Han
cambiado muchas cosas en la vida Hace falta que también LA
MISERICORDIA se adapte a las circunstancias actuales.
Francisco
Maya Maya (que no es maya, sino español de Badajoz) nos presenta
lo que el denomina "las catorce obras de misericordia y
solidaridad". Son las siguientes:
Las
individuales podrían ser éstas: 1ª Compartir los bienes con
los más pobres y necesitados; 2ª Crear puestos de trabajo y ayudar
a encontrarlos; 3ª Acompañar y consolar al que está sólo y
enfermo; 4ª Perdonar al que te ofende y reconciliarte con el Dios de
la misericordia; 5ª Acoger e integrar a los emigrantes y a los sin
techo; 6ª Visitar al encarcelado. Educar y rehacer al delincuente;
7ª Rescatar al cautivo de la droga o de otras dependencias y
dignificar al que se ha prostituido.
Las
siete colectivas podrían ser éstas: 1ª Promocionar y buscar el
desarrollo de los pueblos empobrecidos; 2ª Defender los derechos de
los excluidos; 3ª Combatir las injusticias y la opresión; 4ª
Defender el desarme y la no-violencia; 5ª Liberar de la tiranía del
consumo; 6ª Trabajar por la solidaridad de los pueblos: una
globalización solidaria; 7ª Cuidar la casa común de nuestro
mundo".
"La
misericordia – dice el autor - no es un sentimiento pasajero, es
una actitud permanente. No debe confundirse la misericordia con la
lástima. La persona misericordiosa es aquella que se deja afectar
por el sufrimiento del otro y actúa solidariamente".