¡ASÍ
SE EMPIEZA!
“Ministerios
oportunos” para el siglo XXI
CÉSAR
ROLLÁN SÁNCHEZ, eclesalia@eclesalia.net
MADRID.
ECLESALIA,
24/06/19.- Casi pasó desapercibido en los medios de comunicación, pero algunos
se hicieron eco recientemente de que desde la institución eclesial católica se
acaba de sugerir la vuelta de curas casados a sus comunidades.
Dada
la trayectoria de los tiempos posteriores al Vaticano II, en los que todo ha
sido dejar de lado esta vivencia matrimonial al servicio de la Iglesia, resulta
sorprendente. Lo cierto es que, en esta ocasión, se ha expresado por escrito en
el Instrumentum laboris de la Asamblea Especial para la Región Panamazónica del
Sínodo de los Obispos (6-27 octubre 2019).
En
el apartado a, del número 129, del capítulo IV sobre la organización de las
comunidades, se sugiere lo siguiente:
Promover vocaciones autóctonas de
varones y mujeres como respuesta a las necesidades de atención
pastoral-sacramental; su contribución decisiva está en el impulso a una
auténtica evangelización desde la perspectiva indígena, según sus usos y
costumbres. Se trata de indígenas que prediquen a indígenas desde un profundo
conocimiento de su cultura y de su lengua, capaces de comunicar el mensaje del
evangelio con la fuerza y eficacia de quien tiene su bagaje cultural. Hay que
partir de una “Iglesia que visita” a una “Iglesia que permanece”, acompaña y está
presente a través de ministros que surgen de sus mismos habitantes.
Afirmando que el celibato es un don
para la Iglesia, se pide que, para las zonas más remotas de la región, se
estudie la posibilidad de la ordenación sacerdotal para personas ancianas,
preferentemente indígenas, respetadas y aceptadas por su comunidad, aunque
tengan ya una familia constituida y estable, con la finalidad de asegurar los
Sacramentos que acompañen y sostengan la vida cristiana.
Identificar el tipo de ministerio
oficial que puede ser conferido a la mujer, tomando en cuenta el papel central
que hoy desempeñan en la Iglesia amazónica.
Este
documento preparatorio es mucho más amplio, toca muchos más aspectos de la vida
de la Iglesia que peregrina en la “Región Panamazónica”, es mucho más rico en
matices. Este punto es uno más, pero, quizá, por la trascendencia que tiene
“tocar” los cargos de responsabilidad de la institución, su importancia
estructura un nuevo modo de ser y actuar en la Iglesia: “Identificar el tipo de
ministerio oficial que puede ser conferido a la mujer” y la “ordenación
sacerdotal para personas ancianas, preferentemente indígenas, respetadas y
aceptadas por su comunidad, aunque tengan ya una familia constituida y
estable“.
logo-sinodoamazonicoAsí
se empieza, desde luego, así se empieza, atendiendo unas necesidades
particulares, respondiendo a las demandas de la base, abriendo, aunque sea tan
tímidamente, las ventanas a los nuevos tiempos, con nuevas realidades… y se
termina ordenando a cualquier persona que sea elegida por la comunidad.
Aunque
allí mismo se dice, textualmente que estas sugerencias “recuperan aspectos de
la Iglesia primitiva cuando respondía a sus necesidades creando los ministerios
oportunos (cf. Hch 6,1-7; 1 Tim 3,1-13)“.
Parece
que lo mejor para adaptarse a los nuevos tiempos es volver a la raíz. Sí, ¡así
se empieza!… de nuevo (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión
de sus artículos, indicando su procedencia).