PALABRAS
A VOLEO
En algunas de nuestras palabras a voleo nos atrevimos a decir que cualquier palabra de las que lanzamos a voleo cuando la presentamos “revoloteando por ahí sola se entiende menos. A veces dos palabras juntas nos hacen pensar la influencia de una sobre otra.
A VOLEO
En algunas de nuestras palabras a voleo nos atrevimos a decir que cualquier palabra de las que lanzamos a voleo cuando la presentamos “revoloteando por ahí sola se entiende menos. A veces dos palabras juntas nos hacen pensar la influencia de una sobre otra.
Ahora
vamos a presentar dos expresiones que a primera vista reflejan trabajos
distintos y podríamos decir que en el cambio social que presenta el mundo eso
es lo malo: la separación, hasta contradicción
entre estos dos vocablos. En concreto les queremos hablar de
EDUCACION
y
COMUNICACIÓN
Muchos al leer esto nos dirán: Anda, pues claro que es lo mismo una cosa que otra. Un buen educador tiene que ser buen comunicador y viceversa… y un buen predicador o publicista, o… todo el que comunica alguna idea o cualquier mensaje…
Bueno, bueno. Decimos nosotros que hoy nos hemos levantado críticos, o sea con mala idea. Pero díganme si por ejemplo hay muchos predicadores, buenos comunicadores, cuando tanta gente que va a misa está queriendo que termine la homilía antes de que empiece y el lenguaje del padre que tal vez sea un buen teólogo se le queda en expresiones que tal vez ni él mismo entiende o si las entiende no le interesan.
Me
imagino que esos estudiantes cuando les” toque” predicar, posiblemente suelten
sermones difíciles que los feligreses no entiendan y menos que se interesen. Pero volvamos a la educación.
Los jóvenes de cualquier edad que no estudien teología sino matemáticas, literatura,
ciencias naturales. Física… Se enfrentan
a esos estudios para conocer realidades de la vida que levanten su interés o lo
que procuran es conseguir buenas notas, aunque no sepan para qué, ni qué
importancia tendrá en su vida eso que aprenden.
¿La
causa será del profesor que enseña unas lecciones sin pensar que provecho o
interés encontrarán los jóvenes en su vida?, ¿será de los libros escritos por personas
que no se ponen en los zapatos de los alumnos pare ver lo que les puede interesar
de aquella asignatura? ¿Será de los alumnos
que van a la escuela desde pequeños a “sacar buenas notas” sin que nadie les
haga ver que lo que aprender son cosas de la vida, de su vida y que según lo
que al crecer vayan eligiendo como profesión, como formación humana, les pueda ir
sirviendo?
Seguramente
ustedes conocerán algún caso como el de aquellos profesores uno de matemáticas y otro de historia. El de matemáticas se quejaba de los malos
alumnos… pero más de aquella asignatura de números y ecuaciones tan abstracto y
aburrida. El de historia gozaba con los
mismos alumnos llevándolos a visitar museos, poniéndoles películas, llevándolos
de excursión al lugar donde…
El
matemático le echaba en cara al historiador que su asignatura era más popular y
fácil de picar la imaginación y la comunicación de los alumnos ¿Hasta
que se pusieron de acuerdo los dos
maestros Comunicadores?... para cambiarse las asignaturas: el de matemáticas
daría historia y el de historia matemáticas
Al
cabo de unos días los alumnos iban a clase de matemáticas como fueran a contemplar en directo una batalla (sin
sangre) y los de matemáticas, cuando les tocaba historia, parecía que acudían a
visitar unas ruinas de números.
Fue
muy interesante el análisis del cómo y porqué
había abordado cada educador la comunicación de su asignatura.
Todo en esa vida pueden ser ruinas sin vida o puede ser una gran conquista.
En
esta vida llena de comunicadores y educadores, sería bueno que los comunicadores
ayuden a descubrir la verdad, las realidades de las vidas (no cuenten cosas falsas)
y los educadores eduquen a los alumnos atraídos y emocionados por lo que
aprenden. (no historias aburridas y sin conexión con la vida)
Todo
esto que hablamos de comunicadores y educadores se lo decimos también a todos los que tienen algo que contar o
enseñar a otros: padres, madres,
abuelas, locutores, realizadores de cine, guionistas, dibujantes de comic.
poetas,
cantantes, hermanos mayores, políticos, guías turísticos, vendedores de
libros… vamos todos los que tienen algo
que contar y enseñar. Seguramente
también usted.