Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

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27 de octubre de 2018

Las familias "Engañan" al hambre

SEGÚN EL CONSULTOR JORGE PERNILLO, 
LAS FAMILIAS DEL CORREDOR SECO, “ENGAÑAN” AL HAMBRE
Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Frijoles, tortilla y atol de tres cocimientos en los tres tiempos de comida son parte de la alimentación de las familias de algunas de las aldeas de la montaña de Santa María Xalapán, en Jalapa.

Mirna Ortiz, originaria de esa región, explicó a La Hora Voz del Migrante que en su familia hace siete meses las condiciones eran distintas, pues les alcanzaba para comprar una variedad de alimentos ya que recibía remesas de su esposo que trabajaba en Estados Unidos. Luego de que él volvió al país, todo cambió.


Jalapa pertenece a uno de los ocho departamentos más afectados por las sequías y desnutrición en el país.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), las familias receptoras de remesas utilizan los recursos de diferentes formas, un 35 por ciento se usa para consumo, la mayoría destinado a los alimentos.


Tomando en cuenta el aporte migrante, más de US$1 mil 780 millones se usaron para este rubro entre 2016 y 2017.

A nivel nacional el índice de pobreza entre la población, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), alcanzaba hasta 2014 a un estimado del 60 por ciento, mientras el índice de desnutrición infantil se consideraba de un 46.5.

En ese contexto, migrantes y analistas refirieren que el aporte de los guatemaltecos en el exterior, a la economía familiar es innegable y que la inseguridad alimentaria, en parte, es responsable que más niños junto con sus padres decidan migrar.

En Guatemala el salario mínimo se ubica entre Q 2,700 a Q 2,900 y, el costo de la Canasta Básica asciende a Q3,550, sin embargo, según el consultor y profesor en temas de seguridad alimentaria Jorge Pernillo, la mayoría de personas en el Corredor Seco no tienen acceso a estos ingresos y lo que hacen para sobrevivir es “engañar al hambre”, con sopas y tortillas.

A veces verduras y hierbas complementan la alimentación de un grupo de personas en Jalapa, pero todo depende de las posibilidades que tengan y de la época en que se encuentren, porque no siempre la sequía permite que tengan acceso a dichos alimentos.


La familia de Mirna está conformada por dos adultos y dos menores, de 11 y 13 años. En el desayuno, almuerzo y cena ellos consumen frijoles cocidos o “machucados”, con tortilla, que para variar agrega hierbas de quilete o chipilín.

Posteriormente, y según se lo permite su economía, cocina papas o güisquil en trocitos. Ella cuenta que solo consumen carne cada quince días, pero siempre depende de lo que devengan en sus trabajos, que en su mayoría dependen de la siembra y cultivo de café.

Al día, en alimentos para los cuatro integrantes de su familia invierte unos Q40, aunque a veces las personas del lugar sobreviven con menos.

“Quienes reciben sus remesas tienen una gran ayuda. Yo las recibí por un tiempo, pero ya tiene siete meses que regresó mi esposo… uno aquí cuando recibe sus remesas es una gran ayuda, al regresar uno trae su bolsa llena de frutas, alimentos variables, leches, Corn Flakes y leche para niños, lo que es comida, ya se puede comprar carne de res, pollo o a veces huevos y hasta pescado, uno tiene comida más variable”, comentó.

Su esposo vivió en Estados Unidos por cinco años y decidió dejar a su familia porque quería construir una vivienda, y tampoco tenían un trabajo que lograra darle estabilidad ni seguridad alimentaria a sus hijos.

En un esfuerzo por salir adelante, la entrevistada contó que decidieron sacar un crédito para pagar el viaje que se hizo de manera irregular, el costo fue de un total de Q200 mil, porque en el banco le cobraron mora e intereses.

Volvió al país porque su meta era irse solo cinco años y su intención también era compartir más tiempo con sus hijos ahora que son jóvenes.

SIN REMESAS, AHORA TODO ES MÁS COMPLICADO

Ahora que volvieron a la realidad todo es más complicado, afirmó la entrevistada, “todo es más complicado con la comida porque uno se acostumbra y también los niños que son una gran ayuda, aquí uno esta atenido a la agricultura y con la sequía que hubo se perdieron las milpas y cosecha que uno estaba esperando”.

La aldea donde vive Mirna junto con sus hijos se encuentra en las montañas de Santa María Xalapán, en Jalapa. Del resto de pobladores mencionó que hay casos en los que las familias envían a niños a pedir comida a las demás casas.

“Los niños pasan a pedir tortillas, la mayoría de familias lo que hacen es mandar a los niños a pedir tortillas o frijoles cocidos en cacerolitas”, indicó.

Solo en una comunidad a la que se le conoce como “Laguneta”, comentó que ha visto unas veinte familias que sobreviven de manera precaria. Las casas son construidas con adobe o en otros casos son solo unas champas, con plástico y palos.

