Arzobispo Víctor Manuel Fernández
Anima
a "pensar más en la comunidad que en una persona que mande"
Víctor Manuel Fernández: "Puede
haber otro tipo de organización en la Iglesia, donde no tiene que haber un
varón”
Quiere
parroquias en las que "crecen distintos carismas de varones y
mujeres"
Cameron Doody, 15 de agosto de 2017 a
las 10:56
Sin necesidad de eliminar el celibato,
podría haber otro tipo de estructura de organización en las parroquias donde
moleste menos que el cura deba ser célibe y eso se cuestione menos
(Cameron Doody).- Otra señal más de que ya no hay quien pare el movimiento bajo el
Papa Francisco hacia una Iglesia colaboradora y no clerical. Víctor Manuel
Fernández, rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina y una de las personas
más cercanas al pontífice, no solo ha puesto en entredicho la obligatoriedad del celibato clerical,
sino que también ha señalado que "podría
haber otro tipo de estructura de organización en las parroquias" que
la del sacerdote a la cabeza.
En una entrevista con La Voz del
Interior de Córdoba, publicada en dos partes (1, 2), el arzobispo Fernández ha
insistido, antes que nada, en que "el celibato no es una norma de fe, de
manera que alguna vez se puede discutir si conviene o no conviene". Eso
sí, actualmente "la Iglesia cree que conviene", dado que los
religiosos célibes son libres para dedicar "todas las energías" a sus
tareas, y eso "de una forma hasta muy eficiente". Pero eso no quiere
decir, según el argentino, que la Iglesia no se cierre a que alguna vez la exigencia del celibato clerical
obligatorio "pueda modificarse".
Las modificaciones que podrían sufrir
esta disciplina de celibato para los sacerdotes, ha continuado Fernández, se
las puede intuir de la gran aportación que han dado a la Iglesia los diáconos permanentes, quienes son, en
muchos de los casos, hombres casados.
"Muchas personas que tienen una
vocación fuerte al matrimonio descartan el sacerdocio, pero hay que tener en cuenta que el diaconado es orden sagrado",
ha dicho el colaborador del Papa. "En la práctica", ha detallado, el
diácono permanente "puede ejercer funciones parecidas a las de un
párroco", si bien le son prohibidas tanto la celebración de la misa como
el escuchar una confesión.
Pero es que, como también ha apuntado Fernández,
plantear el debate en términos de si un sacerdote debe o no vivir de forma
casta no llega al meollo del cambio al que el Papa Francisco está impulsando a
la Iglesia. Esto es, que la organización
de la comunidad no sea una jerarquía en la que lo que prima es el poder.
"Uno a veces discute mucho el
celibato porque lo entiende como poder, al párroco como cabeza de la
comunidad", ha remarcado en esta línea el académico. Pero puede haber
perfectamente "otro tipo de
organización, donde no necesariamente tiene que haber un varón" incluso.
Si lo enfocamos, ha declarado Fernández,
como "una cuestión de distintos ministerios, una comunidad en la que
crecen y maduran los distintos carismas, tanto de varones como de
mujeres", será allí donde estarán los verdaderos
frutos de la revolución franciscana. Habrá una comunidad "llena de
riqueza porque hay muchas personas que se complementan entre sí, con multitud
de carismas".
Si no se mira todo, en otras palabras,
como que la parroquia dependiera solo de esa persona que confiesa y celebra la
misa, pueden abrirse nuevos horizontes
para toda la Iglesia.
"Sin necesidad de eliminar el
celibato, podría haber otro tipo de estructura de organización en las
parroquias donde moleste menos que el cura deba ser célibe y eso se cuestione
menos", ha afirmado Fernández en este sentido. "Pensar más en una comunidad que en una persona que mande",
zanja el prelado: eso es, al fin y al cabo, de lo que se trata.