Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

21 de febrero de 2020

Los otros salmos


El Señor es compasivo y misericordioso (salmo 102)

 ¿Quién eres tú, Dios mío?
Me dijeron que eres grande y poderoso,
que llevabas cuentas de mis faltas y pecados,
que no dejabas sin castigo las ofensas,
y que al final las cuentas todas se ajustaban.

¿Quién eres tú, Dios mío?
Yo temía conocer tu santo nombre
y temblaba angustiado en tu presencia,
como el reo convicto ante sus jueces,
como el gusano ante la bota que lo aplasta.


¿Quién eres tú, Dios mío?
Empecé a estudiar las historias de tu libro
y me asustaron algunas de sus páginas:
te pintaban como el Dios de los ejércitos
que condena al anatema, al enemigo,
y venga por mil generaciones los pecados.

¿Quién eres tú, Dios mío?
Busqué con angustia hasta ser iluminado;
era una luz pequeña que crecía y crecía
hasta llegar al sol de Jesucristo.
Y el cielo empezó a llover su gracia,
e inundaba mi corazón,
desbordante de gozo y de ternura.

¿Quién eres tú, Dios mío?
Y alguien me habló desde muy dentro:
“Yo no soy. Yo te quiero. Yo soy el que te quiero.
Búscame solo en el amor”

¿Quién eres tú, Dios mío?
¿Quién eres tú, mi amor?
¿Quién eres tú, corazón?

Los otros salmos