PALABRAS A VOLEO
Al abrir nuestro portón anterior se nos apareció en las palabras a voleo el vocablo OFRENDA y se nos quedó en el aire la respuesta sobre el problema de los hombres y mujeres de la religión que tienen flotando sobre ellos cómo seguir viviendo y al tiempo soportando el peso de sus obras religiosas… Terminábamos diciendo que eso era otra historia. Sobre esa historia queremos reflexionar poniendo sobre la mesa el vocablo
MANTENER
Significado de la palabra
1. Proveer a uno del alimento o de los bienes necesarios:desde que murió su padre,mantiene a toda su familia.
-También se mantiene a base de vegetales.
2.-Conservar una cosa en su ser o estado:
estos guantes mantendrán tus manos calentitas.
3.-Sostener una cosa para que no caiga o se tuerza:
mantén sujeta la escalera mientras subo.
4.- Defender una opinión:
mantengo que esa teoría está equivocada.
5.- Realizar o proseguir algo durante cierto tiempo:
mantuvieron una estrecha amistad;
6.-. Perseverar,no variar de estado o resolución:
tienes que intentar mantenerte tranquilo.
En las parroquias, en las obras que dependen de la iglesia es claro que todo lo que se construye, todo lo que se compra, los alimentos de los que allí viven, los edificios, los libros, los objetos litúrgicos, las medicinas… todo eso no cae del cielo y se necesita dinero o donativos para pagarlo, para MANTENER todo aquello.
Hay muchos caminos para ese mantenimiento. Pueden ser donativos, ofrendas ¡voluntarias! de miembros de la comunidad o de personas generosas.
Pueden ser que en la parroquia se limiten a poner el estipendio (eso que les viene estupendamente) por cada ceremonia religiosa, eso que llaman ofrenda, lo que criticamos la vez pasada y escuchamos algunas exigentes palabras del papa.Todo esto se puede prestar a que los templos, las parroquias se conviertan en negocios, que los hombres y mujeres del culto aprovechen para conseguir el “mantenimiento” no sólo de las necesidades básicas para vivir, sino un medio para vivir demasiado bien. Algunos más o menos creyentes se escandalizan con razón de esa deformación de la religión.
Déjenme que les cuente algunos pasos que personas y comunidades se atreven a dar, para asemejarse más a aquel que “no tenía una piedra donde reclinar la cabeza”
¿Han oído hablar ustedes de los “curas obreros”. Aquello empezó sobre todo el pasado siglo hacia los años 40. Comenzó en Francia, se extendió por otros países de Europa y echó pronto raíces en América Latina.
Pensando en Jesús que no fue sacerdote, que anduvo como carpintero, albañil, arregla chapuces…En un pueblito como Nazaret el tekton como se decía en griego, hacía de todo… Pero había otros motivos para, además de sus actos religiosos el sacerdote obrero, sin ningún hábito ni señal distintiva estuviera trabajando como albañil, herrero, empleado en un comercio, en imprenta,en labores agrícolas… Algún tiempo nadie sabía de su misión religiosa, ni falta que hacía. Los compañeros eran creyentes o no. A veces rechazaban la religión… otros sacerdotes trabajaban en escuelas del estado, no enseñando religión sino cualquiera de las asignaturas civiles. Y esto no lo hacían solo sacerdotes, también religiosas, viviendo en barrios marginales trabajaban en empresas, como empleadas de hogar… algunas tuvieron que aguantar malos tratos, expresiones despectivas de la jefa que”no sabía con quién trataba”…
Empezamos a hablar de esto pensando en el párroco que se ganaba el sueldecillo trabajando así, luego no necesitaba que le dieran la famosa “ofrenda” por una misa. El estilo de la parroquia cambiaba totalmente y los ecos de lo que vivía durante la semana se reflejaban en la comunidad parroquial.
Pues les cuento lo que podía suceder luego cuando el cura se ponía a trabajar:
Cuando vieron que el párroco no aparecía en el templo durante buena parte del día, solo al caer la tarde, los “feligreses fueron a protestar al párroco-trabajador.
- Padre vemos que su trabajo le impide atender debidamente a su labor pastoral.
- Ya ven que yo a las 5 de la tarde ya estoy a su disposición
- Pero le disminuye el tiempo de dedicarse a la Iglesia
- En cambio no soy una carga para la parroquia; hemos establecido que no se “cobre” nada por misas, bautizos, bodas…
Entonces después de ese diálogo, podían suceder dos cosas:
- Que el sacerdote les convenciera de que su vocación también se reflejaba en su trabajo como obrero y que el tiempo que él no estaba, los laicos podían colaborar también en las celebraciones parroquiales y otros servicios.
- Que dejase el párroco el trabajo profesional, solamente con la condición de que los miembros de la parroquia le aportasen una pequeña cuota para vivir, pero que los servicios parroquiales siguieran siendo gratuitos. Naturalmente eso pedía que la junta económica la llevasen los laicos y administrasen ellos todas las necesidades parroquiales, incluido el sueldecillo para el Padre. De la famosa ofrenda o pago de misas y otras celebraciones no se volvió a hablar.
Todos estos pasos se fueron dando después del concilio Vaticano II.
Pero después llegó la marcha atrás. Muchos clér¡gos y laicos clericales se empezaron a oponer a los documentos y propuestas del concilio.
Siguió habiendo comunidades de base, sacerdotes obreros… principalmente en Latinoamérica; pero otros sacerdotes y laicos pusieron muchas barreras y en muchas parroquias y diócesis se limitaron a lo que “siempre se había hecho así”
Sobre todo personas y asociaciones de economía poderosa bloquearon los pasos adelante…
Sobre el tema de mantener necesidades o lujos recordamos esa frase de Jesús (San Mateo Cap 6 vers. 24 al 34) ”nadie puede servir a dos señores… no se puede servir a Dios y al dinero”… Sobre eso en muchos lugares ha caído un una espesa nube.
Aquí les contamos esto para que todos pensemos si quienes intentamos seguir al tekton de Nazaret podemos mantener nuestras obras “sagradas” sin mucho negocio y sobre todo MANTENER nuestra fidelidad a Jesús.