LOS NIÑOS EN LUGAR DE LECHE TOMAN ATOLES

Para los niños, las madres tratan de hacer atoles de masa, de tres cocimientos o el crudo, “así es como los van manteniendo” y así es como sustituyen la ausencia de la leche.

En ese sentido, dijo que en el último año ha notado como unas diez mujeres han migrado hacia Estados Unidos junto con sus niños, porque los Coyotes les han dicho que al llevar a sus hijos pueden pasar sin complicarse.

“Así como en la comunidad han salido unas diez mujeres en este año. Yo he escuchado que hay trabajo para las mujeres en Estados Unidos y que allá hay una gran oportunidad para ellas y los niños que tienen mejor educación, pero también se ha escuchado que los meten en un cuarto frío y que sufren”, añadió.

MADRES HAN MIGRADO JUNTO CON SUS NIÑOS

La jalapaneca refiere que los comentarios que se escuchan es que todas las personas que han migrado han logrado pasar y quedarse en EE. UU., y sabe que algunas de ellas están trabajando en restaurantes.

Mirna y otras mujeres se unieron hace unos meses con la finalidad de impulsar el cultivo, cosecha y venta de café en la aldea el  Duraznito de Jalapa. Al principio el proyecto parecía rentable, pero con el tiempo han notado que la situación es compleja, sobre todo por el costo, que este año reportó los precios más bajos.

Sumada esta situación, la líder de la agrupación de Esperanzas del Futuro recordó que este año la sequía los afectó de manera grave, porque la mayoría de cosechas se perdieron. La esperanza es que en algún momento el  Gobierno les apoye a través de sus programas, sin embargo, hasta ahora no han visto nada concreto.

QUERÍA MIGRAR, PERO AHORA TRABAJA

Nohemí Cruz trabaja en Chimaltenango junto a su hermano y mamá, pero hace solo cuatro meses en su mente no cabía otra idea que migrar hacia Estados Unidos.


Para sostener los gastos de alimentación, la entrevistada refiere que había momentos en que tenían que vender artículos como ropa usada o vender algunos antojitos, “cuando no se vendía pues al menos teníamos comida, sino hubiéramos tenido más dificultades”.

Por ello recordó que hace cinco años, suplir la necesidad de alimento del desayuno, era más complejo a pesar de que vendían refacciones para sobrevivir.

Asimismo, comentó que ha visto cómo las familias mejoran con las remesas, porque entonces tienen más recursos, “se ve un cambio en las familias, aunque otras no lo saben aprovechar”.

“Creo que sin los migrantes caería mucho más la economía se vería bastante, porque imagínese, porque muchas personas nos sostenemos porque a la hora de recibir dinero ellos empiezan a consumir más”, comentó.

DESDE 1998 CAFICULTORES SIGUEN EN CRISIS

El restaurante Café La Fuente surgió de la iniciativa del guatemalteco Roderico Díaz y de su esposa Neida Gutiérrez de Díaz, quienes al notar la baja en los precios del café decidieron emprender un negocio.

El emprendimiento que impulsaron generó más empleos en la localidad con lo que buscan apoyar a más personas.

“En el año 1998 surgió una crisis exagerada del café y de la que todavía estamos padeciendo, porque no ha sido bueno este año. Tratamos de seguir con el café y es bastante bueno, con una buena taza de hasta 86 puntos”, comentó.

Díaz indicó que la situación de las familias es complicada ya que deciden migrar en muchas ocasiones por la falta de alimentos. En el caso del café reconoció que ya no producen la misma calidad y cantidad de empleos.

En Chiquimula, aseveró que las comidas en su mayoría llevan arroz y frijoles, a veces acompañadas de pan o tortilla, “las carnes son al mes”.

“De hecho nosotros como caficultores, reconocemos que las remesas son el aporte principal en el país, porque ahora hemos investigado que esa es la fuente de ingresos del país, esos aportes son muy importantes. Aunque no nos guste aceptarlo así es”, comentó.

MIGRANTES: SIN APORTES DESDE EL EXTERIOR, FAMILIAS ESTARÍAN EN PEORES CONDICIONES

El migrante guatemalteco Carlos Rodríguez, desde Chicago, añadió que las remesas para el país son fundamentales, principalmente porque se usan para el pago de vivienda y alimentación.

La necesidad de las familias de acuerdo con el entrevistado es evidente y por eso deciden migrar, para mejorar la salud y alimentos que se consumen en la familia.

“Es evidente la ayuda de los migrantes, aunque no se vea para mucho, sino fuera por esa ayuda las personas estarían en peores condiciones, mucho peor de lo que ya están”, afirmó.

