REFLEXIONES DE JULIO MENCHÚ EN NOMADA, SOBRE “LO MAYA”
Hace algunos años me comencé a dar cuenta del rollo que envuelve a “los Mayas”. Los extranjeros nos admiran por la cultura viva. Admiran la espiritualidad de los pueblos originarios y vienen a conocer.
Uno de los lugares imperdibles para visitar es Tikal, en Petén; en donde se admira la grandeza de los Mayas clásicos y las mega construcciones. Otro imprescindible para los viajeros es La Antigua Guatemala y su pasado colonial. Y para admirar las culturas vivas, visitan Panajachel, esa belleza del lago que nos admira a todos. Lo colorido de los trajes de las mujeres y de algunos hombres, que todavía mantienen el traje.
Y por supuesto Chichicastenango en El Quiché, que al asomarse a la Iglesia Santo Tomas con los Xukulem o a las ceremonias en las gradas, en donde los principales lucen en las calles sus trajes imponentes y a las señoras sus güipiles majestuosos, hace que cualquiera se enamore de Guatemala. ¿O no?
El problema es que muchos que admiraron esa belleza aprendieron a medias “cosas de los Mayas” y ahora viven de inventar cosas sobre nosotros y decir cosas que en Guatemala los pueblos no practican.
Hace unos días recibí un correo en donde me preguntaban como conseguir quien les daba una lectura de “La carta natal Maya”. ¿Qué jocotes es eso? Una amiga brasileña me preguntó si conocía a un español que dice ser sacerdote Maya y estaba promocionando este concepto en unos talleres en Río de Janeiro. Le escribí a la persona y me indicó que usaba ese término para que los occidentales entendieran (…)
También recibí en el Facebook del colectivo que dirijo, la nota de un joven europeo -muy amable- que me preguntaba si quería, vía Skype (y pagando una módica cuota), que me leyera el horóscopo Maya. Me sentí como leyendo a aquel famoso escritor de horóscopos de un diario impreso en Guatemala. También en Facebook, me escribió otro europeo -menos amable-, invitándome a conocer el “calendario maya galáctico”. Cuando le debatí, me dijo que yo no era dueño de la verdad y que el calendario maya galáctico tenía como base lo Maya.
Hace unos años ya conocí ese pseudo calendario maya, por casualidad. Unos extranjeros me preguntaban que iba a hacer el 25 de julio por el día “del no tiempo” y la onda (como de señal de radio o televisión) encantada. Pregunté y descubrí que un embustero llamado Jose Argüelles dijo que nosotros, los Mayas, éramos atrasados. Que no éramos dignos de portar tanta sabiduría. Y que por eso él tuvo que descubrir en viaje galáctico el calendario maya, al que llamó Dreamspell.
Usando como base el calendario sagrado Cholq’ij y los glifos de cada día, descontextualizándolo e inventando muchas cosas. Tuvo tanto éxito su engaño, que ahora hay gente en América del Sur y europea que cree que eso es cierto. Nosotros, entonces somos ahora los mentirosos
¿Recuerdan los programas de televisión sobre las profecías mayas? Pues estas están basadas en este y otros engaños.
Casi dan ganas de maltratar, cuando me han dicho que naves extraterrestres se posaron sobre Tikal y la construyeron en minutos. Y que Pacal, gobernante de Palenque, Chiapas; va en una nave que lo lleva a las galaxias. Para mí esto es racismo puro. Pensar que los miles de hombres y mujeres mayas no podían construir las grandes ciudades. Que no fuimos capaces de tener avances astronómicos, matemáticos y científicos y que por eso es necesario inventar la intervención de extraterrestres. Es negar que los seres humanos podemos avanzar y casi relegarnos al estadio superior de la barbarie, si bien nos va. .
He leído algunos trabajos en los que indican que piedras preciosas o metales responden a cada Nahual. O que sirven para atraer o mejorar su energía, cuando en Mesoamérica no existen tales piedras. Y los metales se empezaron a usar en el post-clásico.
¿Qué nos queda?
Ir leyendo y aprendiendo a discernir la verdad de los pueblos originarios de Mesoamérica. A leer arqueología, antropología e historia. A comprometernos al rescate del conocimiento cultural y ancestral.
Para ampliar sus conocimientos, les invito a leer algunos artículos en http://www.espiritualidadmaya.org
Maya K’iche’, Ajq’ij o contador del tiempo, aprendiz de Aj Poronel (el que quema las ofrendas). Padre de dos hijos que le enseñan más de lo que cree. Pro vida y casado con una mujer que le tiene muchísima paciencia. Ama la Historia y se dedica a su enseñanza.