Por
esto los católicos no
comen carne en Cuaresma
¿Por qué carne no y
pescado sí? ¿No son todos animales? En otras palabras, ¿es coherente hacer
abstinencia disfrutando de una lujosa langosta pero no comerse un humilde muslo
de pollo?
Uno sabe que está en una ciudad
católica cuando, solo durante la Cuaresma, los restaurantes anuncian un
artículo en su menú: ¡pescado! Incluso he notado cómo las principales cadenas
de comida rápida señalan en sus menús la fecha del Miércoles de Ceniza. De
repente todos se preocupan por los tiempos litúrgicos de la Iglesia.
Entonces, ¿por qué la
Iglesia instruye a los católicos a abstenerse de comer carne los viernes (así
como el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo), pero acepta que coman pescado?
¡No tiene sentido en los tiempos actuales!
Primero, hagámonos una
pregunta, “¿por qué el viernes?” Los obispos norteamericanos lo explican así:
Los pueblos católicos
desde tiempos inmemoriales han apartado el viernes para una observancia
especial penitencial, por la cual voluntariamente sufren con Cristo para
que algún día puedan ser glorificados con él. Este es el corazón de la
tradición de abstinencia de la carne el viernes, y esa tradición se ha
observado en la santa Iglesia católica.
Dado que Jesucristo
sufrió y murió en la cruz un viernes, los cristianos desde el principio han
dedicado ese día para unir sus sufrimientos a Jesús.
Esto llevó a la Iglesia a
reconocer cada viernes como un “Viernes Santo” en el que los cristianos pueden
recordar la pasión de Cristo al ofrecer un tipo específico de penitencia.
Durante gran parte de la
historia de la Iglesia, la carne se consideraba como un sacrificio digno,
debido a su asociación con fiestas y celebraciones.
En la mayoría de las
culturas antiguas, la carne se consideraba un manjar y el “ternero
engordado” no se sacrificaba a menos que hubiera algo que celebrar.
Dado que los viernes se
pensaban como un día de penitencia y mortificación, comer carne un viernes para
“celebrar” la muerte de Cristo no parecía correcto.
Pero ¿por qué el pescado
no se considera “carne”?
Las leyes de la Iglesia
han siempre hablado de la abstinencia de los “animales terrestres“.
Las leyes de abstinencia
consideran que la carne solo proviene de animales como gallinas, vacas, ovejas
o cerdos, todos los cuales viven en la tierra. Las aves también se consideran
carne.
Los peces, por otro lado,
no están en esa clasificación. Se permiten especies de sal y agua dulce de
peces, anfibios, reptiles (animales de sangre fría) y mariscos.
En latín, la palabra que
se usa para describir qué tipo de “carne” no está permitida los viernes es carnis,
y se relaciona específicamente con “carne animal” y nunca incluyó pescado como
parte de la definición. Además, el pescado en estas culturas no se
consideraba una comida “de celebración” y comerlo era una penitencia.
Nuestra cultura actual es
muy diferente, ya que la carne generalmente se considera la opción más barata
en el menú y ya no tiene la conexión cultural con las celebraciones.
Es por esto que muchas
personas están confundidas acerca de estas normas, especialmente aquellos a los
que les encanta comer pescado y no lo consideran una penitencia.
Al final, la intención de
la Iglesia es animar a los fieles a ofrecer un sacrificio a Dios que viene del
corazón y que une el sufrimiento de uno al de Cristo en la cruz.
La abstinencia de carne
es un signo externo, pero lo importante es la intención con la que se
hizo la norma de la abstinencia. Por ejemplo, no tiene sentido cenar langosta
todos los viernes de Cuaresma.
El objetivo principal es
hacer un sacrificio que acerque a una persona a Cristo, quien por amor a
nosotros hizo el sacrificio máximo que una persona puede hacer.
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