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¡OH, DIOS, CREADOR DEL UNIVERSO! TODOS SOMOS TUS HIJOS
CARMEN HERRERO MARTÍNEZ, Fraternidad Monástica de Jerusalén, soeurcarmen@gmail.com
TENERIFE
CARMEN HERRERO MARTÍNEZ, Fraternidad Monástica de Jerusalén, soeurcarmen@gmail.com
TENERIFE
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05/02/18.- Oh, Dios,
Creador del Universo y de la Humanidad. Todos venimos a ti como a nuestro
único Creador.
Los hindúes te llaman Ohm, que significa el todo
Poderoso, los judíos te llaman Yahveh, los cristianos te llaman Padre, los
musulmanes te llaman Alá.
Tú eres el Padre bueno y misericordiosos de todos tus
hijos, aunque te invoquemos con nombres diferentes.
Todos somos hijos tuyos y formamos la misma familia
universal, que es tu Creación, la hechura de tus tiernas y delicadas manos.
Padre, tú eres el Arpa,
y nosotros somos las diferentes cuerdas de esa arpa que no siempre reproduce
notas armoniosas y afinadas; pero seguimos siendo tus cuerdas, tu pertenencia,
en ti estamos injertados, asidos.
Concédenos la gracia de vibrar al unísono, de no ser
notas discordantes, que rompan la fraternidad a la cual tú nos convocas y nos
llamas ni la belleza y armonía de tu Amor creador, de tu Amor bondadoso y
misericordioso. Y que la paz, la justicia, la unidad y fraternidad reinen en
nuestros corazones y entre todos tus hijos, creados a tu imagen y semejanza,
aunque te confesemos con nombre diferente y nuestro culto también sea
diferente, y así un mundo más humano y divino sea posible.
Somos diferentes, pero tu Paternidad divina nos reúne
y nos hermana. Tu encarnación es para todos, a todos has venido a salvar.
Hemos de sentirnos hermanos, que necesitan los unos de
los otros, para construir un mundo mejor, más humano, más justo; desechando de
nosotros los prejuicios, recelos y miedos que crean barreras, nos paralizan y
nos alejan los unos de los otros. Ayúdanos a tomar conciencia de nuestra
filiación divina, de nuestra paternidad común, la que tiene llevarnos a la
fraternidad universal.
Urge construir una sociedad donde reine la libertad y
el respeto a las diferentes maneras de vivir la fe en ese Ser supremo, tal y como cada religión lo concibe y lo confiesa. La
verdadera LUZ, un dia será la misma
para todos, todos Te reconoceremos
tal como tú Eres y no como nosotros
te concebimos y te confesamos.
Siendo todos, hijos tuyos, y miembros de la misma
familia universal, ayúdanos a sentirnos hermanos los unos de los otros,
mensajeros de tu Paz, Unidad y Fraternidad. Constructores de puentes de
reconciliación, de cercanía y de esperanza, con la certeza de que un mundo más
justo y bondadoso es posible; si cada uno se empeña en la creación de una nueva
sociedad donde el amor, la verdad y la libertad unidas a la justicia se hagan
realidad. “Vivir en verdad”, es
urgente. La mentira arruina la conciencia del ser humano y de toda sociedad.
Cada persona es una piedra viva en la construcción de
la sociedad, cada una es única e indispensable en esta tarea común de construir
un mundo distinto del que nos toca vivir; un mundo más humano donde los valores
fundamentales sean visibles, vividos y respetados.
¡Qué bueno sería que la economía estuviese al servicio
de todos, para el desarrollo de los países más pobres y personas más
necesitadas. Y que los políticos viviesen su cargos como un servicio, como una
entrega al pueblo que les ha elegido para la misión que desempeñan, o debieran
desempeñar!
A los gobernantes de las naciones dales, Señor, la
inteligencia y la sabiduría que les lleven a respetar, proteger y consentir a
las diferentes creencias de los ciudadanos que son la riqueza de un pueblo, el
patrimonio más precioso y “sagrado”, el cual merece un cuidado y respeto
especial.
Querer borrar las creencias o reducirlas al ámbito
privado, es una equivocación brutal y una destrucción, y esta destrucción
regenera odio, violencia, venganza, guerras y muerte. Los políticos,
¿aprenderán un día a reconocer y respetar lo que realmente constituye la razón
del ser humano? Desde los tiempos remotos las personas se han mostrado
espirituales, religiosas y creyentes. ¿Por qué oponerse con tanta saña a esta
realidad grabada profundamente el ser de toda creatura?
Tengamos la esperanza de que un mundo mejor es
posible, donde cada ciudadano pueda vivir en armonía consigo mismo, con sus
creencias y con sus hermanos en humanidad; reproduciendo una misma y única
pieza musical en colaboración por el bien de todos, donde suene con brío y
armonía los acordes de la tolerancia, el respeto, la justicia, la paz, la
amistad, la igualdad y la fraternidad. Deshechando todo tipo de violencia,
especialmente las gueras que tanto dolor humano generan. Luchando por el
desarmamanto de las naciones, negocio criminal… revestido con el manto de la
paz.
Pero tengamos en cuenta que “quien te creo sin ti, no
te salvará sin ti” (san Agustín).
Tu colaboración y la mía es necesaria, urgente,
indispensable. Entonces, ¡pongamos a la obra sin tardar! El mundo grita para
que surjan hombres y mujeres constructores de paz, tolerancia, repeto concordia
y fraternidad (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus
artículos, indicando su procedencia).
Y termino con el canto de “Santa María del Camino” de Juan Antonio Espinosa. “Aunque te digan algunos que nada puede
cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad. Aunque arezcan tus
pasos inútil caminar, tú vas haciendo caminos otros los seguirán.”