POR QUÉ LOS LÍDERES EMPRESARIALES NECESITAN PASAR
LA ESTAFETA
Un país como
Guatemala, con tantas oportunidades y tantas urgencias, necesita de un sector
privado dinámico para modernizar la economía y lograr una quimera: ser más
productivos y al mismo tiempo sacar a más personas de la pobreza. Pero cuando
vemos las actuaciones del sector privado organizado en los últimos 5 años,
tenemos a un liderazgo que parece ir exactamente en la dirección contraria.
Una foto de
archivo de la directiva del Cacif. Podría ser de 2016 o 2006 o 1996.
Foto: Carlos
Sebastián
Regresemos a 2012.
Muchas de las empresas más grandes del país optaron por financiar ilegalmente a
Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti para poder cobrarlo después en favores. Ahí
estaban mineras, bancos, canales, empresas de telefonía, fertilizantes,
constructoras, gasolineras, grúas. 450 contratos fueron descubiertos por el MP
y la CICIG en el caso de Cooptación del Estado en 2016.
Eso nos ayudó a
entender por qué cuando los ciudadanos manifestamos contra la corrupción y la
impunidad en 2015, los líderes del sector empresarial organizado no se unieron
a la manifestación más grande del 27 de agosto porque no querían que Pérez
Molina renunciara y se fuera a la cárcel.
El paro nacional
se logró por ciudadanos, organizaciones sociales, universidades y porque muchos
empresarios, dueños de empresas grandes y medianas, sí cerraron sus empresas
ese día porque también estaban hartos de la impunidad y la corrupción.Esto fue
una muestra de cómo el sector privado organizado en el Cacif no es tan
representativo de su sector.
En 2016, cuando el
MP y la CICIG demostraron con evidencias la relación del Partido Patriota con
sus financistas, hubo otro quiebre.
Por un lado, desde
el ‘sector privado oficial’ empezó un distanciamiento entre el Cacif y la
CICIG. Y por otro lado, muchos empresarios jóvenes, que no tienen los
micrófonos en las conferencias de prensa ni en las columnas de opinión de
medios conservadores, seguían respaldando a la lucha contra la impunidad y la
corrupción.
Que al final es
estar del lado correcto de la historia. Y de la voluntad de los guatemaltecos.
Mientras apenas el 9% de los ciudadanos simpatiza con ese sector privado (según
una encuesta encargada por NDI en 2016), la CICIG y el MP mantenían entonces y
ahora una popularidad arriba del 80%.
¿Qué
causas apoyan y ante cuáles guardan silencio?
Esta impopularidad
tan grande se debe a su total falta de tino en las causas que apoyan y las que
boicotean. A su lejanía con la cotidianidad guatemalteca, con la realidad.
Miren su foto.
Como sucede con los sindicatos nacionales, son las mismas caras que hace 20
años. Y a diferencia de la economía real y la del futuro, nunca hay mujeres, ni
jóvenes emprendedores, ni empresarios indígenas. ¿A qué Guatemala representan?
¿A qué sector privado representan?
A uno que no dijo
ni pío ante la peor tragedia de la historia de Guatemala, cuando se quemaron 41
niñas en un hogar gubernamental. ¿Hubo alguna movilización del sector privado
organizado para apoyar a las sobrevivientes? ¿Para dar propiedades para nuevos
hogares? ¿Para financiar mejor y con más transparencia las casas hogares? ¿Para
poner a disposición nuevos hogares privados? ¿Para exigir cuentas a los
políticos responsables? No.
Fueron empresarios
jóvenes los que movieron cielo y tierra para llevar a las sobrevivientes a
hospitales en Estados Unidos.
Hace dos semanas
hubo otro caso paradigmático que muestra la desesperanza en los departamentos
de Guatemala. El guardia de una finca asesinó a un anciano de 75 años que
protestaba porque no le pagaban su pírrica jubilación, porque su patrono se
robó el dinero de la Seguridad Social que tenía que haber pagado durante 25
años. Y lo peor es que se trata de una empresa de la familia Campollo, la que
más offshores tiene en el Caribe. Y la mayoría de las offshores del mundo, se
sabe, fueron creadas para eludir y evadir impuestos.
