((Marginado
social es alguien que presenta conductas desviadas o separadas de las
normas sociales habituales, por lo que es objeto de marginación por
la sociedad, es aislado.))
Jesús
un judío marginal (explicaciones que plantea el libro de John P.
Meier)
Algunas
de las definiciones de "marginal" presentan incitantes
posibilidades para la investigación sobre Jesús '\ pero aquí me
interesa simplemente poner de manifiesto lo variado que puede ser el
uso de la palabra incluso en un complejo análisis de un único
problema sociológico. En este libro sobre Jesús, la palabra en
cuestión tiene igualmente múltiples significados -esperemos que no
a causa de un razonamiento deficiente o por un deseo de oscuridad-o
Más bien, como mashal(parábola), como vocablo incitante, "marginal"
se emplea para evocar y conectar una serie de aspectos interrelacionados
de la vida y ministerio de Jesús. A modo de ejemplos, he aquí una
lista de sólo seis de esos aspectos:
1)
Desde la perspectiva de la literatura judía y pagana del siglo
siguiente a Jesús, el Nazareno era a lo sumo un punto de luz en la
pantalla de radar. Es sorprendente el hecho de que el historiador
judío del siglo I Josefo mencione a Jesús, pero apenas lo es que
dedique más espacio y elogios a Juan Bautista. En su referencia incidental
a Cristo, el historiador romano Tácito es todavía más breve.
Por
duro de aceptar que resulte para un cristiano devoto, lo cierto es
que Jesús era simplemente insignificante para la historia nacional y
universal a través de los ojos de los historiadores judíos y
paganos de los sigJos I y II d. C. y si ellos lo veían de algún
modo, era desde la periferia de su visión.
2)
Toda persona a la que las más altas autoridades de su sociedad han
declarado culpable de un crimen y, en razón de ello, condenado a
muerte mediante el más vergonzoso y brutal modo de ejecución
pública, obviamente ha sido empujada hacia los márgenes de esa
sociedad. El máximo empobrecimiento, la mayor marginación es la
muerte, sobre todo la muerte por tortura como castigo que aplica el
Estado por un grave delito.
En
la visión romana, Jesús sufrió la espantosa muerte de los esclavos
y rebeldes; ojos de los judíos cayó bajo el rigor de Dt 21,23:
«Dios maldice al que está colgado [de un árbo1]». Para ambos
grupos, el proceso y ejecució de Jesús hizo de él un marginal de
un modo atroz y abominable. Jesús era un judío que vivía en una
Palestina judía directa o indirectamente controlada por los
romanos.
En cierto sentido pertenecía a ambos mundos, y al final
fueron los dos los que lo ejecutaron.
3)
Pero no sólo fueron los historiadores y los políticos quienes
marginaron a Jesús; de alguna manera, Jesús se marginó primero a
sí mismo.
Hacia
los treinta años era un carpintero de tantos en uno de tantos
pueblos montuosos de la baja Galilea, que disfrutaba al menos de la
posición económica y respetabilidad social mínimas requeridas para
una vida decente. Por la razón que fuera, abandonó su medio de
vida y lugar de origen, se convirtió en "desocupado" e
itinerante a fin de asumir un ministerio profético y, no
sorprendentemente, se encontró
con la incredulidad y el rechazo cuando regresó a su pueblo a
enseñar en la sinagoga.
En
lugar de la "honra" de que antaño gozaba, se encontró
ahora expuesto a la "vergüenza" en una sociedad que
pivotaba sobre la honra-deshonra, donde la estima de los demás
determinaba la propia existencia en mucho mayor medida que hoy.
Contando básicamente con la buena voluntad, el apoyo y las
contribuciones económicas de sus seguidores, Jesús se hizo
intencionadamente marginal a los ojos de los judíos normales y
corrientes de Palestina, sin dejar de ser él mismo en gran
medida
un judío palestino.
4)
Algunas enseñanzas y prácticas de Jesús (p. ej., su total
prohibición del divorcio, su rechazo del ayuno voluntario, su
celibato voluntario) eran marginales en el sentido de que no
concordaban con los criterios y prácticas de los principales grupos
judíos de su época. Su marginalidad como maestro se acrecentaba
todavía más por el hecho de que, como el pobre galileo rural que
era, nunca había asistido a una escuela de escribas o estudiado
con
algún conocido maestro. Sin embargo, osaba poner en tela de juicio
las enseñanzas y prácticas que aceptaban muchos judíos de su
tiempo, y proclamaba sus propias enseñanzas con una soberana
autoridad cuya base no estaba ni mucho menos clara para sus
oponentes.
5)
El estilo de enseñanza y de vida de Jesús, por resultar ofensivo
para muchos judíos, empujó a éstos lejos de él y le empujó a él
mismo al margen del judaísmo palestino. Al tiempo de su muerte se
las había arreglado para aparecer abominable, peligroso o
sospechoso a todos, desde los piadosos fariseos, pasando por los sumos
sacerdotes políticos, hasta un Pilato siempre vigilante. La razón
de que Jesús encontrase un rápido y
atroz final es simple: se había enfrentado con tantos individuos y
grupos en Palestina que, cuando se produjo el fatal desenlace en
Jerusalén el año 30 de nuestra era, tenía muy pocas personas,
sobre todo influyentes, a su lado.
6)
En los estudios sociológicos modernos, la palabra "marginal"
se aplica
con frecuencia a gente pobre, de cultura rural, que emigra a las
ciudades pero que no se integra bien en la cultura urbana dominante,
por lo que se halla perdida en el borde entre dos mundos. Quizá sea
forzar una analogía, pero Jesús pudo ser marginal en un sentido
semejante. Jesús, el pobre laico convertido en profeta y maestro, la
figura religiosa sin credenciales procedente de la Galilea rural,
encontró la muerte en Jerusalén al menos en parte a causa de su
choque con el rico sacerdocio aristocrático urbano. Para este
grupo, un pobre laico del campo galileo con doctrinas y retensiones
perturbadoras era marginal tanto en el sentido de ser peligrosamente
contrario a los poderes establecidos como en el de carecer de una
base de poder en la capital. Podía ser barrido fácilmente hacia la
tolva de la muerte.
Estas
facetas de la vida, enseñanza y muerte de Jesús no agotan los modos
en que puede ser considerado marginal, pero al menos abren varios
caminos para la exploración. Además suscitan la pregunta de hasta
qué punto varios aspectos de la marginalidad de Jesús
(desocupación voluntaria, ministerio profético itinerante, celibato
voluntario, rechazo del divorcio y del ayuno) están conexos y se
explican mutuamente.