Nasreddin, o Nasrudín, es un
personaje mítico de la tradición popular sufí, cuyas historias sirven para
ilustrar o introducir las enseñanzas sufíes. Se supone vivió en la Península
Anatolia en una época indeterminada entre los siglos XIII y XV. Nasr-ed-Din
significa "victoria de la fe" y Hodja, "el maestro" o
"el profesor". Sus aventuras y anécdotas se cuentan en multitud de
lenguas distintas.
NASRUDIN PERSEGUIDO
Una noche Nasrudin caminaba en
solitario por una calle. De repente se dio cuenta de que unos cuantos hombres a
caballo se dirigían hacia él.
Su mente comenzó a trabajar. Pensó que podían
ser asaltantes, que podían matarle. O que podían ser soldados del rey y que
podían llevárselo para que prestara el servicio militar o cualquier otra cosa
mala. Se asustó y cuando los hombres y el ruido de sus caballos se acercaron,
se puso a correr y entró a toda prisa en un cementerio. Para esconderse se
tumbó rápidamente en una fosa abierta.
Los jinetes – que eran simples viajantes – se
sorprendieron al ver a aquel hombre corriendo. Siguieron Nasrudin y se
acercaron a la tumba en que estaba. Él estaba allí con los ojos cerrados como
si estuviera muerto.
Los hombres le dijeron:
- ¿Qué te sucede?
- ¿Por qué te has asustado tanto de repente?
- ¿Qué pasa?
Entonces Mulla Nasrudin se dio cuenta de que
se había asustado a sí mismo sin motivo.
Abrió sus ojos y dijo:
- Es algo muy complejo, muy complicado. Si
insistís en preguntarme porqué estoy aquí, os lo diré. Estoy aquí por vuestra
culpa y vosotros estáis aquí por la mía.