Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

25 de julio de 2020

Santa Isabel de Portugal, biografias


Santa Isabel de Portugal
Reina (1271-1336)

Biografia de Santa Isabel de Portugal
“No se olviden de que cuando los soberanos están en guerra ya no pueden ocuparse de administrar, no se imparte justicia, no se ocupan de la gente, y ésta es la única tarea de los soberanos, esta es la principal meta de sus deberes como reyes.”

Al igual que su tía abuela, santa Isabel de Hungría, santa Isabel de Portugal fue hija de reyes y estuvo comprometida desde niña con un príncipe extranjero por razones de estado. Era hija del rey Denis de Portugal, un libertino que toleraba la piedad de su esposa, al tiempo que no hacia ningún secreto de sus propias infidelidades. Isabel tuvo dos hijos, un varón y una mujer. Su hijo, Alonso, estaría, más tarde, cercano a una abierta rebelión contra su negligente padre. Debido a su papel conciliador entre padre e hijo, Isabel fue conocida, popularmente, como la “pacificadora”. Pero sus talentos como pacificadora fueron ejercidos a un nivel más alto, cuando evitó, personalmente, una guerra entre Portugal y Castilla.
Isabel estuvo a la altura de sus responsabilidades públicas en su oficio de reina. Empero la mayor parte de su tiempo lo pasó en oración y en un sinnúmero de  proyectos caritativos. Fundó hospitales, orfelinatos y casas religiosas a lo largo de todo su reino, y también posadas en la mitad del camino para “mujeres caídas”.

Cuando su esposo enfermo gravemente en 1324, lo cuidó con devoción hasta su muerte, el siguiente año.  Luego de hacer un peregrinaje a Compostela, vistió  el hábito de terciaria franciscana y vivió en el monasterio de Coimbra, que había ayudado a fundar. Residió allí durante once años, en la pobreza y en la oración saliendo de manera ocasional para interceder entre monarcas rivales, la mayoría de los cuales eran sus parientes, por sangre o por matrimonio. Aún  en vida se le acreditaron numerosos milagros y fue popularmente reverenciada por el pueblo de Portugal.

Murió en 1336 y fue canonizada tres siglos más tarde por el papa Urbano VIII, quien la nombró  “patrona de la paz”.

Extraído del Libro de Todos los Santos, Ellberg Robert