCISCO Estoy
navegando por el río más caudaloso del mundo… ¡el gran Amazonas, el río mar,
como lo llaman! Estoy en la Amazonía del Brasil… A mi alrededor, árboles
inmensos, una selva tupida… Hermano barquero, ¿falta mucho para llegar?
BARQUERO No
se impaciente, padrecito… ¡ya falta poco!
BARQUERO Listo,
padrecito. Hemos llegado.
FRANCISCO Pero…
¿esto qué es? Usted me dijo que íbamos a la ciudad más hermosa del mundo…
BARQUERO Y aquí es, padrecito. Una ciudad
petrolera… Esos pozos que ve al fondo son de la empresa china. Más allá están
los gringos. Y de este lado del río, los brasileños, allá los argentinos…
¡petróleo por todas partes!
FRANCISCO No
te entiendo, hermano barquero. ¿A esto llamas lo más hermoso?
BARQUERO El
petróleo es riqueza, padrecito. Es el oro negro, la bendición de dios. El
petróleo es dinero. ¡Dinheiro! ¡Money!
FRANCISCO ¿Y esta mancha de grasa negra
que estoy viendo, enorme, que ensucia el río?
BARQUERO Ah,
es que hubo un derrame… Un accidente… Pero eso no tiene importancia. ¡Esta
selva lo aguanta todo!
FRANCISCO Déjame
en este muelle, hermano barquero. Y muchas gracias.
BARQUERO Muy
bien. Lo recojo mañana, padrecito, a esta misma hora… Y disfrute… Vaya por ese
camino y va a encontrar de todo, cantinas, garotas sabrosas… hasta niñas,
indiecitas… ¡adiós!
FRANCISCO Uff…
Tanto viajar para llegar a este lugar tan desagradable… ¿Qué voy a hacer aquí?
¿Con quién podré hablar?
PETRÓLEO Baja
la cabeza, Francisco… Habla conmigo, con esta mancha negra y grasienta que
estás pisando. Escucha mi atribulada historia.
FRANCISCO Y tú, ¿quién eres?
PETRÓLEO Di
mejor quién era. Hace millones de años yo fui bosque. Cuando mi vida terminó,
volví a la tierra. Me descompuse… Y con el tiempo me fui convirtiendo en esta
pasta negra y apestosa. Ahora soy petróleo.
FRANCISCO Ajá, con que tú eres el famoso
petróleo. Yo no te conocía.
PETRÓLEO Y
preferiría que nadie me conociera. Pero empresarios muy poderosos perforan
pozos y más pozos para sacarme del fondo de la tierra y del fondo de los mares.
FRANCISCO Y tú, ¿para qué sirves, hermano
Petróleo? Cuéntame.
PETRÓLEO Yo soy energía. Me extraen, me
refinan, me queman para mover motores, para dar luz y calor, para cocinar, para
asfalto, para plásticos, hasta para ropa, para todo. El mundo se mueve gracias
a mí.
FRANCISCO No
sabía que eras tan importante, hermano Petróleo.
PETRÓLEO Levanta
la vista, Francisco. ¿Ves esos balancines que suben y bajan, esos que parecen
picos de pajarracos negros, buitres gigantes? Están chupándome por debajo de la
tierra.
FRANCISCO Pero
si eres tan útil a la humanidad, no entiendo por qué estás tan enojado.
PETRÓLEO Porque
ensucio, contamino. Aquí donde me ves y donde me hueles, yo soy el corazón del
problema del cambio climático.
FRANCISCO ¡Otra vez el cambio climático!
PETRÓLEO Escucha, crianҫa
de Dios. Cuando me queman para conseguir energía, de mí salen gases sucios de
carbono que suben a la atmósfera y forman un abrigo que envuelve a la Tierra…
Los rayos del Sol entran pero no pueden salir después… La Amazonía y el planeta
entero se recalientan…
FRANCISCO Dime una cosa, hermano
Petróleo. ¿Por qué te has derramado aquí, en el río?
PETRÓLEO Estas empresas, Francisco, dicen
que trabajan con “tecnología limpia y de punta”. Pero es mentira. A cada rato
revientan los tubos por donde me sacan y todo se contamina. Los ríos, la selva…
Ensucio el agua, enfermo a la gente…
FRANCISCO El
barquero que me trajo aquí decía que eres la bendición de Dios.
