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18 de octubre de 2018

5. SON PUESTAS POR DIOS LAS AUTORIDADES? . Frente a Frente

SAN PABLO Y MARÍA MAGDALENA…¡FRENTE A FRENTE!
San Pablo, fariseo hijo de fariseos, no conoció a Jesús. Nunca lo oyó hablar, no sabía nada de él.
María Magdalena, la que sí conoció a Jesús, su compañera, la verdadera fundadora del cristianismo, desprestigiada por una tradición machista.
Son 21 capítulos de debates imaginarios entre Pablo y María Magdalena, cada cual más candente que el otro. Los autores son José Ignacio y María López Vigil, los mismos de UN TAL JESÚS y OTRO DIOS ES POSIBLE.

Hoy les presentamos:


5 - ¿SON PUESTAS POR DIOS LAS AUTORIDADES? 
Denario con el rostro del emperador Tiberio,
máxima autoridad política en tiempos de Jesús.
















PERIODISTA Amigas y amigos de Emisoras Latinas, asistiremos a un nuevo debate entre dos protagonistas de la fe cristiana. Dos figuras que tienen ideas muy distintas, hasta contrarias, sobre Jesucristo, sin duda, el personaje más influyente en la cultura religiosa occidental. En estos programas queremos abordar temas sociales, de género, de derechos humanos... Hoy nos toca hablar de política. Sí, de política. Porque usted se metió en política, san Pablo... ¿O me equivoco? Bienvenido a nuestros estudios.



PABLO Gracias, pero no sé de qué política está hablando, señor periodista. De mi parte, yo di a conocer el misterio de la voluntad divina que consiste en reunir todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, bajo una sola autoridad, la de Cristo.



PERIODISTA Y bienvenida también usted, María Magdalena, la mujer que estuvo más cerca de Jesús y que conoció, como nadie, sus ideas políticas.

MARÍA Gracias, Juan Luis, y explique mejor a qué ideas se refiere.

PERIODISTA Me refiero a la relación Jesús y de sus seguidores con las autoridades políticas. Ese es el tema y el problema.

PABLO El tema lo veo, el problema no. Me contaron que Cristo, el Señor, le dijo al gobernador Pilato: Mi reino no es de este mundo. Las cosas de este mundo no deben preocuparnos.

MARÍA Pero, ¿qué está diciendo usted ahora, don Pablo?

PERIODISTA ¿Conoce usted esa frase de Jesús, María Magdalena, “mi reino no es de este mundo”?

MARÍA Claro que la conozco. En nuestra comunidad la repetíamos muchas veces.

PERIODISTA ¿Y es o no es de este mundo el Reino de Jesucristo?

MARÍA No, no lo es. No es de este mundo ni de los reyes de este mundo. Es de los pobres. Jesús quería transformar el mundo. Nivelar, igualar, rellenar valles, rebajar colinas, como decía el profeta Juan. Derribar a los de arriba y levantar a los de abajo, como rezaba su madre María.

PABLO Y vuelve esta mujer agitadora...

PERIODISTA Hay una frase suya, Pablo, sobre las autoridades políticas, que ha sido muy manoseada... ¿Quiere escucharla?... Magaly, por favor...

MAGALY Cada uno en esta vida debe someterse a las autoridades. Pues no hay autoridad que no venga de Dios, y los cargos públicos existen por voluntad de Dios. Por lo tanto, el que se opone a una autoridad se rebela contra un decreto de Dios, y tendrá que responder por esa rebeldía.

MARÍA ¿Cómo? ¿Estoy oyendo bien o...? ¿En serio usted ha escrito eso, don Pablo?

PABLO Sí, lo escribí y lo defiendo. Envié esa carta a la comunidad de Roma.

MARÍA ¡Para colmo a los hermanos de Roma que tenían encima a ese emperador Nerón, el más canalla entre los canallas!

PABLO Mujer, si no hay obediencia a las autoridades, no hay paz social.

MARÍA Pero, ¿de qué paz habla usted, don Pablo? Jesús dijo que él no venía a traer paz, sino espada.

PABLO No exagere, mujer aspavientosa... Para que la religión avance hay que estar a bien con la autoridad política.

MARÍA Pero, ¿cómo puede usted decir eso? Si Moisés le hubiera hecho caso todavía estaban nuestros abuelos en Egipto... ¿Y los rebeldes macabeos? ¿Y todos los patriotas de nuestro pueblo?

PABLO Convengamos en algo, María Magdalena... Los reyes, los gobernadores, ¿son puestos o no por Dios?

MARÍA Por el diablo serán puestos. Dígame, don Pablo, ¿quiénes eran las autoridades en Israel cuando usted y yo vivíamos ahí? El tetrarca Herodes Antipas, tan cruel como su padre, que ordenó cortarle la cabeza a Juan el Bautizador. ¿Puesto por Dios? ¿Había que obedecerlo?

PABLO Creo que está exagerando...

MARÍA ¿Exagerando? Me quedo corta... ¿Sabe qué decía Jesús de los reyes de este mundo? A Herodes lo llamó zorro y no le dirigió la palabra. A los jefes de las naciones los llamaba tiranos. Y a los jefes religiosos los llamaba hijos de puta... No, no ponga ese silbato, que Jesús así los llamaba, hijos de puta. Y que las putas me perdonen, nada contra ellas.

PERIODISTA Es que la ley de comunicación nos prohíbe malas palabras al aire...

MARÍA Pues así hablaba Jesús de las autoridades... Hijos de prostitución, raza de víboras... Por eso lo mataron, porque él se rebeló contra las autoridades injustas... Si Jesús le hubiera hecho caso a usted, don Pablo, habría muerto en su cama, no lo habrían matado. Y usted seguiría montado en el caballo.

