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18 de julio de 2017

CACIF Y GUATEMALA


POR QUÉ LOS LÍDERES EMPRESARIALES NECESITAN PASAR LA ESTAFETA

Un país como Guatemala, con tantas oportunidades y tantas urgencias, necesita de un sector privado dinámico para modernizar la economía y lograr una quimera: ser más productivos y al mismo tiempo sacar a más personas de la pobreza. Pero cuando vemos las actuaciones del sector privado organizado en los últimos 5 años, tenemos a un liderazgo que parece ir exactamente en la dirección contraria.




Una foto de archivo de la directiva del Cacif. Podría ser de 2016 o 2006 o 1996.
Foto: Carlos Sebastián

Regresemos a 2012. Muchas de las empresas más grandes del país optaron por financiar ilegalmente a Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti para poder cobrarlo después en favores. Ahí estaban mineras, bancos, canales, empresas de telefonía, fertilizantes, constructoras, gasolineras, grúas. 450 contratos fueron descubiertos por el MP y la CICIG en el caso de Cooptación del Estado en 2016.
Eso nos ayudó a entender por qué cuando los ciudadanos manifestamos contra la corrupción y la impunidad en 2015, los líderes del sector empresarial organizado no se unieron a la manifestación más grande del 27 de agosto porque no querían que Pérez Molina renunciara y se fuera a la cárcel.

El paro nacional se logró por ciudadanos, organizaciones sociales, universidades y porque muchos empresarios, dueños de empresas grandes y medianas, sí cerraron sus empresas ese día porque también estaban hartos de la impunidad y la corrupción.Esto fue una muestra de cómo el sector privado organizado en el Cacif no es tan representativo de su sector.

En 2016, cuando el MP y la CICIG demostraron con evidencias la relación del Partido Patriota con sus financistas, hubo otro quiebre.
Por un lado, desde el ‘sector privado oficial’ empezó un distanciamiento entre el Cacif y la CICIG. Y por otro lado, muchos empresarios jóvenes, que no tienen los micrófonos en las conferencias de prensa ni en las columnas de opinión de medios conservadores, seguían respaldando a la lucha contra la impunidad y la corrupción.

Que al final es estar del lado correcto de la historia. Y de la voluntad de los guatemaltecos. Mientras apenas el 9% de los ciudadanos simpatiza con ese sector privado (según una encuesta encargada por NDI en 2016), la CICIG y el MP mantenían entonces y ahora una popularidad arriba del 80%.

¿Qué causas apoyan y ante cuáles guardan silencio?

Esta impopularidad tan grande se debe a su total falta de tino en las causas que apoyan y las que boicotean. A su lejanía con la cotidianidad guatemalteca, con la realidad.

Miren su foto. Como sucede con los sindicatos nacionales, son las mismas caras que hace 20 años. Y a diferencia de la economía real y la del futuro, nunca hay mujeres, ni jóvenes emprendedores, ni empresarios indígenas. ¿A qué Guatemala representan? ¿A qué sector privado representan?

A uno que no dijo ni pío ante la peor tragedia de la historia de Guatemala, cuando se quemaron 41 niñas en un hogar gubernamental. ¿Hubo alguna movilización del sector privado organizado para apoyar a las sobrevivientes? ¿Para dar propiedades para nuevos hogares? ¿Para financiar mejor y con más transparencia las casas hogares? ¿Para poner a disposición nuevos hogares privados? ¿Para exigir cuentas a los políticos responsables? No.

Fueron empresarios jóvenes los que movieron cielo y tierra para llevar a las sobrevivientes a hospitales en Estados Unidos.
Hace dos semanas hubo otro caso paradigmático que muestra la desesperanza en los departamentos de Guatemala. El guardia de una finca asesinó a un anciano de 75 años que protestaba porque no le pagaban su pírrica jubilación, porque su patrono se robó el dinero de la Seguridad Social que tenía que haber pagado durante 25 años. Y lo peor es que se trata de una empresa de la familia Campollo, la que más offshores tiene en el Caribe. Y la mayoría de las offshores del mundo, se sabe, fueron creadas para eludir y evadir impuestos.