¿Hubo algún
comunicado de la Cámara del Agro o del Cacif para condenar que uno de sus
agremiados fuera tan mezquino de robarse el pago de IGSS de sus trabajadores y
de permitir que uno de sus guardias asesinara a un anciano que lo reclamaba?
No.
La
defensa de la minería
Este año la Corte
Suprema de Justicia, de una manera sorpresiva, ha frenado proyectos
hidroeléctricos y ahora mineros. A mí me parece que hay que hacer una
diferenciación enorme entre ambos sectores.
El hidroeléctrico
es indispensable para Guatemala y Centroamérica. Necesitamos energía más
limpia, más barata y más eficiente. Pero necesitamos revisar el modelo. No
puede ser que no logre esa quimera de la que hablaba al inicio: necesitamos más
productividad pero sacar a más personas de la pobreza. Y cuidar al medio
ambiente. El modelo de los últimos 30 años ha fallado absolutamente en esto. No
tenemos ningún control ambiental ni ninguna garantía de sacar a la gente de la
pobreza, o de preguntar a las comunidades qué piensan. Lo tenemos que revisar,
discutir y mejorar.
Ahora vamos con el
minero. El gobierno de Óscar Berger (2004-2008), conformado básicamente por el
Cacif, decidió que iba a convertir a Guatemala en un país minero. Sí. Le dieron
a la minera canadiense Montana tantos privilegios que incluso la reconocieron
como ‘maquila’ para que no pagara prácticamente nada de impuestos. La mina sacó
todo el oro que pudo, cerró y la gente en San Marcos se quedó igual de pobre,
criminalizada por su oposición y con el medio ambiente dañado.
¿Realmente
necesitamos minería en el país? ¿Y con ese modelo en el que no se beneficia
nadie más que las empresas canadienses o rusas o nacionales que lo explotan?
Costa Rica prohibió la minería y no veo que las empresas estén corriendo
espantadas.
Ahora está
detenida la Mina San Rafael y agremiados del Cacif está llamando a un paro
nacional ‘porque atenta contra la certeza jurídica’. ¿Qué? ¿Van a usar su
fuerza política para defender a una mina? Una mina cuyo jefe de seguridad fue
capturado porque lo descubrieron dirigiendo asesinatos a opositores ciudadanos.
Una mina que tampoco está sacando de la pobreza a la mayoría del departamento y
que tiene cada vez más denuncias de contaminación, grietas en las casas de
comunidades vecinas y que representa una amenaza para las fuentes de agua.
¿Que si bajaron
30% las acciones de Tahoe en Canadá por eso? ¿Y qué? ¿Que valgan 30% más hizo
que vinieran más inversiones que sacaran a más gente de la pobreza? No.
Las empresas no
vendrán o dejarán de venir a Guatemala porque haya minería o esté prohibida.
Van a venir si es
rentable vender sus productos o producir cosas aquí. Y si tienen certeza de sus
inversiones.
El MP, la CICIG o
la SAT, con su cumplimiento de la ley y su persecución contra quienes la
evaden, dan mucho más certeza jurídica que cualquier otra cosa. Eso me lo han
repetido todo el tiempo empresarios extranjeros de multinacionales. Que ya
quisieran que en México, El Salvador, Honduras, Ecuador, Perú o cualquier otro
país latinoamericano tuvieran un combate a la corrupción y la impunidad como en
Guatemala.
Ah no, pero los
del Cacif dicen que es más importante apoyar a una minera. Y esperan apoyo
ciudadano o de los medios.
A mí me parece que
están tan alejados de la realidad y de ideas para sacar adelante a Guatemala
que deberían ceder la estafeta. Deberían prohibir que alguien de más de 60 años
esté en las directivas del Cacif porque creció en la Guatemala anterior a la
lucha contra la corrupción y la cooptación del Estado, en donde no salía de la
pobreza casi nadie.
Y deberíamos
potenciar y hablar sólo con empresarios modernos, que busquen hacer esa
quimera: generar más riqueza con mayor productividad y respetando tres reglas
básicas, que se resumen en cumplir la ley: derechos laborales, ambientales y el
pago de impuestos.
Ahí están. Por
ejemplo, entre los empresarios progresistas que se reúnen aupados por la
embajada de Suecia.