San
Pablo, fariseo hijo de fariseos, no conoció a Jesús. Nunca lo oyó hablar, no
sabía nada de él.
María
Magdalena, la que sí conoció a Jesús, su compañera, la verdadera fundadora del
cristianismo, desprestigiada por una tradición machista.
Son
21 capítulos de debates imaginarios entre Pablo y María Magdalena, cada cual
más candente que el otro. Los autores son José Ignacio y María López Vigil, los
mismos de UN TAL JESÚS y OTRO DIOS ES POSIBLE.
Hoy
les presentamos
PERIODISTA
Amigas, amigos de Emisoras Latinas. Estamos en el cierre de estos debates, una
iniciativa financiada generosamente por colaboradores que han pedido el
anonimato por lo polémico de los temas. A lo largo de 20 programas hemos
confrontado las ideas de Pablo de Tarso, apóstol de los gentiles, con las de
María Magdalena, la compañera de Jesús. Tuvimos una entrevista solamente con
Pablo. Y ahora, queremos conversar a solas con usted, María Magdalena.
Bienvenida.
PERIODISTA
Antes de comenzar, ¿cómo se ha sentido usted durante estos debates con san
Pablo?
MARÍA
Muy bien. Aunque le confieso que el apóstol Pablo es más terco que la burra de
Balaam. Qué hombre tan empecinado. De todas maneras, le reconozco una virtud,
una gran virtud.
PERIODISTA
¿Cuál?
MARÍA
Que amó a Jesús con toda su alma… al “Cristo” que él se inventó, y que le colgó
todos esos títulos, que si Primogénito, que si Señor de Señores, que si Sumo
Sacerdote… pero sí, lo reconozco, Pablo fue un apasionado por Jesús. El
problema es que él no lo conoció. Si lo hubiera conocido, ¿qué otro hombre no
hubiera llegado a ser?
PERIODISTA
Usted sí lo conoció. Y de eso me gustaría conversar. María Magdalena, la
compañera de Jesús. ¿Tal vez la persona más cercana al pensamiento y al
sentimiento de aquel profeta extraordinario?
MARÍA
Creo que sí… Bueno, no, su madre María siempre primero.
PERIODISTA
Cuénteme. ¿Cómo era el carácter de Jesús? ¿Impulsivo, optimista, temerario?…
Siempre lo pintan como manso y humilde…
MARÍA
Humilde, sí. Él nunca se creyó por encima de nadie. Ni rey ni señor ni nada de
eso… Pero tampoco se ponía por debajo de los poderosos. Y cuando lo buscaban,
lo encontraban. Sobre todo, los fariseos y los maestros de la Ley. Lo
provocaban y a él le salían chispas de los ojos… Me acuerdo una vez que
teníamos hambre y empezamos a arrancar espigas del campo de un terrateniente. Y
era sábado. Los fariseos nos vieron y se enfurecieron. ¡Está prohibido,
prohibido!
PERIODISTA
¿Y entonces…?
MARÍA
Entonces, Jesús se enfureció más que ellos. ¿Ustedes no saben lo que hizo David
y sus hombres cuando tenían hambre? Entraron a la casa de Dios y comieron los
panes del altar. Y les dijo: el sábado es para la gente y no la gente para el
sábado. Aquello fue un pleito tremendo, todavía me acuerdo.
PERIODISTA
Vehemente… ¿y también manso?
MARÍA
La verdad, no me gusta esa palabra porque parece tonto… “manso como un
corderito”… Y Jesús de cordero no tenía nada…
PERIODISTA
Algunos teólogos dicen que de Jesús se sabe que lloró. Pero que nunca lo vieron
reír…
MARÍA
¿Cómo dicen eso? Pero si Jesús se reía mucho. Con la gente, siempre estaba de
buen humor. Y le gustaba mucho contar chistes.
PERIODISTA
¿Chistes…?
MARÍA
Chistes, adivinanzas, historias… ¿En qué se parece el Reino a un granito de
mostaza?
PERIODISTA
¿Se refiere a las parábolas?
MARÍA
No sé cómo les llamen ustedes… El comenzaba: “Érase una vez un sembrador que
salió a sembrar su semilla… La, la, la… “Éstas se me han caído entre las
piedras… La, la, la… Y éstas se me han caído junto al camino y… pío-pío-pío… y
estos pájaros se las comerán…” Él iba cambiando la voz, imitaba a los
pajaritos, imitaba al viento… Y todos nosotros con la boca abierta escuchando y
riendo y comprendiendo…
PERIODISTA
Hablemos de su físico. ¿Cómo era?
