No
era maya quien levantó la escultura.
Lo
pensé antes de consultarlo con la historia;
Y
ya ven:
El
escultor con la lógica criolla
puso
de pie al misionero
y
de rodillas al indio.
Fue
Tomás Mur, escultor aragonés.
La
escultura, un regalo de la colonia
española
en
el cuarto aniversario de la llamada conquista.
Seguro
que el dominico, si hubiera visto la estatua
pondría el grito en el cielo.
“¡Yo
no vine a mantenerlos encogidos de rodillas!
Sino
a exigir que los pueblos liberados del imperio
caminasen
por la senda de hermandad que abrió Jesús,
donde
nadie es más que nadie.”
Cuidado
los escultores y pintores,
que no reflejen
la mente de quien ganó la contienda.
Que
antes de empezar su obra, imaginen
esos
ojos, pies y manos de quien creció en las raíces
de
los bosques en esta tierra de árboles:
Quauhtlemallan.
Y
que las obras que dicen levantaron
para
iluminar la historia
de
verdad iluminen el camino.
Que
se levanten los mayas para que, hombro a hombro,
con
aquellos que lucharon para que fueran iguales
ante
Dios y ante los hombres
,juntos
bajen de la estatua
y
caminen el camino de una Guatemala nueva.