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14 de mayo de 2017

Imágen para meditar: ¿Olor a qué?




CON OLOR A QUÉ?

Con olores de oficina
y de cesta de la compra
que se mezcla
con el suave olor a incienso
de la misa mañanera
del señor ese de blanco
a quien miran de reojo

Percibiendo el suave olor
del café y la mantequilla
compartiendo el desayuno
con los sirios refugiados en su casa
y el abrazo que le dio aquel mendigo
en la plaza de San Pedro;
el abrazo que ha dejado en su sotana
ese suave aroma a vino.

Los pastores – había dicho ese de blanco–
será bueno que reflejen el olor de las ovejas
.…
Reflexiona el vecino de su izquierda:
Y nosotros ¿a qué olemos?
¿a vulgar desodorante que no huele?
¿A recibos y facturas en la empresa de seguros?
¿A los pises del nieto
al levantarlo esta mañana?
¿A los llantos de la viuda que ayer vino
a pedirme una demora en el pago de la deuda?...
La viajera a su derecha se pregunta
si también ella
que no se mete en nada
y no huele más que a lo barato del perfume
que su nieto le compró,
no tendría que empezar a preocuparse
por la triste soledad de su vecina
y los niños desnutridos de su barrio
Se contagia el ciudadano
en el extremo de la cola
el que lee las encíclicas
del señor ese de blanco
y se hace una pregunta que lo inquieta:
¿No será que los pastores deberán oler a oveja
Y nosotros deberemos no ser dulces ovejitas
sino oler como pastores arriesgados
sin dejarnos manejar por los estilos clericales
y luchar contra los lobos que desangran nuestra tierra?

Se detuvo ese momento el autobús
y subieron empujándose
la señora, los viajeros y el señor aquel de blanco
que intentaba encontrar sitio
y llegar a tiempo

a las puertas del redil de las ovejas