NO SE PUEDE SEPARAR LA MISA DE LA COMUNIDAD
Jesús nos lleva a la comunidad. Hemos vivido
una fe individualista. Dios y yo sí, pero no entendemos fácilmente Dios y
nosotros. Tenemos una iglesia muy individualista y clerical. Cada vez más
envejecida, menos relevante socialmente, menos creativa e innovadora.
Una iglesia que se apoya en devociones y no
pone en el centro en el evangelio, es como la parábola de una casa construida
en arena no tiene base sólida.
Tenemos que crear una red de comunidades. La
comunidad no es el templo. En cada barrio una comunidad. Tenemos que reconocer
que la iglesia está hoy día poco valorada.
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Nadie que quiera conocer a
Jesús, buscaría conocerlo en la iglesia. En doctrina, sacramentos, cultos vamos
bien pero en conocimiento de la palabra, del Evangelio y vida comunitaria y
compromiso profético suspendemos la iglesia.
El reto del futuro de la iglesia es poner en
el centro el evangelio y vivir comunitariamente. Ser comunidad.
Juan Martín Baró S.J.