Lo que va de ayer a hoy
Historias bíblicas de ayer que se repiten hoy
Del
yo al YO
pasando por el COM
Ayer
Pónganle
sonido y escuchen el llanto de un recién nacido que se acaba de
asomar a este mundo y encima le saludan con unos azotitos.
Todos
hemos empezado por ese “ayer” de un modo u otro y luego
agarrándonos con manos y boca a un cuerpo que nos abrazaba.
Cuando
crecimos y empezamos a pensar y a hablar, hemos seguido agarrándonos
también con nuestros pensamientos, palabras, manos… a personas y
cosas que teníamos cerca de nosotros, pero al mismo tiempo
empezamos a practicar el rechazo, cuando sentíamos molestia o
dolor que alguien nos hacía. Entonces una palabra, de las primeras
que aprendimos fue: YO
Pero esa palabra no la usaba yo solo, sino que, igual que escuchamos el canto de los pájaros en la ramas, también escuchábamos el canto de otros seres que en nuestro idioma o en otros decían “yo” con la misma convicción.
Se
complicaba la cosa cuando queríamos que algún objeto fuera para
“Yo” y otros que teníamos cerca querían lo mismo.
Para
organizar este desorden nos fueron enseñando en la escuela lo que
ya sabíamos antes, pero desordenado. Aprendimos a decir:” yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos”.
El
yo, tú y él estuvieron claros desde el principio; lo de vosotros,
nosotros, ellos ya era más complicado. Y no digamos cuando
empezaron los “mío, tuyo, suyo, nuestro... “
Ahí
se complicó todo tanto que todavía no nos hemos aclarado. Para
orientarnos un poco un señor llamado Jacinto Benavente inventó una
poesía que aquí les presento :
En
el "meeting" de la Humanidad
millones
de hombres gritan lo mismo;
!yo, yo,
yo, yo, yo, yo!...¡yo, yo, yo, yo, yo, yo!...
¡Cu,
cu, cantaba la rana!
¡Cu,
cu, debajo del agua!
¡Qué
monótona es la rana humana!…
Pero
mejor la pueden escuchar en labios de Alberto Cortéz pinchando este
enlace:
Aunque
siguen los problemas porque, al ir creciendo, nos dimos cuenta de
que no sabíamos bien dónde estaban nuestros límites entre tú y
yo .
La
mayor parte de los yo se encontraban unidos en una familia que
muchas veces, no siempre, la sentían como parte de sí mismos.
También se encontraban con amigos y amigas con los que a veces se
sentía bastante yo, en algunos casos profundamente yo. Se decía
a veces que eran “uña y carne”.
Otras
veces se sentían como una naranja con dos mitades, que en algunos
casos era imposible partir. Pero a veces se partía sin poderse
volver a unir, como también la uña se arrancaba dolorosamente de
la carne.
También
a veces es difícil separar el ayer del hoy. ¿Dónde acaba el
ayer?... ¿Dónde empieza el hoy?. Todo depende de cómo funcione
nuestra conciencia. Hacemos un intento y marcamos el
HOY…
¿dónde?
El
hoy puede empezar, por ejemplo, cuando comenzamos a darnos cuenta
(darse cuenta tiene algo que ver con la conciencia) de que estamos
usando una sílaba: con, o a veces com. Ya no es una sola persona
con la que sentimos que nuestro yo se prolonga sino que son más
gente.
Empezamos
a ser conscientes de que hay otros con los que con-vivimos,
co-laboramos, com-partimos, nos com-unicamos, y llegamos a hablar
de comunidad.
No
resulta fácil porque entre todos esos que nos rodean se asoma
muchas veces la com-petencia, la con-tradicción, el con-flicto…
Pero ahí andamos los seres humanos, con el dolor de la soledad y
acariciando la conciencia de que todos los que nos llamamos “Yo”
nos vayamos acercando unos a otros y superando las barreras de los
distintos Yo.
Cuando
hablamos de conciencia y del sueños que nacen de ella, pensamos en
lo que grandes soñadores, hombres de ciencia, poetas y místicos nos
han ido gritando en voz alta desde la terrazas o en la intimidad de
una mesa de comedor.
El
que más conocemos y citamos fue el poeta y místico Jesús de
Nazaret, que durante una cena de despedida, en una emotiva oración
exclamó: te
pido Padre que todos sean uno como tú y yo somos uno…
Hoy en la religión de sus seguidores siguen repitiendo esas
palabras. Claro que una cosa es decirlas y otra vivirlas. Muchos
otros que iniciaron distintas religiones en varias épocas y países,
también dijeron más o menos lo mismo. Pero, repito: una cosa es
decirlo y otra hacerlo. Mucha de esas religiones se han convertido
en sectas.
Una
secta es un grupo de “yo”, muchas veces manipulados por otro yo
tiránico, que se enfrentan con todos los Yo que no están dentro
de su banda, rechazándolos o queriéndolos eliminar.
Por
eso muchos no aceptan las religiones, porque las confunden con
sectas. Algunas, las que afirman que su religión es la única y hay
que destruir las demás, eso son.
Como
algunos ateísmos – no todos - también son sectas.
Pero
la humanidad va creciendo en conciencia. Van quedando atrás, poco a
poco, las guerras religiosas y las sectas…
Muchos
científicos que hace años hicieron de su saber una fortaleza, hoy
van abriendo los ojos y afirmando con los poetas y los místicos algo
que supera a muchas religiones y ateísmos: que
más allá de los yo que flotan por el mundo, más allá de los
seres que brotaron de aquel big bang que extendió por el mundo el
universo, más allá, pero en el fondo de todo: galaxias,
estrellas , espacios, océanos, seres vivos, humanos, seres
microscópicos, átomos, y lo que ahora llaman quarks y leptones ,
que forman el átomo… Pues en el fondo de todo eso existe una
conciencia, algo que podemos llamar espíritu que nos une a todos.
Algunos lo llaman Dios, otros con otros nombres… Los sabios y
místicos lo siguen buscando cada uno a su modo. Algunos lo llaman
el yo universal que supera a todos nuestros yo artificiales…
Los
científicos que se ha lanzado a bucear en este océano hablan de
“física cuántica”, que supera muchas teorías de la física
tradicional. Ahí andamos otra vez rozando el misterio. Los
especialistas dicen que quien presume de que entiende esa física
es que no la entiende.
Pero
volviendo al tema, sencillamente nos pide que nos olvidemos de lo
que hemos estado llamando YO persnal para sentir la unidad de todo
lo que llamamos universo e ir tomando conciencia del YO UNIVERSAL en
que estamos sumergidos.
Los
que decimos seguir a Jesús de Nazaret, traduzcamos a nuevo lenguaje
sus palabras. Padre que todos tengan conciencia de que son uno como tu Amor eterno del universo y yo somos uno…
Nuestro
falso yo queda superado y el COM supera las sectas y las
comunidades cerradas, para que todos se abran al AMOR UNIVERSAL
Esto
no va a suceder mañana ni pasado mañana…
Pero
es bueno empezar a Soñar viviendo la nueva conciencia. Contemplemos
este video.
Este video y este artículo está
desarrollado en el libro “PARA QUE OTRO MUNDO SEA POSIBLE, de
Martín Valmaseda, difundido por Equipo CAUCE Tel (502) 2230 6363.