Lo que va de ayer a hoy
Historias Bíblicas de ayer que se repiten hoy
DE
IGUAL A IGUAL
El hombre y la mujer,
mujeres y hombres habrán ya superado
las fuerzas posesivas y las esclavitudes
será de igual a igual cualquier encuentro
y serán expontáneos
y cada uno tendrá su intimidad a flor de piel
pero estará seguro de que el otro
le va a protejer como a la propia.
mujeres y hombres habrán ya superado
las fuerzas posesivas y las esclavitudes
será de igual a igual cualquier encuentro
y serán expontáneos
y cada uno tendrá su intimidad a flor de piel
pero estará seguro de que el otro
le va a protejer como a la propia.
(Del
libro “Para que otro mundo sea posible” publicado por PPC y por
CAUCE autor Martín Valmaseda)
Ayer
Hubo
un tiempo en que existían sociedades matriarcales. Hasta los
dioses era diosas.
Y
las mujeres sacerdotisas, dueñas de los hijos y las tierras.
En
una región de China,, a las orillas del lago Lugu, entre las
provincias de Sichuan y Yunnan…
Cuando
llegó a la comunidad de los mosuo, para Coler fue como un choque:
"los hombres siempre tenemos fantasías armadas de lo que es una
mujer y llegar a esta sociedad rompe con esto. Rompe por ejemplo con
la idea de que una matriarca, lo primero que haría sería someter al
hombre, y no es así, porque una mujer en el poder no es un hombre en
el poder. Hoy en día cuando se habla de matriarcado en China,
enseguida se evoca al último vestigio matriarcal que encontramos.
En
entrevista, Ricardo Coler explica que en las "sociedades
matriarcales no hay violencia, ahí se ve claramente la mentalidad de
la mujer; la gente no se pelea como peleamos en Occidente, porque ser
violento es algo que degrada socialmente.
"En el matriarcado el desdén por la violencia y por
la acumulación tonta de dinero hace parecer la vida más amable y llevadera;
además, la institución familiar parece más sólida y vital que la occidental. Es
lo que impresiona al ver que no les hacen falta discursos morales para
sostenerla", sostuvo el autor.
Pero llegó un
momento, sobre todo cuando fue predominando el dominio sobre la tierra y la
violencia para conservarla, que los
hombres que aparecían menos inteligentes se dieron cuenta de su fuerza
física y
empezó a predominar el machismo.
Es como si los elefantes o los gorilas
empezasen a pensar, se dieran cuenta que
son más fuertes que el ser humano
y nos sometieran bajo su poder.
Las mujeres no sólo perdieron el mando sino quedaron relegadas en la humanidad.
HOY
En muchas de nuestras sociedades ya saben lo que sucede. Pero estamos en un momento en que va
aumentando la conciencia muy lentamente.
Aun en demasiados países los
maltratos a la mujer, hasta las muertes violentas se siguen dando. Muy poco a poco. En muchos casos el hombre no sólo es el que
domina físicamente, sino aparece como el más inteligente, el que tiene más poder para estudiar, conseguir títulos y mandar en el gobierno y en la familia. Pobre de la
mujer, en algunos ambientes que intente estudiar.
Está ya un poco pasado y es desagradable este chiste:
Mamá por qué
papá está casi calvo?
Hijo porque es muy listo y estudia mucho
Y tú mamá por qué tienes tanto pelo?
……………………….
Afortunadamente ya hay hombres que se dejan coleta y
melena y mujeres con pelo cortito y hasta peladas.
Pero la cabellera ha sido y es una señal de identidad y
belleza en muchos pueblos y no es necesario
intentar que el pelo sea señal de ninguna diferencia
negativa.
A pesar de la
triste y a veces trágica realidad del
maltrato machista que todavía existe demasiado querríamos en esta pequeña
reflexión limitarnos a un aspecto
resumido en esta frase: Hay
varones que creen no ser machistas
porque “no pegan” a su mujer, como si
eso lo arreglase todo, cuando todavía en la mentalidad masculina están infiltradas actitudes de
dominio, de sentirse de algún modo superior, que mantienen un machismo mal disimulado.
Posiblemente el
mejor “himno” contra el machismo sea
el poema “Te quiero” del uruguayo
Mario Benedetti. En realidad no es un poema ”contra”, sino con la visión
positiva del hombre y la mujer cuyo encuentro no produce una suma de individualidades.
En la calle, codo a codo somos mucho más
que dos.
Es lo que afirman hoy
científicos y hasta teólogos; en
palabras de O´Murchu: al tratar de comprender la vida comenzamos con el todo que
es más grande que cada una de las partes; paradójicamente el todo está
contenido en cada parte y sin embargo ningún todo es completo en sí
mismo (Teología cuántica).
La idea es aplicable a cualquier comunidad humana y a cualquier pareja, “somos mucho
más que dos”… con tal de que uno de
ellos no se crea superior y también
que,como sucede con demasiada frecuencia ,ella piense, estudie, opine, y no se
sienta inferior, no deje las decisiones y la opiniones en manos de él que “sabe más”, aunque tenga la cabeza helada.
Para escuchar el poema les invitamos a la estación de
tren de Buenos Aires y nos paseamos por allí por si aparece
alguien…
https://youtu.be/q_JiHvs4dSM
https://youtu.be/q_JiHvs4dSM