CENTRO
BETANIA:
VER
EL ROSTRO DE DIOS EN LA PERSONA NECESITADA
P.
Charitable Deriseau, cicm
Fundador
Los
finales del año del 2012 vieron nacer en la Ciudad de Cobán, Alta
Verapaz, Parroquia el Calvario, una iniciativa denominada Centro de
Promoción Comunitaria Betania, CEPROCOBE, cuya visión es
evangelizar a través del servicio de la caridad prestada a las
personas de necesitadas y cuya visión es colaborar en la
construcción de una sociedad más equitativa. Se trata de un Centro
abierto a todas las personas independientemente de su credo; pues
para Dios o todos hijos o todos entenados. El reino de Dios es una
realidad siempre mayor que nuestros credos. El ser humano y su
bienestar constituyen la preocupaciones primeras de Dios, como debe
serlo también los que creemos en Él.
La
situación de la pobreza, la marginación, la poca oportunidad de
los jóvenes para continuar con sus estudios, la desnutrición
infantil, el bajo poder adquisitivo de muchas familias para responder
a las necesidades básicas de sus miembros, son algunos de los
motivos que me han suscitado a sensibilizar y a organizar a la gente,
desde la parroquia el Calvario y la sociedad civil; identificar
ciertas situaciones de riesgo y sugerir una serie de programas donde
se comparten las esperanzas, gozos, tristezas y sufrimientos de
nuestro pueblo (cfr. LG). Pues el trabajo misionero debe tocar todos
los aspectos de la vida humana. A Dios rogando y con el mazo dando.
Animados
por la fe en Cristo, vida en abundancia para los pueblos, Centro
Betania cuenta actualmente con programas que ayudan a combatir el
hambre de la niñez y adultos, la enfermedad, la falta de educación.
Atiende a madres solteras, viudas y huérfanos, familias con
violencia intrafamiliar y ofrece asistencia médica, entre otros.
Para ello, hoy se edita mensualmente un misalito en el idioma local,
el q’eqchi (raatinul li yu’am: palabras para la vida) en orden a
apoyar la liturgia y facilitar la acción catequética parroquial.
Asimismo, funcionan programas de educación (alfabetización y becas
de estudio), comedores infantiles, Mujer Betania, Granja Betania,
Dispensario y clínica parroquiales, programa de recuperación
nutricional y un albergue. Dicho albergue beneficia a las personas
con VIH o enfermos que han sido dados de alta en el hospital y por la
lejanía de sus hogares no pueden partir inmediatamente y necesitan
reposo para poder viajar a sus aldeas de origen.
De acuerdo a nuestros lineamientos, los comedores infantiles Betania atienden a niños de 4-11 años de lunes a viernes con un plato de comida caliente seguido del aprestamiento (los niños realizan las tareas de la escuela bajo la supervisión de un tutor). Hoy por hoy, 100 niños de escasos recursos son usuriaos de los dos comedores establecidos en dos puntos del municipio: uno en Cobán (la subida al Calvario) y el otro en la Aldea Tontem, en las afueras de la Ciudad.
Con
la gracia de Dios y esfuerzos de nuestros colaboradores, en este año,
45 jóvenes son becados por el centro Betania. Un buen número de los
alumnos estudia en planes fin de semana su básico, bachillerato y 3
cursan en la Universidad Rafael Landívar, campus Cobán.
Como
incidencia social, Centro Betania intenta crear conciencia e invitar
a la solidaridad con los que menos tienen. Busca socios para los
comedores y padrinos para los estudiantes de escasos recursos y en
situación de riesgo. Trabaja en colaboración con otras
instituciones como el comité nacional de alfabetización de
Guatemala (Conalfa), el Instituto guatemalteco radiofónico (Iger),
Centro Talita Kumi, Centro Don Bosco, la municipalidad de Cobán... A
este nivel, el trato es interinstitucional puesto que el Centro
Betania es una asociación, sin ánimo de lucro, legalmente
constituida.
El
servicio médico (MedicBetania) cuenta con el apoyo de 6
profesionales: dos médicos cirujanos, una odontóloga, una
ginecóloga, una psicóloga y un fisioterapista. La gente es enviada
a las clínicas y es entendida presentando una nota firmada tras un
pequeño estudio socio-económico. Además, se organizan jornadas
médicas en algunas aldeas invitando a estudiantes y profesionales.
Algo
más de fundamentación. Betania es una palabra griega que,
transliterada al hebreo, significa Casa del pobre. El testimonio
bíblico evoca que Betania es una Aldea en la falda oriental del
Monte de los Olivos, ubicada a unos 2,5 km al este de Jerusalén, en
el camino de Jerusalén a Jericó. Allí vivían los amigos de Jesús:
Marta, María y Lázaro. De hecho, allí, Jesús retornó a Lázaro
a la vida, el último motivo para su asesinato. En Betania Jesús
siempre estuvo con amigos. Él y sus discípulos descansaban allí,
sobre todo en los días anteriores a la Pasión y Muerte. (Mt. 21,
17; Mc. 11,1; 11, 12; Lc. 10,38; Jn. 11,1).
También
en Betania, vivía también Simón, el leproso, en cuya casa una
mujer ungió a Jesús con la usanza tradicional de perfume sobre su
cabeza (Mt. 26, 6-13; Mc. 14,3). Y bueno, según el evangelio de san
Lucas, la ascensión de Jesús ocurrió no lejos de esta aldea (Lc.
24,50-51).
Así
pues, Betania es lugar de vida, lugar de reposo, lugar de milagro,
lugar de resurrección.... Es también lugar de encuentro, de acogida
mutua, lugar del aprendizaje y de la escucha atenta. María escuchó
a Jesús, se puso a sus pies y Jesús la declara como la que escogió
la mejor parte y afirma que nadie se la quitará.
De
allí que los programas del Centro Betania quieren ser espacios
donde se intentan vivir estos aspectos y procurar una verdadera
convivencia entre las personas. Espacios donde intentamos darnos
mutuamente la mano para levantarnos todos, espacios donde creemos
que hay un lugar para todos o sea espacios de inclusión. Entonces,
los espacios-Betania quieren ser espacios de curación, espacios de
nueva vida para el afligido, el pobre y el necesitado y ello en el
sentido pleno de la palabra pobre-afligido-débil-y-necesitado. Y por
ello, todo el personal de Betania de las distintas áreas de servicio
es ad honorem. Todos están animados de un espíritu de ayuda y de
servicio desde la fe. El amor a Dios se verifica en el amor y el
servicio al necesitado (cfr. Mt. 23, 33ss.)
Ha
sido de nuestro deseo de que en los espacios del Centro de Promoción
Comunitaria Betania se empiece a brotar una nueva vida teniendo un
solo corazón y un solo espíritu aprendiendo a los pies de Jesús
Maestro y Buen pastor. Maestro, ¿dónde vives? Ven y lo verás (Jn
1,38).
Un
camino de mil kilómetros comienza siempre por el primer paso.
Confiamos en que el Señor recorrerá el camino con nosotros y
enviará a personas de buena voluntad para echarnos la mano en el
quehacer misionero y su palabra nos animará ante las embestidas
adversas. Gracias por su apoyo y por leernos. ¿Quieres saber algo
más de lo que hacemos en el Centro Betania?, síguenos en el próximo
número de nuestro Boletín provincial.
P.
Charitable Derisseau, cicm..