Al igual que Rodríguez, Vivian Zamora, en Kentucky, destacó que es evidente que dichos ingresos aportan significativamente a los hogares guatemaltecos, sobre todo a los que están más vulnerables o son muy numerosos.

“Lo que ellos ganan aquí en Estados Unidos, les ayuda a sus familias a comer, en lugares en donde hay falta de oportunidades o no han tenido la oportunidad de tener estudios o un título, así como un puesto laboral sin peros y sin prejuicios, ellos se alivian con este aporte”, aseguró.

Los aportes de remesas, a decir de la entrevistada, generan una despreocupación en sus familias y les permite vivir de una forma más digna, además de darles acceso a educación lo que fomenta el desarrollo de comunidades.

POR INGRESOS DE CONNACIONALES EN EL EXTRANJERO, HOGARES TIENEN ACCESO A ALIMENTACIÓN BÁSICA

Sobre esa situación, Mario Herrera de la organización Estado de la Región en Costa Rica, explicó que el tema de remesas es indispensable para el Triángulo Norte.

“Esas remesas son utilizadas por las familias sobre todo para consumo, no son invertidas pues son usadas para el gasto corriente de los hogares”, refirió.

Estos ingresos, además, permiten llevar recursos a la balanza de pagos y de adquisición de productos, con lo que se permite que las personas tengan acceso a una alimentación básica.

Herrera señaló que la búsqueda de mejores condiciones en los últimos días ha motivado el éxodo de miles de personas, entre ellos, niños.

SIN APORTE DE REMESAS, HOGARES QUEDARÍAN EXPUESTOS A MÁS POBREZA
Diego Recalde, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), explicó que sin las remesas migrantes, Guatemala tendría ahora un saldo negativo en la balanza comercial de Guatemala y ese es el modelo que hay, “se vive de las remesas de personas en Estados Unidos”.

Lo que envían sirve para el pago de facturas, deudas, educación y lo principal que pueden subsidiar es la alimentación.

“El ingreso de remesas para esas familias que están en situación de pobreza o pobreza extrema, es lo que mantiene cubiertas sus necesidades. El aporte de los migrantes es enorme, entonces debería ser el modelo económico el que contribuya a tener empleos suficientes, dignos y abundantes, pero eso no hay porque tiene a los migrantes, pero ese no es un modelo que ningún país debería tener”, comentó.
Sin esos recursos económicos, Recalde añadió que las familias beneficiarias por estos recursos quedarían expuestas a pobreza y pobreza extrema, principalmente ante la ausencia de una protección social, “el país es muy vulnerable a lo que le puede pasar a los migrantes… si eso se viene abajo van a haber serias repercusiones”.

LOS SALARIOS DE GUATEMALA Y EL COSTO DE LA CANASTA BÁSICA

En Guatemala el salario para las actividades agrícolas y no agrícolas es de Q90.16 diarios, para un total de Q2,992.37 mensuales según datos del Ministerio de Trabajo, en tanto para la actividad exportadora y de maquila se estableció el pago diario de Q82.46, equivalente a Q2.758.16 al mes.

Mientras que datos del INE refieren que los precios de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Ampliada (CA) registraron una baja en septiembre, esto en comparación a los costos que presentaron en agosto.

Fredy Gómez, subgerente técnico del INE, explicó que en septiembre la CBA presentó un precio de Q3 mil 550.65, lo que representa una baja de Q 58.91 respecto a su precio en agosto.
La Canasta Básica Alimentaria está integrada por 34 productos y cuantifica los grados sugeridos para un hogar de 4.77 miembros en promedio, que cubren un requerimiento energético de 2 mil 262 calorías.

Mientras que el precio de la Canasta Ampliada, al mes de septiembre fue de Q8 mil 198.22, y respecto al dato que se presentó en agosto significa una baja de Q136.02.

LAS PERSONAS ENGAÑAN AL ESTÓMAGO CON SOPAS, ESTÁN MALNUTRIDAS

Sin embargo, Jorge Pernillo, consultor en temas de seguridad alimentaria, refirió que en Guatemala y principalmente en el área rural la población no alcanza a ganar un salario mínimo y mucho menos que cubra las necesidades de la Canasta Básica.


El entrevistado cita un estudio elaborado por Oxfam Internacional que refiere que gran parte de esas personas no pueden acceder al costo de alimentos básicos y se dedican en su mayoría a la agricultura.
Los ingresos de las familias de acuerdo con el experto son mínimos y tampoco dignos. Asimismo, otro de los riesgos radica en que la mayoría de personas perdieron sus cosechas a causa de la sequía, principalmente en cultivos como frijol y maíz.

“Para comer es básicamente maíz lo que consumen, porque el frijol es un producto que no es tan normal en su consumo ahora… pero en estos hogares ya no pasa esto, lo normal es que coman una sopa o caldo de chile o hasta de consomé, porque esto abunda y dan hasta cuatro o cinco tortillas… con sopa engañan al estómago estas personas están malnutridas”, dijo.