MARÍA
Bueno, era…
PERIODISTA
En las películas y los cuadros siempre lo pintan rubio con ojos azules y más
blanco que la leche…
MARÍA
¿Habrán conocido a otro con el mismo nombre? Porque Jesús era bien moreno,
quemado por el sol de Galilea… Barbón, con los ojos del color del azabache…
PERIODISTA
¿Se parecía a su madre?
MARÍA
Él salió a su madre. María era muy linda, un poco bajita, pero muy buena moza.
Como la negra del Cantar.
PERIODISTA
¿Qué le gustaba comer a Jesús?
MARÍA
Bueno, lo que comíamos siempre los pobres. Dátiles, pan negro… aceitunas… Su
antojo eran las lentejas que le preparaba su madre allá en Nazaret… se chupaba
los dedos…
PERIODISTA
¿Algo en especial que le gustaba hacer?
MARÍA
Le encantaban las bodas. Cuando se casaban sus vecinos, no se las perdía.
Siempre decía que el Reino de Dios se parece a la alegría del novio y la novia
cuando se encuentran bajo el velo… Y en las bodas se bailaba mucho, siete días
al hilo…
PERIODISTA
¿Jesús bailaba?
MARÍA
Hasta que se le doblaban las rodillas. Lo hubiera visto en las bodas de Caná…
Jesús era bueno para la rueda, como todos sus hermanos.
PERIODISTA
¿Algún deporte?
MARÍA
No sé qué me pregunta…
PERIODISTA
Quiero decir, algún juego… ¿A qué jugaban los niños en su tiempo?
MARÍA
Bueno, las niñas con muñecas de trapo que nos hacían nuestros padres. Los
varones jugaban al molino… al reyecito…
PERIODISTA
¿El reyecito?
MARÍA
Sí, le tapaban los ojos a un niño… y venían los otros y lo pellizcaban o le
daban un cachetazo…y el que estaba vendado tenía que adivinar quién le había
pegado… Y cómo es la vida, Juan Luis, ese juego, para la burla y la crueldad,
lo jugaron con él los soldados romanos en los calabozos de la Torre Antonia…
Nos lo contaron después… No quiero recordar.
PERIODISTA
Cambiemos de tema. ¿A Jesús le gustaba rezar?
MARÍA
Sí, pero, ya le dije, nunca en el templo ni en la sinagoga. El rezaba en los
montes. Rezaba cuando salía la Luna… cuando el cielo estaba sembrado de
estrellas…
PERIODISTA
¿El padrenuestro?
MARÍA
Si, esa oración nos enseñó…
PERIODISTA
Le tengo una sorpresa, María Magdalena. Un amigo de Emisoras Latinas, que sabe
arameo, nos grabó el Padrenuestro en arameo…
MARÍA
¿De veras?
PERIODISTA
¿Quiere escucharlo?
MARÍA
Sí, por favor, me traería tantos recuerdos…
PERIODISTA
Pues escuche…
PADRE
NUESTRO EN ARAMEO
MARÍA
Me ha sacado las lágrimas… Si hasta la voz se le parece…
PERIODISTA
Y ahora, María Magdalena, cuéntenos algo de usted…
MARÍA
De mí… ¿qué quiere que le cuente?
PERIODISTA
¿Cuándo conoció a Jesús? ¿Cómo lo conoció?
MARÍA
En Cafarnaúm. Hubo una sequía grande y mucha gente buscó consejo en Jesús, que
ya tenía su fama… Yo recién me sumaba al movimiento. Vine caminando desde
Magdala porque corrieron la voz de que un nazareno estaba hablando como Juan el
Bautizador… De Nazaret no sale nada bueno, me dije yo. Pero por la curiosidad…
PERIODISTA
¿Y…?
MARÍA
Y desde que lo vi… No lo niego, quedé prendada… Jesús era un hombre muy
atractivo… Yo me enamoré de él desde el primer día… como Raquel cuando vio a
Jacob junto al pozo…
PERIODISTA
¿Amor a primera vista?
MARÍA
Diga mejor a primer oído… Fueron sus palabras las que me conmovieron.
PERIODISTA
¿Y él…?
