No pongan más Vírgenes
en la navidad
con coronas de oro
con luz celestial
mientras en las tierras
de Siria, o de Grecia
de Libia o Marruecos
de España o Turquía,
estas virgencitas
cuidan a sus niños
con la indiferencia
de los pueblos ricos
que encienden de noche
miles de bombillas
y les dan cartones
con los que cobijan
a los Jesusitos
que llevan de huida
buscando otra tierra
con techo y comida.
No hagan navidades
¡Hagan nueva vida!