El término “efecto mariposa” proviene del proverbio chino “el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo” y trasladado a sistemas complejos tendría como efecto colateral la imposibilidad de detectar con antelación un futuro mediato pues los modelos cuánticos que utilizan serían tan sólo simulaciones basadas en modelos precedentes, con lo que la inclusión de tan sólo una variable incorrecta o la repentina aparición de una variable imprevista provoca que el margen de error de dichos modelos se amplifique en cada unidad de tiempo simulada hasta exceder incluso el límite estratosférico del cien por cien (de lo que serían paradigma el triunfo del Brexit y de Donald Trump). El Brexit y el triunfo de Trump marcarán pues el finiquito del “escenario teleológico” en el que la finalidad de los procesos creativos eran planeadas por modelos finitos que podían intermodelar o simular varios futuros alternativos y en los que primaba la intención, el propósito y la previsión y su sustitución por el “escenario teleonómico”, marcado por dosis extremas de volatilidad que afectarán de manera especial al Nuevo Orden Geopolítico Mundial. Así, asistiremos al finiquito de la Unipolaridad de Estados Unidos y de su papel de gendarme mundial y su sustitución por la nueva doctrina de la Multipolaridad o Geopolítica Inter-Pares, formado por la Troika EEUU, China y Rusia (G3) así como a la irrupción en el escenario geopolítico de América Latina de una nueva ola negra involucionista. Dicha estrategia consistirá en la implementación de “golpes de mano blandos“ con el objetivo inequívoco de sustituir a los regímenes insensibles a los dictados de Washington por regímenes militares autocráticos y que afectará a Brasil, Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Paraguay, Haití, El Salvador y Panamá.
¿Cómo
afectará el khaos a América Latina? En el
plano económico, la contracción
de la demanda mundial de materias estaría ya provocando el estrangulamiento de sus exportaciones y la depreciación generalizada de sus monedas debido a la fortaleza del dólar, lo que se traducirá en aumentos de los costes de producción, pérdida de competitividad, tasas de inflación desbocadas e incrementos espectaculares de la Deuda Exterior. Así, según la Directora Gerente del FMI, Lagarde, “la fortaleza del dólar junto con la debilidad de los precios de los productos crea riesgos para los balances y financiación de los países deudores en dólares”, de lo que se deduce que las economías de América Latina y Caribe estarán más expuestas a una posible apreciación del dólar y la reversión de los flujos de capital asociados, fenómeno que podría reeditar la “Década perdida de América Latina” (Década de los 80), agravado por un notable incremento de la inestabilidad social, el aumento de las tasas de pobreza y un severo retroceso de las libertades democráticas. En el plano político, asistiremos al retorno a la política del Big Stick o “Gran Garrote”, (cuya autoría cabe atribuir al presidente de Estados Unidos Theodoro Roosevelt), sistema que desde principios del siglo XX ha regido la política hegemónica de Estados Unidos sobre América Latina, siguiendo la Doctrina Monroe ,“América para los Americanos”.
de la demanda mundial de materias estaría ya provocando el estrangulamiento de sus exportaciones y la depreciación generalizada de sus monedas debido a la fortaleza del dólar, lo que se traducirá en aumentos de los costes de producción, pérdida de competitividad, tasas de inflación desbocadas e incrementos espectaculares de la Deuda Exterior. Así, según la Directora Gerente del FMI, Lagarde, “la fortaleza del dólar junto con la debilidad de los precios de los productos crea riesgos para los balances y financiación de los países deudores en dólares”, de lo que se deduce que las economías de América Latina y Caribe estarán más expuestas a una posible apreciación del dólar y la reversión de los flujos de capital asociados, fenómeno que podría reeditar la “Década perdida de América Latina” (Década de los 80), agravado por un notable incremento de la inestabilidad social, el aumento de las tasas de pobreza y un severo retroceso de las libertades democráticas. En el plano político, asistiremos al retorno a la política del Big Stick o “Gran Garrote”, (cuya autoría cabe atribuir al presidente de Estados Unidos Theodoro Roosevelt), sistema que desde principios del siglo XX ha regido la política hegemónica de Estados Unidos sobre América Latina, siguiendo la Doctrina Monroe ,“América para los Americanos”.
