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11 de septiembre de 2020

Evangelio Mateo 18, 21-35


1 Entonces se adelantó Pedro y le preguntó:

- Señor, y si mi hermano me sigue ofendiendo, ¿cuántas veces lo tendré que perdonar?, ¿siete veces?
22 Jesús le contestó:
- Siete veces, no; setenta veces siete. 23 Por esto el reinado de Dios se parece a un rey que quiso saldar cuentas con sus empleados.
24 Para empezar, le presentaron a uno que le debía muchos millones. 25 Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, con su mujer, sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara con eso.26 El empleado se echó a sus pies suplicándole: "Ten paciencia conmigo, que te lo pagaré todo".
27 El señor, conmovido, dejó marcharse a aquel empleado, perdonándole la deuda. 28 Pero, al salir, el empleado encontró a un compañero suyo que le debía algún dinero, lo agarró por el cuello y le decía apretando: "Págame lo que me debes".
29 El compañero se echó a sus pies suplicándole: "Ten paciencia conmigo, que te lo pagaré". 30 Pero él no quiso, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
31 Al ver aquello sus compañeros, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor lo sucedido. 32 Entonces el señor llamó al empleado y le dijo:
- ¡Miserable! Cuando me suplicaste te perdoné toda aquella deuda. 33 ¿No era tu deber tener también compasión de tu compañero como yo la tuve de ti?
34 Y su señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda su deuda.
35 Pues lo mismo os tratará mi Padre del cielo si no perdonáis de corazón, cada uno a su hermano.