PALABRAS
A VOLEO
La
palabra que esta vez lanzamos a voleo
nos gustaría que les golpease el
cerebro y el corazón.
Pero hay golpes que atontan como los de cualquier boxeador y hay golpes que despiertan como ciertos sucesos inesperados.
O a veces una simple frase que nos obliga a mirarnos al espejo es sencillamente el modo de tomar conciencia de algo que nos mantenía la vida en profundo sueño. Vamos a intentar reflexionar sobre la
Pero hay golpes que atontan como los de cualquier boxeador y hay golpes que despiertan como ciertos sucesos inesperados.
O a veces una simple frase que nos obliga a mirarnos al espejo es sencillamente el modo de tomar conciencia de algo que nos mantenía la vida en profundo sueño. Vamos a intentar reflexionar sobre la
PASIVIDAD
Jugando, como solemos hacer con las etimologías, descubrimos que la
palabra PASIVO se deriva del
latín passio que tiene que ver con
padecer, en cierto modo recibir algo que viene de fuera, tal
vez sin reaccionar frente a ello, sufrirlo, aguantarlo, lo de fuera maneja “a su gusto” al que lo padece… sin embargo fíjense cómo es el lenguaje. También: de passio viene la palabra
pasión y el apasionado es el que recibe algo que viene de fuera, o de dentro
de sí mismo, y le hace reaccionar
“apasionadamente” de manera diferente
al pasivo. Tal vez otro día hablemos del apasionado pero ahora nos paramos a meditar sobre el pasivo, porque tenemos
motivos para ello.
Muchas
realidades de este mundo aparecen como pasivas. Frente a estas algunas que se consideran “activas “actúan
sobre ellas y generalmente las cambian y las modifican o
las paralizan. Se suele hablar de las
“fuerzas vivas” las que emplean su
iniciativa para manipular a las
que queriendo o sin querer aguantan esas fuerzas... El labrador
sobre la tierra o el carpintero sobre la madera y tantos que de un modo otro trasforman la materia son fuerzas que transforman este mundo.
¿Me siguen?: en teoría los que llamamos fuerzas… vivas, claro que
parecen vivas pero ¿y
los que ponen su inteligencia, habilidad, iniciativa en trabajar sobre madera, tierra, ladrillos,
papel, máquinas, los que siguen las
órdenes de los “vivos” que les dirigen,
esos ¿qué son?¿ seres vivos, máquinas,
objetos de adorno, meros instrumentos,
animales domésticos?...
Si les parece nos asomamos a l puerta de
nuestra calle y veamos pasar a la gente.
Unos caminan con un objetivo que se les ha ocurrió a ellos, otros con algo
que les han encargado otros, y por lo
que les han pagado; otros movidos por el miedo de órdenes que vienen “de
arriba” y si les preguntan por qué
hacen eso se encogen de hombros y dicen:
disculpe yo sólo soy un mandado.
Vemos como muchos ciudadanos y ciudadanas, aunque no lo quieran reconocer,
no hacen lo que están haciendo convencidos de su valor e interés, sino
porque han recibido una orden de la que no se han parado a pensar si merece o
no la pena.
Muchos que no tienen más remedio que hacer eso… Cuentan, por ejemplo del lustradorcillo de
zapatos en la calle a quien alguien,
mientras cepilla le pregunta:” ¿y a ti te gusta lo que estás haciendo?”” Y la respuesta: “a mí lo que me gusta es
comer”. Se puede decir esto del que lustra zapatos o del que colabora con un
partido político que en el fondo aborrece
pero quiere comer o quiere llenarse los bolsillos.
Esas personas aunque parezcan muy
activas son pasivas, son máquinas de
hacer algo por lo que no tienen interés…
Todavía tenemos recientes la situación de policías y militares que en este país y en otros, han tenido que
disparar, a vece al aire, a veces a dar. Eran personas pasivas, que no odiaban a sus víctimas, que eran unos mandados… y ese es su triste
mandato, a veces matar gente mayor o
niños, para mantener los privilegios de las fuerzas vivas.
Además del “pasivo activo” que hace lo
que le mandan, está el pasivo del todo pasivo. Es lo más triste. El en una situación como la de este país, de
injusticias, de mentiras informativas, de marginación contra funcionarios honrados , o políticos
justos, mucha gente comenta: “qué injusticia están haciendo con esta mujer o este hombre”…
pero se mantienen con la boca callada, no asisten a manifestaciones, no acuden a votar, no se preocupan de problemas en las colonias, en inundaciones, en familias sin trabajo o sin escuelas miserables donde los niños no aprenden, o pequeños desnutridos… Que injusticia, pero así se queda todo.
pero se mantienen con la boca callada, no asisten a manifestaciones, no acuden a votar, no se preocupan de problemas en las colonias, en inundaciones, en familias sin trabajo o sin escuelas miserables donde los niños no aprenden, o pequeños desnutridos… Que injusticia, pero así se queda todo.
Para acabarlo de estropear está el “pasivo
religioso”; -este acude mucho a actos religiosos, misas, rosarios,
novenas… pero siguen pasivos y pasivas.
Se mueven en actividades que son
distintas de las acciones.
La acción busca eficacia para el bien de la gente, la actividad ayuda a pasar el rato pero sin consecuencia para la sociedad. Y todo sigue igual, en manos de “la fuerzas vivas” sin que se muevan, claro, las fuerzas muertas, mortecinas o moribundas.
La acción busca eficacia para el bien de la gente, la actividad ayuda a pasar el rato pero sin consecuencia para la sociedad. Y todo sigue igual, en manos de “la fuerzas vivas” sin que se muevan, claro, las fuerzas muertas, mortecinas o moribundas.
Tendríamos que pedir a los ciudadanos de
este país, de todos los que están aquí o
de otros países tras otras fronteras,
que se miren al espejo de la vida y
se pregunten por su grado de
conciencia:
¿me doy cuenta de si soy persona pasiva que se deja manejar por las fuerzas corruptas o hago lo que puedo para despertar, a la vez que muchos otros y hacer que la vida en este país sea vida de verdad?
El despertar tiene que ser unirse para todos juntos conseguir la unión para todos… y terminar con la pasividad del país
¿me doy cuenta de si soy persona pasiva que se deja manejar por las fuerzas corruptas o hago lo que puedo para despertar, a la vez que muchos otros y hacer que la vida en este país sea vida de verdad?
El despertar tiene que ser unirse para todos juntos conseguir la unión para todos… y terminar con la pasividad del país