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11 de septiembre de 2020

Palabras a voleo: Muchos, pocos, todos..


Muchos, pocos, todos, nadie


 Como con esto del coronavirus debe de haber pocas cosas en que pensar, al clero y afiliados se les ha metido como tema de liturgia un asunto cuantitativo, y han involucrado en la discusión al mismísimo Jesús de Nazaret.  Están hablando, o mejor rezando en la duda de    si POR MUCHOS O POR TODOS  No he  oído aun si otros dicen por unos pocos o por   demasiados…

Esa duda es de los celebrantes, (los simples fieles, los pocos que ahora pueden, - o quieren - asistir   a misa) no se dan cuenta de que cuando el padre   levanta el cáliz dice:   tomad y bebed que este es el cáliz de mi sangre que será derramada por vosotros y por TODOS para el perdón…  O si en cambio dice: que será derramada por vosotros y por MUCHOS para el perdón…



¿Valdrá la misa si el cura dice TODOS? …o Si dice MUCHOS, ¿habrá gente que se salga del templo pensando: seguro que no es por mí, que soy pecador, pero poco.?


He leído en Religión Digital que, asómbrense, en la mismísima Roma los sacerdotes pensando en el papa ese que no hace más que hablar de misericordia han dicho: pues misericordiosamente, diremos por todos y que no se hable más.


Aunque, claro, enseguida habrá herejes o herejitos cabezotas que habrán gritado en misa: que será derramada por… ¡por muchos, muchísimos!



Y cierto número de indecisos que hablarán de sangre derramada por cierta cantidad de gente… tanta que casi son todos Bueno, ¿y Jesús de Nazaret? Pues tal vez Jesús, que no se acuerda al pie de la letra de lo que dijo esa, al oír ese batiburrillo mandará un mensaje a su buen seguidor Francisco:



Por-fa Francisco, haz un motu proprio o cualquier cosa de esas,
mandando que las palabras de la consagración deben decirse en voz baja y en…no en latín no, que algunos lo saben, mejor en arameo, lo que yo hablaba.


Y después de ese motu añade que todo clérigo-clerical que se preocupe por esos rollos litúrgicos que mejor no diga misa y vaya a atender a los muchos que andan buscando tierra techo y trabajo.


Que son muchos porque pocos  tienen demasiado



Martín Valmaseda
Marianista