¿Hubo algún comunicado de la Cámara del Agro o del Cacif para condenar que uno de sus agremiados fuera tan mezquino de robarse el pago de IGSS de sus trabajadores y de permitir que uno de sus guardias asesinara a un anciano que lo reclamaba? No.

La defensa de la minería

Este año la Corte Suprema de Justicia, de una manera sorpresiva, ha frenado proyectos hidroeléctricos y ahora mineros. A mí me parece que hay que hacer una diferenciación enorme entre ambos sectores.

El hidroeléctrico es indispensable para Guatemala y Centroamérica. Necesitamos energía más limpia, más barata y más eficiente. Pero necesitamos revisar el modelo. No puede ser que no logre esa quimera de la que hablaba al inicio: necesitamos más productividad pero sacar a más personas de la pobreza. Y cuidar al medio ambiente. El modelo de los últimos 30 años ha fallado absolutamente en esto. No tenemos ningún control ambiental ni ninguna garantía de sacar a la gente de la pobreza, o de preguntar a las comunidades qué piensan. Lo tenemos que revisar, discutir y mejorar.


Ahora vamos con el minero. El gobierno de Óscar Berger (2004-2008), conformado básicamente por el Cacif, decidió que iba a convertir a Guatemala en un país minero. Sí. Le dieron a la minera canadiense Montana tantos privilegios que incluso la reconocieron como ‘maquila’ para que no pagara prácticamente nada de impuestos. La mina sacó todo el oro que pudo, cerró y la gente en San Marcos se quedó igual de pobre, criminalizada por su oposición y con el medio ambiente dañado.

¿Realmente necesitamos minería en el país? ¿Y con ese modelo en el que no se beneficia nadie más que las empresas canadienses o rusas o nacionales que lo explotan? Costa Rica prohibió la minería y no veo que las empresas estén corriendo espantadas.

Ahora está detenida la Mina San Rafael y agremiados del Cacif está llamando a un paro nacional ‘porque atenta contra la certeza jurídica’. ¿Qué? ¿Van a usar su fuerza política para defender a una mina? Una mina cuyo jefe de seguridad fue capturado porque lo descubrieron dirigiendo asesinatos a opositores ciudadanos. Una mina que tampoco está sacando de la pobreza a la mayoría del departamento y que tiene cada vez más denuncias de contaminación, grietas en las casas de comunidades vecinas y que representa una amenaza para las fuentes de agua.

¿Que si bajaron 30% las acciones de Tahoe en Canadá por eso? ¿Y qué? ¿Que valgan 30% más hizo que vinieran más inversiones que sacaran a más gente de la pobreza? No.

Las empresas no vendrán o dejarán de venir a Guatemala porque haya minería o esté prohibida.

Van a venir si es rentable vender sus productos o producir cosas aquí. Y si tienen certeza de sus inversiones.

El MP, la CICIG o la SAT, con su cumplimiento de la ley y su persecución contra quienes la evaden, dan mucho más certeza jurídica que cualquier otra cosa. Eso me lo han repetido todo el tiempo empresarios extranjeros de multinacionales. Que ya quisieran que en México, El Salvador, Honduras, Ecuador, Perú o cualquier otro país latinoamericano tuvieran un combate a la corrupción y la impunidad como en Guatemala.

Ah no, pero los del Cacif dicen que es más importante apoyar a una minera. Y esperan apoyo ciudadano o de los medios.

A mí me parece que están tan alejados de la realidad y de ideas para sacar adelante a Guatemala que deberían ceder la estafeta. Deberían prohibir que alguien de más de 60 años esté en las directivas del Cacif porque creció en la Guatemala anterior a la lucha contra la corrupción y la cooptación del Estado, en donde no salía de la pobreza casi nadie.

Y deberíamos potenciar y hablar sólo con empresarios modernos, que busquen hacer esa quimera: generar más riqueza con mayor productividad y respetando tres reglas básicas, que se resumen en cumplir la ley: derechos laborales, ambientales y el pago de impuestos.

Ahí están. Por ejemplo, entre los empresarios progresistas que se reúnen aupados por la embajada de Suecia.