Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

26 de julio de 2019

Palabras a Voleo Mesa


PALABRAS A VOLEO

  A voleo vamos esta vez  a echar una palabra  que… cuidado no les caiga encima.
Es algo de uso muy normal que tiene  profundo sentido simbólico y también que  ha sido muy deformada  por otros usos  que no está de acuerdo  con su sentido  comunitario.  Vamos a hablar sencillamente de lo que llamamos

MESA

¡Qué  vulgar!- me dirán ustedes.  Nos va a explicar  ahora lo que es una mesa con su etimología y todo.: La palabra mesa viene del latín mensa, con el mismo significado. Se aplica a muebles de madera (bueno, de madera o plástico, cristal… o lo que sea) de superficie plana, sostenida por unas como patas. También se llaman así: mesas o mesetas, terrenos planos y elevados, o se dice mesa a un conjunto de personas que presiden una asamblea o se juntan para  dialogar o rebelarse contra algo. Todas estas semánticas manejan el concepto de: "plano" y "elevado" y de ponerse alrededor.


Ya ven que la mesa  ya no es sólo lo que entendemos por mesa en uso vulgar. Empezando por el  final de la etimología  nos encontramos con algo plano y elevado y algo que también encierra el sentido de reunión, aunque no sea de personas que presiden, también pueden ser personas  que resisten.

Para  aclararnos en nuestro diálogo podemos empezar por una expresión corriente:” poner las cartas sobre la mesa”.  Quiere decir colocar abiertamente sobre………algo que es bueno que todos vean, conozcan, discutan, compartan,   partan y repartan.

En toda familia o grupo de gente que convive,  la mesa nos reúne. Todos recordaremos  la mesa donde la madre extendía la ropa para coser hasta que llegaban los pequeños de la escuela y allí  reemplazaban la ropa  por  los cuadernos
y lapiceros para hacer la tarea y a la hora de la comida o la cena  se recogía todo para poner los platos y, todavía al anochecer, el hijo mayor  tenía tarea o los padres se reunían en torno a esa  mesa para hacer las cuentas de la casa o platicar con el amigo  que venía de visita. 

A todos reunía la mesa.







Hablamos de  la familia humilde  donde  los hijos no tienen su mesa de trabajo o el   padre su despacho. 




Hablamos de la mesa  común que así se llama: La Mesa.


De ahí nacen después en los grupos sociales  el establecer una Mesa  de diálogo.


Donde muchos intentan resolver problemas  de la pequeña o gran sociedad.  Seguramente muchos tenemos  en la memoria la presencia de una mesa que ha marcado momentos importantes de nuestra  vida.  




 Cuando decimos la palabra mesa a cada uno se nos presenta en la imaginación una mesa distinta.


Aunque fue la misma  según fuimos creciendo  iba siendo diferente.


Pero a lo largo de la historia de los pueblos las personas   que intentaban mejorar sus relaciones con ese ser poderoso al que de distintos modos llamaban Dios
Construyeron algo semejante a una mesa, pero  que no era mesa. 

Allí  no se reunían para  comer ni menos para  poner las cartas sobre la mesa,  sino  para  ofrecer y  quemar animales y productor de su trabajo. 

Los quemaban, los ofrecían a  su dios,  y así creían encontrar la amistad y la protección de  ese ser supremo. 

 Ese altar lo  ponían en  templos, según sus medios,  humilde monumentos,  grandes y hasta maravillosas obras de arte,  que  los enemigos de ese pueblo   incendiaban y destruían hasta el mismo altar.



Pero al llegar  aquel humilde campesino galileo, no le interesaban los templos ni los altares, le interesaba  la gente, su vida,  la comida,  el amor de los pueblos y por eso en vez de templos él se reunía con las personas en los campos y en las casas, donde en vez de altar se conformaban con sentarse  en la  hierba o alrededor de la sencilla mesa familiar.




Así fue;  sus seguidores durante años se olvidaron de altares y  templos  y se reunieron  en torno a mesas familiares donde  no  quemaban  animales  sino compartía la comida corriente, partían el pan     bebían el  vino, la bebida  aquella  de  su tierra, y recordaban las palabras y los hechos del  maestro.





Y ahora ¿por qué -  déjenme que les pregunte,-  con el paso del tiempo,  los seguidores de aquel campesino  han vuelto a los grandes templos  donde no hay mesas sino grandes altares… ¿por  qué?

Dicen que  el mundo en este siglo  XXI   los seres humanos vamos  avanzando en conciencia y

descubriendo una v ida más sencilla, con  mayor respeto  por lo que llamábamos el otro. 



Nos vamos dando cuenta de que,  a pesar de nuestras diferencias,  todos somos lo mismo.





¿No sería bueno que nos olvidásemos de los altares y volviéramos a reunirnos en torno a la mesa? A partir, repartir, compartir  amor, servicio…?