Al consumir sopas, el entrevistado refiere que las personas lo que hacen es “engañar al hambre” y así logran ocultarla.

SIN REMESAS HABRÍA MÁS INSEGURIDAD ALIMENTARIA

Asimismo, explicó que el próximo año la situación con las familias del Corredor Seco, por la sequía, se verá agudizada aún más por la falta de ingresos y perdida de cultivos.

De acuerdo con Pernillo, para las familias beneficiarias de remesas, el aporte para la alimentación es indispensable y que sin estos recursos las condiciones serían aún mucho más peores.

“Estas familias tendrán la oportunidad de alimentarse mejor que el resto -quienes reciben remesas-, sin esa inyección económica a Guatemala habría más desempleo, menos consumo e ingresos, como más gente en inseguridad alimentaria y no solo rural sino urbana. Estas remesas dinamizan la economía, muchas solo para consumo, comentó.

OIM: SIN REMESAS UN PORCENTAJE DE HOGARES ESTARÍA EN CONDICIONES DE POBREZA Y EXTREMA POBREZA

De acuerdo con la Encuesta sobre Migración Internacional de Personas Guatemaltecas y Remesas de 2016 de la OIM, más de 6 millones 200 de personas son beneficiarias de remesas, y de ellos una cifra superior a los dos millones corresponde a niños, niñas y adolescentes.

En ese año, el volumen de remesas ascendió a más de US$7 mil 273 millones de dólares, de los cuales se estimó que del total solo el 13.2 por ciento de la población receptora de remesas podía cubrir las necesidades de la Canasta Básica Alimentaria para cinco personas.

“Es decir que un porcentaje de estos hogares, de no recibir la contribución de las remesas estarían en condiciones de pobreza o extrema pobreza. Únicamente el 1.6% de esta población alcanza a cubrir la canasta vital”, refiere la OIM.

Para entender el aporte que realizan los migrantes a la alimentación en hogares, se necesita entender que las familias receptoras de remesas, destinan en un 35 por ciento los recursos al consumo y un 25 para alimentos, es decir en cifras, más de más de US$1 mil 700 millones de remesas son empleadas de esta manera.

AUNQUE RETORNÓ PIENSA EN VOLVER POR MEJORES CONDICIONES PARA SU NIÑO

Sucely volvió a Guatemala luego de permanecer cinco años en Estados Unidos. Un abogado en temas de inmigración le recomendó volver al país debido a que no contaba con documentación regular, allá se quedó su esposo quien constantemente envía remesas para el sostenimiento del hogar.

Pero ahora, la mayor preocupación de la joven, es su bebé quien nació en EE. UU. Aquí ha podido comprarle todo lo necesario, leche, compotas, pañales y medicina, pero reconoce que no existen los mismos beneficios para los menores de edad.

En promedio, la guatemalteca refiere que su remesa, que es de unos 4 mil mensuales se gasta en el pequeño niño que desde que vive en San Marcos junto con ella se ha enfermado con mayor frecuencia, por eso a veces se cuestiona si volver por la vía irregular nuevamente puede ser una opción.

“Si yo me voy con mi niño, ¿qué pasaría?, ve que es difícil estar aquí en Guatemala con él, por ahora no he pensado en migrar, pero por la educación de él aquí es un poco duro, estaré en Guatemala y no sé qué pueda pasar después”, expresó.

“QUIENES RECIBEN SUS REMESAS TIENEN UNA GRAN AYUDA. YO LAS RECIBÍ POR UN TIEMPO, PERO YA TIENE SIETE MESES QUE REGRESÓ MI ESPOSO… UNO AQUÍ CUANDO RECIBE SUS REMESAS ES UNA GRAN AYUDA, AL REGRESAR UNO TRAE SU BOLSA LLENA DE FRUTAS, ALIMENTOS VARIABLES, LECHES, CORN FLAKES Y LECHE PARA NIÑOS, LO QUE ES COMIDA YA SE PUEDE COMPRAR CARNE DE RES, POLLO O A VECES HUEVOS Y HASTA PESCADO, UNO TIENE COMIDA MÁS VARIABLE”.
“ASÍ COMO EN LA COMUNIDAD HAN SALIDO UNAS DIEZ MUJERES EN ESTE AÑO. YO HE ESCUCHADO QUE HAY TRABAJO PARA LAS MUJERES EN ESTADOS UNIDOS Y QUE ALLÁ HAY UNA GRAN OPORTUNIDAD PARA ELLAS Y LOS NIÑOS QUE TIENEN MEJOR EDUCACIÓN, PERO TAMBIÉN SE HA ESCUCHADO QUE LOS METEN EN UN CUARTO FRÍO Y QUE SUFREN”.
MIRNA CRUZ