“” Al atardecer de la vida, se nos juzgará en
el amor. “”
Mi alma está
desasida
de toda cosa criada,
y sobre sí
levantada,
y en una sabrosa
vida
sólo en su Dios
arrimada.
Por eso ya se dirá
la cosa que más
estimo:
sin arrimo y con
arrimo.
Y, aunque tinieblas
padezco
en esta vida mortal,
no es tan crecido mi
mal,
porque, si de luz
carezco,
tengo vida
celestial;
porque el amor da
tal vida,
cuando más ciego va
siendo,
que tiene el alma
rendida,
sin luz y a oscuras
viviendo.
San Juan de la Cruz.