PALABRAS A VOLEO
Esta vez vamos a lanzar a voleo una palabra bastante común en el lenguaje. pero mucho menos en la realidad.
Se trata de la palabra
HACER
Especialmente en estos tiempos
en que hay
muchas cosas que no
podemos hacer porque no
nos dejan las circunstancias. Ya
saben a qué nos
referimos. Escribo esto en
tiempos del coronavirus
cuando solamente podemos
hacer muchas cosas de modo,
de modo, de
modo…pues seguro que todos
ustedes responderá a coro:
¡de modo virtuaaal! Hasta las virtudes
tenemos que hacerlas
virtualmente o al menos con mascarilla.
Nos estamos
haciendo demasiado
virtuosos, o virtuales
que no debe de ser
lo mismo. Voy a mirar
en el buscador
qué es eso de virtual,
a ver…
adj. Que tiene virtud
para producir un efecto, aunque no lo
produce de presente, frecuentemente en oposición a efectivo o real.
O sea que una persona que en vez de virtuosa es virtual puede tener virtudes pero no las tiene. Ahora me explico por qué muchos, por ejemplo cristianos ( o de cualquier otra religión viven una fe virtual, virtualísima, pero de virtudes nada. Cuando a uno que va a misa (virtual) le preguntamos “ ¿y usted por qué no ayuda a los pobres que estos días, (o siempre) pasan hambre?” nos puede contestar :” Sí les ayudo, pero virtualmente”.
Y a otro le pregunto: “¿está usted enfadado con su vecino o su esposa, no le habla?” Pero me contesta: “ yo tengo gran amistad con el, con ella. Lo que pasa es que les quiero virtualmente.”
Saliéndonos de la religión que es
muy fastidiosa con
sus exigencias, en mi
experiencia personal me sucede eso sí con
las reuniones y asambleas
virtuales. Me mandan la
contraseña y los
datos para participar en la
reunión, pero ¡caramba!, me
pongo a teclear, a buscar... y cuando consigo entrar
ya está terminando. Participo virtualmente, O
sea haciéndome líos, pero no
me entero de
nada. Es la
tragedia de estos tiempos. Tenían
que haber dado unos cursos de
virtualidad antes de que
hubieran dado la señal de salida del virus.
Pero lo
grave, volviendo a eso de
las virtudes es que parece
que mucho tiempo antes
del corona, muchos de
los que nos
llamamos creyentes, muchos años
antes ya estábamos
marcados por una fe
virtual. Teníamos una fe,
esperanza y caridad, sobre todo
caridad, solamente virtuales
y la virtud se nos quedaba encogida.
No hacíamos nada por
el prójimo, solo cositas
virtuales. Nuestra vida
cristiana se apoya en
conocer, celebrar y hacer,… Conocíamos los
mandamientos, sabíamos (algo)
de quién era
Jesús, celebrábamos como rutinas
virtuales los sacramentos…
pero hacer… ¡huy hacer!
El susodicho Jesús
ya lo dijo.: “ustedes
dicen pero no
hacen.”
Los teólogos y sociólogos nos dicen que
cuando pase este
tiempo del virus tendremos una normalidad diferente.
Tengo la
ilusión de que será
la normalidad del HACER.
La de ser consecuentes entre lo
que decimos que creemos
y lo que hacemos
¿será eso? entonces
ABAJO LA
VIRTUALIDAD Y
¡¡ VIVA
LA VIRTUD QUE SE
HACE!!
Martín Valmaseda