Malala Yousafzai
Activista pakistaní defensora del derecho a la educación de las niñas y
mujeres.
Malala nació en Mingora (Pakistán), el 12 de julio de 1997. Con solo 15 años, la joven fue el objetivo de un atentado talibán que casi acaba con su vida.
PASIÓN POR APRENDER
Malala Yousafzai nació
en el seno de una familia pakistaní musulmana sunita. Se crió junto a sus
padres y hermanos en su localidad natal.
En palabras de Malala,
“su padre quería darle todas las oportunidades que tendría un chico”. Ziauddin
Yousafzai, poeta y profesor, dirigía y daba clases en un colegio para niñas en
su pueblo.
A Malala le encantaba
ir a la escuela y aprender junto a su padre y sus compañeras. Sin embargo, en
2008 todo cambió cuando los talibanes tomaron el control de su pueblo.
Los extremistas
radicales, entre otras cosas, prohibieron que las niñas fueran al colegio.
Malala, en enero de ese año se despidió de sus compañeras.
Incapaz de aceptar el
destino que le imponían, Malala comenzó a hablar sobre el derecho a la
educación por diversos lugares del país, a pesar del peligro que suponía.
Debido a la creciente
violencia y control talibán en la zona de Swat, a un periodista de la BBC en
urdu se le ocurrió que la mejor manera de contar lo que pasaba era a través de
un blog escrito por algún estudiante.
Tras una ardua
búsqueda, encontraron a una estudiante de la escuela del padre de Malala que
accedió. Sin embargo, antes de comenzar a escribir tuvo que renunciar por el
temor de su familia.
Inmediatamente, Malala
se convirtió en la alternativa. Por su seguridad, recomendaron a la joven
escribir bajo un seudónimo y así lo hizo. “Gul Makai” fue el nombre escogido
por la joven que, por entonces, solo tenía 11 años. Su primera entrada se
publicó en enero de 2009.
ATENTADO
Yousafzai continuó
escribiendo para la BBC y promoviendo sus ideales. No pasó ni un solo día sin
que la pakistaní no deseara volver a la escuela.
Pronto cambiaría su
vida para siempre. Tras hablar sobre los derechos que les habían sido revocados
a las niñas, Malala dio un discurso público para recuperarlo. Esto la convirtió
en objetivo de los talibanes.
Según lo que ella misma
relata, el 9 de octubre de ese año, un talibán asaltó su autobús escolar
preguntando quién era Malala. Tras descubrirse quién era, el asaltante le
disparó en el lado izquierdo de su cabeza. Otras dos niñas también fueron
alcanzadas por las balas.
Por la gravedad de las
heridas, rápidamente fue trasladada en helicóptero a un hospital en Peshawar.
Allí, consiguieron extraerle la bala y pudo salvar la vida.
La joven de 14 años
despertó 10 días después del atentado en un hospital de Birmingham, donde le
esperaba un largo proceso de recuperación.
Pronto se supo del
atentado en todo el mundo y los medios de comunicación se hicieron eco de la
noticia. Mientras se recuperaba, recibió apoyos de personalidades como Barack
Obama, Ban Ki-Moon o Madonna.
Malala Yousafzai, tras
operaciones y rehabilitación, sobrevivió al atentado, aunque ahí no acabó el
peligro. Cuando llegó a oídos de los terroristas, la volvieron a amenazar. Sin
embargo, esto no amedrentó a la joven.
CAMBIANDO EL MUNDO
Después de dos años
recuperándose, la activista se trasladó con su familia a una casa nueva en
Reino Unido.
“Ahí supe que tenía dos
opciones: vivir una vida callada o seguir luchando con la nueva vida que me
habían dado. Lo tenía claro: continuaría con mi lucha hasta que todas las niñas
pudieran ir a la escuela”, afirmaba en 2014.
Con la ayuda de su
padre, ese año el sueño que perseguía Malala Yousafzai comenzaba a
materializarse con la apertura de su fundación, Malala Fund. Esta tenía como
objetivo dar oportunidades a todas las niñas para alcanzar el futuro que
querían.
En reconocimiento a su
labor, Malala Yousafzai recibió el Premio Nobel de la Paz, siendo la persona
más joven en conseguirlo. Además, fue portada de la revista Time, nombrándola
una de las 100 personas más influyentes del mundo en ese año.
PERSIGUIENDO SU SUEÑO
En marzo de 2018
regresó a Pakistán por primera vez desde que fuera atacada por los talibanes.
Aunque fuera solamente una visita, Malala no pudo contener las lágrimas de
emoción al volver a pisar suelo pakistaní.
En la actualidad,
Malala Yousafzai estudia Filosofía, Política y Economía en la Universidad de
Oxford. Su trabajo en la fundación no ha cesado desde su creación y continua
luchando por el derecho a la educación.