Hambre
Hambre de amor.
Hambre de sueños.
Hambre de fuego y esperanza.
Hambre de sol y lluvia.
¡Hambre¡
Hambre de flores y rosas.
Hambre de tiempo.
Hambre de esperanza y de jazmines
Hambre de sabiduría.
Hambre de encuentro.
Hambre de soledad y ternura.
¡Hambre¡
Hambre de misterio.
Hambre de pan.
Hambre de vida, de lilas y yerbabuena
Hambre de rabia y sosiego.
¡Hambre¡
¿De qué vacíos emerge?
¿Qué es lo que nunca saciaron?
¿Qué necesidades tiene?
¿Qué cimientos te sostienen?
¿Son señas de identidad,
La profundidad que abres?
¿Son los abismos de Dios
Los que despiertan este hambre?
¡Hambre¡
Hambre de Dios, hambre de sueños.
¡Hambre¡
Hambre de ser de todos los pueblos
Hambre de Dios
Que me nutre los momentos
Que vive la eternidad
Sin poder nombrar el tiempo.
Y sientes una presencia
Que se hace por momentos;
Que te despierta los sueños
Y te sitúa en la vida,
Y te prepara otro tu encuentro.
Despierta está la esperanza
De encontrarte con el tiempo,
De no olvidarte otro hambre
Que sacude estos momentos
Que es el pan de cada día
Que está muy mal repartido
El pan que mata la hambruna
El pan, que les sacia igual
Tanto a mujeres como hombres.
¡Hambre!
¡Hambre!
Que otros no pueden cantar
Como yo canto mis sueños.
Porque les falta ese pan:
El pan entendimiento
Que es fruto de la justicia
Y de sueños de otros pueblos,
El pan que nutre la vida
El pan de saciar el hambre,
Mejor no morder el pan si ensucia la dignidad
Hambre!
Hambre!
Que no saciamos nuestra hambre
Si ésta existe en otras tierras
En otros cuerpos y vidas,
Porque una boca son mil
Y es Dios, el que pasa hambre.
Hambre de Dios. Hambre de pueblos.
Hambre de ser
De ser humanos, sin hambre.
¿Son los umbrales de Dios,
El pan en de todos los pueblos?
¡Hambre!