Calín y Fredi Espinoza, (autores) |
CARTA
A UN AMIGO
A mí me
gusta estar con mi familia, ¡me gusta tanto, tanto!, ¡mucho!
Cuando me
levanto saludo a mi mamá y a mi papá. Cuando llego de la escuela vuelvo a
saludar a mis papás. Después rajo leña, la entro a la cocina para que se haga
fuego y más de tarde ¡me voy al campo! Juego de pelota, cuanto regreso me baño
y me seco la cabeza.
Me gusta
jugar con los perros y a veces le ayudo a mi papá a trabajar. Y cuando crezca
voy a querer a mi mamá.
Todos los
días voy a la escuela y cuando no me dan ganas de ir me quedo barriendo el
patio, o me voy con mi papá a donde vaya a trabajar.
Me gusta
jugar mucho en mi casa, pero ¡me gusta más comer bananos y cocos!
¡Esta
carta es para el amigo que la quiera oír!
LOS TRES PRIMOS CREYENTES
EN DIOS
Fue una
vez, que tres niños, que eran primos; muy creyentes en Jesús, fueron de paseo.
Pero el paseo era muy largo, llegaron lejos, pero muy lejos…desde Guatemala
hasta España.
El avión
en el que iban estaba fallando, pero ellos muy creyentes, se pusieron a hacer
oraciones; pidieron que en el viaje les fuera muy bien. Sin embargo, el avión
debido a sus fallos, se cayó justo cuanto iban sobre el océano. ¡Los tres
primos cayeron al agua!, del susto se desmayaron. Las olas los arrastraron
hasta la orilla del mar.
Uno de
los primos resucitó porque Dios le tocó el corazón, y a
los demás los llevó a la iglesia. Como se sabía que eran muy creyentes, los
llevaron a la catedral de México. El primo menor le pidió al cura que hiciera
una oración por ellos, y este oró para que tuvieran más vida.
Al cura
se le concedió su deseo; ¡los tres primos vivieron!