PETRÓLEO La maldición de Satanás,
Francisco. Mi hermano el carbón también ensucia, pero menos. Y mi hermano el
gas. Pero yo soy el peor.
FRANCISCO ¿Te confiesas culpable,
entonces?
PETRÓLEO Sí,
por mi culpa las empresas desalojan a comunidades enteras, acaban con los
pueblos indígenas que viven en la Amazonía, separan a las familias, meten
alcohol y prostitución, se contamina el agua que bebe la gente… Una desgracia.
FRANCISCO ¿Y
la gente no protesta?
PETRÓLEO A
los líderes que protestan los encarcelan, a algunos los matan. Tienen
militarizados los pozos. Las corporaciones y los gobiernos se ponen de acuerdo
para callar a las comunidades. No les consultan para la explotación.
FRANCISCO Por
lo que me cuentas, tú, el famoso petróleo, provocas más daño que bien. Causas
más desastres que los mínimos beneficios que tal vez lleguen a las comunidades
de la Amazonía.
EMPRESARIO ¡Nunca he oído una
conversación más estúpida que la de este curita hablando solo! ¡Decir que son
mínimos beneficios! ¿Y no les hemos regalado una escuelita y una cancha de
fútbol? ¡Ingratos!... ¡Usted, curita, no hubiera llegado hasta aquí sin la
lancha que quema gasoil!... Y los indios andarían todavía en cueros y comiendo
yuca si no fuera por el progreso que hemos traído a esta maldita selva!
PETRÓLEO ¿Lo
escuchaste, Francisco? Así piensan los empresarios y muchísima gente. Piensan
que el progreso y el desarrollo dependen de mí. No pueden imaginar el mundo sin
mí.
FRANCISCO ¿Y
cuándo tú te acabes qué harán? Porque nada es eterno, solo Dios.
PETRÓLEO A
lo mejor, antes de que me acaben, los acabo yo a ellos. Porque el calor y los
gases que yo produzco van a arruinar el planeta.
FRANCISCO Dime una cosa, Petróleo… ¿hay
otros lugares como éste?
PETRÓLEO Un
montón. Viaja a Venezuela, donde están las mayores reservas. Y a Perú y a
Colombia y a Ecuador y a Brasil y a Bolivia… Están rifando la Amazonía, como
los bandidos cuando se reparten el botín. Hasta el Yasuní, un paraíso, la zona
con más variedad de vida en el planeta, también lo están destruyendo para
sacarme a mí.
FRANCISCO ¿Y qué solución tiene esta
tragedia, hermano Petróleo?
PETRÓLEO Que
me dejen en paz. Que no saquen ni un barril más. Que no quemen ni un galón más
de gasolina.
FRANCISCO ¿Y
de dónde sacarán la energía que necesitan?
PETRÓLEO Del
aire, del agua, del Sol, de los volcanes… energías limpias que no se acaban y
no ensucian. ¡Y tienen que hacerlo rápido, Francisco, muy rápido si quieren
salvar la única casa que tienen en el universo!
Dice
el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si, Alabado Seas:
Sabemos
que la tecnología basada en combustibles fósiles muy contaminantes –sobre todo
el carbón, pero aun el petróleo y, en menor medida, el gas– necesita ser
reemplazada progresivamente y sin demora. Mientras no haya un amplio desarrollo
de energías renovables, que debería estar ya en marcha, es legítimo optar por
lo menos malo o acudir a soluciones transitorias… Si alguien observara desde
afuera la sociedad planetaria, se asombraría ante semejante comportamiento que
a veces parece suicida. (Laudato Si 165, 55)
Y
dijo el Papa Francisco en el Encuentro con los Movimientos Populares en
Bolivia:
El
mundo reclama de todos los gobernantes preservar y mejorar el ambiente natural y
vencer cuanto antes el fenómeno de la exclusión social y económica, con sus
tristes consecuencias de trata de seres humanos, comercio de órganos y tejidos
humanos, explotación sexual de niños y niñas, trabajo esclavo, incluyendo la
prostitución, tráfico de drogas y de armas, terrorismo y crimen internacional
organizado.
PREGUNTAS
PARA EL DEBATE
1- ¿Podríamos vivir sin petróleo, sin
carbón, sin gas?
2- ¿Los pozos petroleros han ayudado al
desarrollo de las comunidades donde se encuentran?
3- Gobiernos de derecha y los llamados
progresistas extraen petróleo y explotan minas. ¿Cuál es la diferencia entre
ellos?