PABLO Sin ofender, María Magdalena, sin ofender.

PERIODISTA Entonces, María Magdalena, ¿usted dice que Jesús fue un rebelde frente al poder?

MARÍA Siempre. Hasta el final. Lo decía en la tabla ésa que clavaron en la cruz: Sentenciado por rebeldía.

PABLO A mí me dijeron que Cristo dijo: “al César lo del César y a Dios lo de Dios”.

MARÍA Le dijeron. Pero usted no estuvo ahí. Yo sí. A usted le contaron mal lo que Jesús dijo. Yo me acuerdo muy bien cuando aquellas autoridades vinieron a tentarlo con una moneda que tenía grabada la cara del emperador romano......

ESCRIBA Nuestro país está bajo el dominio de Roma. Todos los israelitas estamos bajo el dominio del César de Roma.

JESÚS Estarás tú. Yo no. Yo no doblo la rodilla ante ese tal Tiberio ni ante ningún hombre.

FARISEO Tiberio es el César. Y el César es la autoridad suprema en la tierra.

JESÚS Tiberio es un hombre como tú y como yo. Y la única autoridad es la del cielo. El único jefe, el único emperador es Dios. No hay otro. Y nadie en este mundo tiene derecho a llamarse rey ni padre porque hay uno solo, el de arriba, y todos los demás somos hermanos y valemos lo mismo.

MARÍA Y ahí comenzaron ellos con la misma cantaleta de usted, don Pablo...

ESCRIBA ¿Cómo puedes hablar así? Los gobiernos son puestos por Dios. Los gobernantes hacen las veces de Dios para el pueblo.

JESÚS ¿No me digas? ¡Pues mira tú, lo que es los gobernantes de por acá no hacen otra cosa que abusar del pueblo y cargarnos de impuestos y más impuestos para chuparnos el poco dinero que nos queda! ¡Y después todavía tienen el descaro de llamarse bienhechores del país!

ESCRIBA Mide tus palabras, nazareno. El que se rebela contra el César se rebela contra Dios.

JESÚS Al contrario, paisano: el que se hace amigo del César se hace enemigo de Dios. No se puede servir a dos señores: ¡o con Dios o con el César!

PERIODISTA ¿Con Dios o con el César?... Nuestra audiencia se dará cuenta que aquí hay dos posiciones enfrentadas. No veo cómo acercarlas...Tal vez algún oyente nos ayude... ¿Aló?... ¿Quién y desde dónde nos llama?

CHILENO Soy chileno... Y le pregunto a Pablo, ¿qué debíamos hacer nosotros ¿Obedecer a Pinochet?... Usted me ha decepcionado, Pablo. Yo creía que usted era un apóstol de Jesucristo... Y resulta que es un vendido, un traidor al evangelio.

PERIODISTA Otra llamada... Es un tema muy controversial... ¿Dígame, aló?

ARGENTINA Digo lo mismo que el compañero que llamó desde Chile... Y en Argentina, ¿qué teníamos que hacer? ¿Obedecer al general Videla, responsable con los otros genocidas de 30 mil muertos y desparecidos?... ¡Así que toda autoridad viene de Dios! ¡No insulte a Dios, apóstol Pablo!

PERIODISTA Las líneas están calientes... Me están llegando mensajes de todo el continente... De Guatemala, donde el gobierno masacró a miles de indígenas... Me recuerdan la Nicaragua de Somoza... Me hablan del Plan Cóndor... Me llegan mensajes de Venezuela, de Puerto Rico, hasta de Haití, donde hizo de las suyas la dinastía de los Duvalier... ¿Aló, desde dónde nos llama?

SALVADOREÑA Desde El Salvador, la tierra de monseñor Romero. ¿Sabe usted, Pablo, quién era monseñor Romero?

PABLO No, señora, no conozco nada sobre él...

SALVADOREÑA Pues le convendría conocerlo para que cambie su manera de pensar. ¿Sabe qué les dijo monseñor Romero a los soldados de este país?

ROMERO Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército... Hermanos, son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: No matar. Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios. En nombre de Dios, pues, y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: ¡cese la represión!

SALVADOREÑA Y por decir eso, y por rebelarse contra las autoridades criminales de este país, le pegaron un tiro cuando celebraba la misa. Usted está totalmente equivocado, Pablo. Los que se rebelan contra las autoridades abusivas son mártires, son santos. Como monseñor Romero.

PABLO Como le digo, yo no conocí a ese señor...

SALVADOREÑA El que sí lo conoció fue un tocayo suyo, Juan Pablo Segundo, el papa Juan Pablo Segundo. Él pensaba lo mismito que usted, pues. Que hay que estar a bien con las autoridades, aunque sean unos asesinos, “para que la religión avance”.

PERIODISTA A Juan Pablo Segundo lo han hecho santo...

SALVADOREÑA ¿Santo? Él se tomó fotos con Pinochet y guardó silencio con Videla. Él le dio la mano, aquí en El Salvador, a Roberto D’Abuisson, el que mandó a matar a monseñor Romero. Disculpe, Pablo, pero a las autoridades malvadas no hay que obedecerlas, hay que luchar contra ellas. ¡Y no quiero seguir hablando porque...!

PERIODISTA Creo que es mejor cerrar aquí la trasmisión de hoy sin recibir más llamadas. Agradezco a usted, Pablo y a usted María Magdalena. Nos encuentran en la web y en las redes sociales, www.emisoraslatinas.net Y recuerden: quien tiene preguntas, piensa; quien sólo tiene respuestas, obedece. Estuvo con ustedes, Juan Luis.