Debido al
“caos constructivo” exportado por EEUU y plasmado en la guerra contra los
cárteles del narco iniciada en el 2.006, México sería un Estado fallido del que
sería paradigma la ciudad de Juárez, (la ciudad más insegura del mundo con
una cifra de muertes violentas superior al total de Afganistán en el 2009), por
lo que para evitar el previsible auge de movimientos revolucionarios
antiestadounidenses se procederá a la intensificación de la inestabilidad
interna de México hasta completar su total balcanización y sumisión a los
dictados de EEUU. Así, la política anti-inmigración de Trump aunado con el
proteccionismo económico ( redifinición del NAFTA) e implementación de
aranceles a los productos mexicanos, conllevará una severa constricción de las
exportaciones de productos mexicanos a EEUU así como de la entrada de remesas
de dólares en México, lo que podría suponer una debacle económica y social y
terminar por desencadenar frecuentes estallidos de conflictividad social, siendo
previsible una clara regresión de las libertades democráticas y un posible
regreso a escenarios ya superados de intervención del Ejército ”como “garante
del orden constitucional”. Petrocaribe fue creado en 2005 por iniciativa
de Venezuela con el objetivo de suministrar combustibles a los países miembros
en condiciones ventajosas de pago, como créditos blandos y bajas tasas de
interés y estaría integrado por 18 países (incluidos Honduras, Guatemala, Cuba,
Nicaragua, República Dominicana, Haití, Belice y una decena de islas del
Caribe) y según las autoridades venezolanas, el país exporta 100.000 barriles
diarios a los países del bloque que generaban una factura de 4.000 millones de
dólares, de la cual una parte se paga en "efectivo" y el resto estaría
subsidiado. La nueva estrategia de EEUU sería estrechar lazos comerciales
y militares con los países de Petrocaribe ante el peligro de contagio mimético
de los ideales revolucionarios chavistas al depender en exclusiva de la
venezolana Petrocaribe para su abastecimiento energético, empezando por el
presidente dominicano Danilo Medina y en este contexto, la Administración Obama
celebró una Cumbre de Seguridad Energética en el Caribe en la que instó a los
países de la región a diversificar sus fuentes de energía, confiar más en las
inversiones privadas y reducir así su dependencia de
Petrocaribe. Por otra parte, China habría asumido el reto de construir el Gran
Canal Interoceánico en Nicaragua para sortear el paso del estrecho de Malaca,
(dicho estrecho es vital para China al ser la ruta principal para abastecerse
de petróleo pero se habría convertido “de facto” en una vía marítima
saturada y afectada por ataques de piratas), por lo EEUU procederá a
desestabilizar el gobierno de Daniel Ortega dentro de su estrategia geopolítica
global de secar las fuentes energéticas chinas.
Brasil y
Argentina, ¿nuevos gendarmes neoliberales de Sudamérica?
Brasil
forma parte de los llamados países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica) y aunque se descarta que dichos países forman una alianza política
como la UE o la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), dichos
países tienen el potencial de formar un bloque económico con un estatus mayor
que del actual G-8 (se estima que en el horizonte del 2050 tendrán más del 40%
de la población mundial y un PIB combinado de 34.951 Billones de $) y el
objetivo inequívoco de Putin era neutralizar la expansión de EEUU en el cono
sur americano y evitar la posible asunción por Brasil del papel de
"gendarme de los neoliberales" en Sudamérica, pues Brasil juega un
rol fundamental en el nuevo tablero geopolítico diseñado por EEUU para América
Latina ya que le considera como un potencial aliado en la escena global al que
podría apoyar para su ingreso en el Consejo de Seguridad de la ONU como miembro
permanente, con el consiguiente aumento del peso específico de Brasil en la
Geopolítica Mundial. Sin embargo, la decisión de la
presidenta brasileña Dilma Rousseff de posponer su visita de Estado a
Washington (decisión avalada por los principales asesores de Rousseff, entre
ellos su antecesor y mentor Lula da Silva), entrañó el riesgo de una peligrosa
confrontación entre las dos grandes potencias del continente americano, pues
según Lula “los americanos no soportan el hecho de que Brasil se haya
convertido en un actor global y en el fondo, lo máximo que ellos aceptan es que
Brasilia sea subalterno, como ya lo fue”.
Así, Rousseff tras afirmar que "el espionaje ilegal representa una violación de soberanía incompatible con la convivencia democrática entre países amigos", exigió a Estados Unidos explicaciones convincentes de las razones de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) para presuntamente violar las redes de computadoras de la petrolera estatal Petrobras y tras su enérgico discurso en la apertura de la 68 Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), se habría granjeado la enemistad de la Administración Obama que procedió a la implementación del "caos constructivo" en Brasil para desestabilizar su mandato presidencial (impeachement), no siendo descartable un posterior golpe de mano militar para implementar un Estado Militar-Presidencialista.
Así, Rousseff tras afirmar que "el espionaje ilegal representa una violación de soberanía incompatible con la convivencia democrática entre países amigos", exigió a Estados Unidos explicaciones convincentes de las razones de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) para presuntamente violar las redes de computadoras de la petrolera estatal Petrobras y tras su enérgico discurso en la apertura de la 68 Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), se habría granjeado la enemistad de la Administración Obama que procedió a la implementación del "caos constructivo" en Brasil para desestabilizar su mandato presidencial (impeachement), no siendo descartable un posterior golpe de mano militar para implementar un Estado Militar-Presidencialista.