Ya
les contaré en este otro libro lo que hicieron el pobre
Toribio y sus zapatos "invis"
- Mientras
tanto vayan aprendiendo a decir sin respirar: "Toribio está
invisibilizado quién lo desinvisibilizare el desinvisibilizador que
lo desinvisibilizare buen desinvisibilizador será".
Vamos
con el nuevo Libro que no es historia pero sí aunque no…¡uff!
Así
terminaba el último capítulo del libro anterior (LOS ZAPATOS DE
NINGUNA PARTE): Toribio salió volando por encima del océano -
volando volando hasta que acamizó... (acamizó?): Cuando un avión
desciende a tierra aterriza, ¿verdad?; pues Toribio cayó sobre su
cama, o sea acamizó allí, se dio media vuelta y cansado del sueño siguió durmiendo. Ya podes empezar el nueve libro, o sea
Los Zapatos Misterios y Solidarios
Capitulo
1 Nuevas aventuras
Pues
después de 20 horas de sueño, sí, veinte, Toribio abrió
despacio los ojos, mejor los despegó porque los tenía como
pegados y encontró ante él, naturalmente a su papá, su mamá, su hermanita y a un señor con estetoscopio o sea esto que
llevaba colgado del cuello, ese señor que
estaba diciendo:"ya les aseguraba yo que no estaba muerto
este muchacho, porque estaba roncando y en mi vida profesional
nunca he visto roncar a un muerto, palabra de honor. Bueno, tal
vez sí…estaba muerto de sueño y mejor si lo dejamos por
si quiere seguir, “¡ hale hale, vamos fuera!” y empujó a
todos fuera de la habitación.
Toribio
ya había reconocido a don Jacinto, médico amigo de la
familia. Le vino bien, porque en cuanto salieron miró debajo
de la cama a ver si estaban sus zapatos misteriosos. Allí
estaban.
Toribio se duchó, se peinó y cambió de ropa y, mientras fue
pensando qué cuento iba a contar para explicar su última
ausencia. Luego verán.
Cuando
en la cocina-comedor, después de los saludos y abrazos,mientras la
mamá servía el café y el papá preparaba las tostadas, vino la
lluvia de preguntas: ¿dónde has estado?¿cómo fuiste?¿qué
has podido encontrar?... El les contó que estuvo con una
asociación que reunía objetos turísticos de muchos países (y
no mentía) y pronto les iba traer recuerdos de África, de
Asia, de…
Ahí
terminó la conversación. En la calle empezó a sonar una
alegre y fuerte música. Se asomó la pequeña de la casa y
con ella todos, hasta el doctor D. Jacinto.
La
música venía de una camionetilla donde mujeres y hombres
jóvenes tocaban y cantaban música con cierto aire oriental.
La gente de aquel barrio popular empezó a bailar.
Toribio
con su curiosidad se acercó al chófer de la camioneta, el
único entrado en años, que le contó: Nosotros somos de
Albania.
-¿De
Alemania?
-No,
Albania
Toribio puso su cara de ignorante en geografía
Nadie
sabe donde está-le dijo el piloto- ¿y si le digo que somos
gitanos?
-Ah
entonces serán de por Andalucía
Se
rió el viejo chófer: ustedes se creen que los gitanos son de
Andalucía pero ¡qué va!; los gitanos vienen de la India y
hay tribus gitanas por todo el mundo. Nosotros somos de Europa
del este.
Fíjese,
yo soy maestro y le puedo contar lo que enseño a los niños
en mi clase. Albania, que allí la llamamos Shqipëri y
significa tierra de las águilas es ahora una república en el
sureste de Europa.
Limita con Montenegro al noroeste, con Kosovo al noreste, con
Macedonia del Norte al este y con Grecia por el sur y el sureste.
Cuando Toribio oyó decir Grecia respiró: ¡Ah por fin me dice algo
que entiendo!
El
albano que estaba contento de que alguien lo escuchase sacó
de la camioneta un mapa.
Y
lo enseñó a Toribio.
Siguió
hablando el albanés que iba adquiriendo confianza con Toribio.
Ya que siento que tú eres un muchacho interesado por el
mundo te cuento algo por si me puedes ayudar. Nosotros hemos
conseguido venir a tu país con nuestra música pero la
situación del pueblo rom es…
Toribio le interrumpió: ¿del pueblo qué?
-Ah
perdona… ¿Cuál es tu nombre?
-Toribio
- Yo me llamo Pedro, en Albania somos los romaní, o más
corto los rom como nos llaman los blancos, o sea , los europeos.
Vivimos en barrios pobres, muy pobres, muchos no tienen
trabajo. Nosotros nos defendemos con nuestra música.
Desde
hace unos años vinieron de Europa unos…creo que religiosos,
gente compasiva, y viendo a los niños rom, romanís, pidiendo
limosna y la pobreza de nuestros barrios, organizaron en la
cludad de Lezhë que es donde vivimos, el Centro Santa María. ( a Toribio se le iban encendiendo los ojos) Del dinero
que recibimos, siguió Pedro, una parte la mandamos allí al
centro ese. Yo no soy católico, los romaní tenemos nuestra
religión, pero vemos que esa señora, Santa María debe de
ser muy buena…El caso es que no sabemos cómo mandar el
dinero que hemos conseguido, unos cuantos miles de euros, a
Lezhë. Lo están pasando mal nuestros amigos de la fundación,
para las buenas obras que hacen.
Ya
se pueden imaginar que la cabeza de Toribio ya no era cabeza
sino volcán. Dominando su emoción dijo: “Pues… yo creo
que tengo algún amigo que se lo podría resolver. Hable usted
con los compañeros y mañana, si le parece, nos vemos en su
casa. Déjeme su dirección.
Toribio
apunto la dirección de Pedro (y Pedro la de Toribio que era
allí mismo, la casita de donde salieron al oir la música).
Toribio entró pensando: ¿Pero cómo esta pobre gente que no
me conoce se va a fiar para darme esos miles de euros, sin
pensar en que yo desaparezca con ellos?
Se
encogió de hombros y entró. Yo también pienso lo
mismo, pero estoy cansado de escribir y mañana será otro
día y aparecerá otro capítulo.
Buenas noches+