Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

1 de marzo de 2018

GIORDANO BRUNO



Giordano Bruno
(1548-1600)
Cosmólogo y mártir
El alma sabia no teme a la muerte, antes bien, a veces la ansía y se adelanta a recibirla. Sin embargo, la eternidad mantiene su substancia a través del tiempo, la inmensidad a través del espacio, la forma universal a través del movimiento.”
 
Giordano Bruno fue uno de los primeros hombres en habitar de manera consciente, el universo en su total inmensidad. Debido a esto, su generación lo vio como un ser extraño y por lo tanto lo mataron.

Bruno nación en Italia, ingresó a la Orden de los dominicos a los 17 años, su educación en la Orden fue ecléctica en relación a los clásicos de la filosofía y la teología posteriormente obtuvo el doctorado. Era un erudito con dotes extraordinarios, se consideraba asimismo un tanto iconoclasta, simpatizaba con las especulaciones científicas y filosóficas lo que no estaba acorde con la autoridad. Posteriormente abandonó los hábitos y se transformó en un estudioso itinerante.

En los siguientes años Bruno viajó y publicó mucho sobre temas como lógica, ciencia de la memoria, matemáticas y filosofía. Sin embargo en el campo de la cosmología fue su mayor obra. Habían pasado algunos años desde que  Copérnico publicara su obra, contradiciendo la antigua visión de la tierra como centro del universo. Bruno pensaba que Copérnico no había desarrollado totalmente esta visión cosmológica.

Bruno postulaba la idea de un universo infinito con infinidad de mundos, muchos de ellos tal vez habitados, por criaturas tan inteligentes como nosotros. Además sugirió, que en el futuro, los seres humanos desarrollarían maneras de viajar a través del espacio para visitar otros mundos. Tales opiniones generaron burlas, pero hubo autoridades eclesiásticas que tomaron las ideas de Bruno más seriamente.

En 1592, mientras visitaba Venecia, Bruno fue denunciado como hereje y fue arrestado. Pasó ocho años de interrogatorios, durante ese tiempo fue consignado a la inquisición de Roma y pasó la mayor parte de este tiempo confinado a un calabozo. Sin embargo Bruno no se consideraba un “libre pensador”, sino un cristiano devoto que no creía que tratar de imaginar los infinitos misterios de la creación fuera una falta de respeto hacia el Creador.

Se extrajeron una serie de supuestas propuestas heréticas de sus escritos, pero él negó persistentemente el significado que se les daba a estas frases, extraídas de su obra. Lo que más ofendió al tribunal fue la idea de un universo infinito. Bruno fue declarado hereje, sus libros y escritos fueron quemados en la Plaza de San Pedro y posteriormente fue quemado ante una multitud.

Inspirado en el libro Todos los Santos, Robert Ellsberg.