Hacia
un diálogo interreligioso juvenil para la transformación social
Edwin
Roberto Mendoza Hipp
1.3)
Relevancia de la teología de las religiones para los jóvenes
Sin
perder de vista el horizonte que este estudio propone, es fundamental
tomar en
consideración
la importancia que la teología de las religiones tiene en el mundo
juvenil. No es un secreto que la teología ha estado generalmente
desconectada de la realidad de los jóvenes. Existe hoy en día una
infinidad de literatura teológica que habla ―de‖ los jóvenes,
pero eso no significa necesariamente que se esté entablando un
diálogo real ―con‖ ellos, lo cual hace más urgente la búsqueda
por nuevas formas de reescribir la teología, especialmente la del
pluralismo religioso.
Desde
las corrientes teológicas más tradicionales y conservadoras hasta
las más liberales y
progresistas,
toda teología siempre ha ejercido cierta influencia en el
comportamiento religioso de los creyentes. Por esa razón es esencial
observar más detenidamente las consecuencias que la teología de las
religiones puede tener en las actuales culturas juveniles. Junto con
ello, es también necesario destacar la contribución y el aporte que
la teología del pluralismo religioso puede ofrecer para propiciar
mejores relaciones de convivencia entre jóvenes de distintas
religiones.
1.3.1)
La perspectiva de Kline desde las experiencias juveniles
interreligiosas
J.
Nathan Kline es miembro de la comunidad de la iglesia de los santos
de los últimos días, y
como
parte de esta comunidad fue también misionero en las Filipinas entre
1990 y 1992. Kline ha prestado servicio en la milicia estadounidense
en Alemania y ha sido capellán con soldados de distintos credos en
las fuerzas armadas de los Estados Unidos72. Estudió religión y
filosofía en el Florida Southern College y obtuvo una maestría en
divinidades por la Universidad de Chicago.
Además
de ser admirado por ser un hombre ejemplar y de gran calidez humana,
es también
conocido
por su ardua labor en distintas organizaciones sin fines de lucro,
así como en múltiples comunidades
interreligiosas en el área metropolitana de Chicago.
Durante
el tiempo que ha dedicado trabajando en distintos grupos, Kline ha
analizado
detenidamente
el comportamiento de los jóvenes que participan de actividades
interreligiosas. Por lo que su experiencia coordinando este tipo de
proyectos le ha permitido examinar algunas conductas
de estos jóvenes a la luz de sus conocimientos teológicos. Una de
las conclusiones a las que Kline llegó fue que la mayoría de
jóvenes que participan de actividades interreligiosas, no asisten
con la convicción de comprender o reflexionar sobre la importancia
que tienen las relaciones
interreligiosas, sino más bien por la motivación inicial de
interactuar y compartir con otros
jóvenes de diferentes religiones, o simplemente por curiosidad.
Para
explicar los aspectos que unen o separan a los jóvenes de distintas
religiones,
Kline
parte del popular planteamiento de Knitter sobre los cuatro modelos o
formas que los cristianos utilizan para acercarse a otras confesiones
religiosas (modelo de sustitución, de cumplimiento, de reciprocidad
y de aceptación)75. Después de hacer un breve recorrido por cada
uno de ellos, Kline pasa a analizar cómo esos modelos encajan en las
actitudes que toman los jóvenes a la hora de relacionarse en el
contexto de actividades interreligiosas. Kline confirma que aquellos
jóvenes que manifiestan características que se asemejan más a los
modelos de cumplimiento y de reciprocidad.
1.3.2)
Un nuevo lenguaje teológico para los jóvenes
La
teología cristiana siempre ha tenido como objetivo desarrollar,
interpretar y hacer
inteligible
a Dios en conceptos adecuados al contexto histórico en que se vive.
El
misterio de la trascendencia divina nunca será una realidad
abarcable por el ser humano. Sin embargo, es una tarea ineludible de
la teología intentar explicar en palabras humanas ese misterio
insondable. La teología no es una ciencia estática, ella está -y
debe estar- siempre en constante evolución. Ella no existe solamente
para repetir y reafirmar conceptos de fe, sino también para
descubrir nuevos horizontes que le permitan ver el mundo desde una
mirada distinta a la luz de fe y de la ciencia.
Desde
este punto de vista, la teología de las religiones ha venido a ser
el producto de una
conciencia
más sincera sobre la pluralidad religiosa que está aconteciendo hoy
en día. Esto ha llevado a las religiones a repensar aquellos
conceptos que durante siglos parecían gozar de una cierta seguridad.
Por ese motivo, las recientes reflexiones teológicas producidas en
el campo de las religiones han venido a replantear desde una nueva
óptica conceptos nucleares como la salvación, la revelación, el
misterio divino, la muerte y el sentido de la vida.
En
medio de la situación caótica que vive la humanidad, la teología
del pluralismo religioso se ha ido dando cuenta de su enorme
potencial para construir nuevos puentes entre creyentes de distintas
religiones. Por lo que la preocupación actual de los teólogos de
las religiones ha ido apuntando cada vez más a una teología
orientada no solamente al diálogo entre religiones, sino también
al diálogo entre culturas y civilizaciones. De ahí deviene el
compromiso de la teología del pluralismo religioso para avanzar
hacia una reflexión más seria y rigurosa, pero con un lenguaje
asequible que motive a las nuevas generaciones a acercarse a otros
jóvenes de distintas confesiones con una actitud abierta y exclusa
de prejuicios. En este sentido hay que recordar que esa seriedad
teológica tampoco depende de cuan complejo sea su lenguaje, sino en
la capacidad para hacer comprensible a los jóvenes, la gran riqueza
que se encuentra en compartir con los demás la sabiduría y los
valores de las diversas tradiciones religiosas.
Por
otra parte, el teólogo francés Claude Geffré recuerda que el
lenguaje teológico no se reduce únicamente a la verificación de
verdades o a la transmisión de conceptos, teorías e
interpretaciones, sino que abarca en definitiva el actuar del
teólogo. Geffré admite que el lenguaje teológico puede ser
especulativo, pero es también a la vez un lenguaje teológico
auto-implicativo, es decir, un lenguaje teológico que se nutre de un
testimonio auténtico y del compromiso encarnado en la realidad
histórica . Esto quiere decir que, todo teólogo que desee
explicitar y desarrollar con autenticidad cualquier aspecto de la
teología de las religiones, debe, antes que todo, dar testimonio de
los valores que proclaman sus convicciones religiosas. De esta forma
el joven no sólo se confrontará con un lenguaje teológico más
comprensible, sino también con una teología viva que interpelará
directamente su conciencia para ponerse al servicio de los demás, a
través de acciones que involucren la cooperación interreligiosa. Es
dentro de este complejo entramado entre lo teórico y lo práctico,
donde entra el juego la creatividad teológica para hacer accesible a
los jóvenes una teología en favor del diálogo interreligioso.