MARÍA
Él tardó un poco más… Pero un día se fijó en mí… Y no le doy detalles porque el
amor es como los perfumes, que se guardan sellados para que duren siempre…
PERIODISTA
He leído que Magdala, en su tiempo, era la ciudad más importante de Galilea…
MARÍA
Sí, muchos vendían y muchos compraban…
PERIODISTA
Algunos dicen que usted tenía buenos ahorros, y con ese dinero ayudaba al
movimiento de Jesús…
MARÍA
No, yo tenía mi puesto de pescado seco… Y cuando íbamos a Betsaida o a
Corozaím, o cuando viajamos hasta Tiro y Sidón, yo llevaba un canasto de
pescado para que comieran todos y dejaba a mi hermana menor atendiendo el
puesto… Todos hacían lo mismo, llevaban alguna cosa y compartíamos…
PERIODISTA
En algunos cuadros a usted la pintan como una dama de clase alta, vestida de
sedas, con joyas…
MARÍA
¿Cuál clase alta? En el movimiento todos éramos de una sola túnica.
PERIODISTA
Es decir…
MARÍA
Una túnica y un par de sandalias. Esa era la riqueza.
PERIODISTA
Usted nos contó que estaba casada… Pero que su marido era… digamos que…
MARÍA
Era un demonio. Valía por siete demonios.
PERIODISTA
Y entonces se separó de él…
MARÍA
Sí, Jesús me aconsejó y yo lo dejé. Le dije: lárgate. Un hombre que pega a una
mujer no es hombre, es un esbirro. Con el cuchillo de pelar pescados lo
amenacé. Nunca más me molestó.
PERIODISTA
¿Y en el grupo de Jesús la recibieron bien?… Porque a una mujer separada la
mirarían con malos ojos…
MARÍA
En el movimiento había de todo… Hombres y mujeres, viudas, adúlteras,
borrachitos, hasta prostitutas que habían dejado esa vida… Mucha gente pobre.
PERIODISTA
Vamos a un tema de fondo… Yo estuve investigando y descubrí que un obispo de
Roma, Hipólito se llamaba, del siglo tercero, la llamó a usted, “apóstol de los
apóstoles”. ¿Lo sabía?
MARÍA
¿Cómo podía saberlo, Juan Luis?
PERIODISTA
Sí, claro… siglo tercero… pues… En todo caso, me parece… ¿cómo diría yo?… un
piropo muy importante. La pone a usted por delante de los doce apóstoles, de
Pedro, de Santiago, de Juan… y hasta del apóstol Pablo, que usted ha conocido
muy bien en estos debates. Y le pregunto: ¿a qué se debe este elogio tan
notable?
MARÍA
Imagino que… lo digo sin vanidad… imagino que se debe a que fui yo la que
alboroté el avispero.
PERIODISTA
No la entiendo.
MARÍA
Ya le conté… Jesús muerto, puesto en el sepulcro, envuelto en un sudario. Y
nosotras… Nosotras, las mujeres, lo resucitamos. Yo fui la primera que corrí
donde los discípulos y les dije: ¡He visto a Jesús!
PERIODISTA
Era difícil que le creyeran…
MARÍA
Mucho. Porque en mi país las mujeres no teníamos peso en las palabras. En un
juicio no podíamos dar testimonio. Pero fui yo la que convencí a aquellos
cobardes. Que me lo agradezcan, porque si yo no hubiera hablado, sin nosotras,
las mujeres, el movimiento habría terminado.
PERIODISTA
O sea que usted fue la primera apóstol, la apóstol de los apóstoles.
MARÍA
Gracias, Juan Luis. Todah, en la lengua de mi pueblo. Todah rabah.
PERIODISTA
No, gracias a usted, María Magdalena. Para mí ha sido un enorme placer
conversar con usted, conocerla de cerca… Comprendo que Jesús se enamorara de
usted… una mujer igualmente extraordinaria. ¿Algo más que añadir para nuestra
audiencia?
MARÍA
Sí, algo más. Yo amé tanto, tanto a Jesús… que me alegraría saber que quienes
han escuchado estas conversaciones lo amen tanto como yo. Y sobre todo, que
sigan luchando para que las cosas cambien, para que llegue pronto el Reino de
Dios. Y me despido también en arameo: ¡Maranatá!
PERIODISTA
Y así, hemos llegado al final de nuestra trasmisión y de esta serie de
polémicos debates. Para quienes no los hayan podido seguir en vivo y en directo,
los encuentran en nuestra página www.emisoraslatinas.net Y recuerden lo que
siempre hemos dicho: quien tiene preguntas, piensa; quien sólo tiene
respuestas, obedece. Estuvo con ustedes, Juan Luis.