Estos
que aquí ven, sentados y agrupados,
aunque
no lo parece, son caminantes…
Se
han detenido un tiempo
Pensando
en el camino, hacia dónde y por qué.
Vienen
por el que llaman “de Santiago”
la
ruta que en el cielo les marca la vía láctea
y en la tierra les marca una vieja leyenda.
Hace
cientos de años, miles de peregrinos
recorren
esas sendas
Parece
que la vida solo tiene sentido caminando
con
los pies, con la mente, el trabajo diario
o
el espíritu. Todo eso es camino
cuando
se busca un mundo que transforme la tierra
para
hacerla habitable y amorosa.
Por
eso están sentados ahora en el refugio
hablando
de la ruta que les marca la vida
para
seguir mañana la andadura
cuando
estén apagadas las estrellas
y
espere al horizonte el “campo de la estrella”: Compostela.
Cada
uno tenemos nuestra estrella
al
final del camino.
De
eso estamos platicando aquí sentados.
Mañana
seguiremos
buscando
en el silencio y el callado paisaje
esa,
la que parece nuestra,
pero
no es solo nuestra
porque
al
fin
Es
La
estrella
De
Todos